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Actualizado: 17 feb 2020 / 13:41 h.
  • Roca y Aguado
    Roca y Aguado

La alargada sombra de un teléfono...

La presentación oficial de los notables carteles de la temporada sevillana venía precedida de un hecho insólito: la fotografía del cronograma de festejos –recién salido de la impresora- había corrido como la pólvora en la víspera del obsoleto acto que sirve para dar carta de naturaleza a esas combinaciones que suelen anticipar los fontaneros habituales. Ése era el morbillo –o el cachondeíto- de todas las conversaciones. Pero más allá de la broma –el asunto tampoco tiene mayor importancia- el interés de la rueda de prensa giraba en torno a los detalles de las negociaciones que no sólo han dejado a Pablo Aguado fuera del lujoso festejo del Domingo de Resurrección sino que también han aplazado el duelo entre el matador sevillano y su cordial enemigo: el diestro peruano Andrés Roca Rey. Ya lo hemos contado con pelos y señales hasta rozar el hartazgo. La corrida de Garcigrande se había convertido en el principal escollo para que ambos ases se vieran las caras en el cartel pascual. Pero Ramón Valencia –absoluto dueño de la escena, que todo hay que decirlo- introdujo un matiz inesperado. Según su versión fue él mismo el que “convenció” a su matador para estoquear la traída y llevada corrida de la familia Hernández. A partir de ahí las cosas encallaron con Aguado. Valencia se empeñó –y también consiguió- en dictar un titular: “¿Y por qué no Garcigrande?”. El empresario justificó su propio empecinamiento en la escasez de resultados de otras ganaderías en tan emblemática fecha y en los recientes éxitos de la ganadería charra. En cualquier caso, a la pregunta del gerente de Pagés se le podrían unir otras cuestiones que permanecen sin respuesta...

Más sorpresas

Con todas las vueltas que queramos darle, el cartel de Resurrección no ha respondido al argumento natural de la fecha ni a los deseos de los aficionados. Ésa es la verdad y qué vamos a hacerle. La carambola final permitió la entrada de Alejandro Talavante después de que El Juli –que pudo pedir tres tardes y se ha quedado en dos- decidiera declinar la oferta. Pero es que el demorado ‘vis a vis’ de Aguado y Roca Rey –que habría dotado de un pulso extra al abono hispalense- no tendrá lugar. Ramón Valencia relató que había sido planteado a su torero pero el peruano -esto sí que era novedad- no quiere anunciarse con los toros de Juan Pedro Domecq ni los de Jandilla, los mismos que el pasado año pusieron en bandeja la grandiosa revelación de Aguado. Son dos de los tres hierros escogidos por el sevillano para sus cuatro comparecencias. Se puso sobre la mesa –contó Ramón- una de las corridas de Victoriano del Río que, por lo visto, tampoco era del agrado de Pablo. Sólo quedaba jugar la carta de Núñez del Cuvillo, que visto lo visto, se ha quedado en la baraja a pesar de doblar en el abono. Y ése, precisamente, fue otro de los asuntos candentes que se trataron en la densa rueda de prensa del pasado jueves. Juan Pedro, Victoriano, Cuvillo y Garcigrande lidiarán dos corridas en la temporada sevillana. ¿No hay otras en el campo? Hay que conceder indulgencia a la empresa en este campo. Los toreros de la cima del escalafón quieren sota, caballo y rey. El asunto es grave y está condenando al ostracismo a corridas y ganaderías estupendas que vivaquean en las orillas del negocio taurino a pesar de sus excelentes resultados. La recentísima venta de Los Alburejos –histórico solar de los ‘torrestrellas’ de Álvaro Domecq- ha puesto de manifiesto este auténtico naufragio que debería hacer reflexionar a las grandes figuras. Los tiempos no están para pijadas ni para perderse en quién abre o cierra un cartel, un caballo de batalla que el empresario también puso encima de la mesa. La pregunta es... ¿Merece la pena revocar un uso inmemorial que resuelve más problemas de los que causa? Pues eso...

Dos ausencias

A Paco Ureña, explicó Ramón Valencia, se le ofrecieron las corridas de Santiago Domecq en primavera y la de Juan Pedro Domecq en otoño, acompañando a Morante y Pablo Aguado. Habría quedado un cartel redondo y fresco que, finalmente, será redondeado por otro torero del gusto del aficionado como Diego Urdiales que también ocupa la plaza del murciano en la revalorizada corrida de Santi Domecq. Esa oferta –según la versión de la empresa- fue rechazada por José María Garzón, flamante apoderado de Ureña que, siendo el torero más destacado de la temporada 2019, se queda fuera del abono sevillano. Es la gran ausencia de unas combinaciones en las que también hay que lamentar la falta del rejoneador Diego Ventura. La versión de la empresa y la del propio rejoneador –cantadas con distinta música- coinciden punto por punto y sólo sirven para evidenciar la escasa sintonía entre ambas partes a pesar de la elección de la corrida de Capea para allanar parte del camino. Pierde el festejo ecuestre, remendado con un cartel de circunstancias...

Y alguna más

Podríamos reseñar otras ausencias pero hay una en particular –la del malagueño Fortes- que habría merecido la apuesta de la empresa. Podría haber ocupado el lugar, para qué negarlo, de algunos nombres que sólo inspiran pereza. Mucha. A partir de ahí podemos sacar algunas conclusiones: los carteles son de notable y responden a la realidad del escalafón de matadores. Hay una cierta ‘apertura’ de algunas de las combinaciones para equilibrar el altísimo presupuesto de un ciclo que sólo podía basarse en la excelencia. Ya queda menos para que salga el toro pero dejamos para El Pilar dos perlas del discurso del empresario que no pasaron inadvertidas: “Hay ciertas corridas que sin el cartel de ‘no hay billetes’ van a pérdidas”. Ojo con el dato, que marca la medida de la economía de la plaza de toros y, especialmente, el difícil equilibrio entre lo que se demanda y lo que se genera por parte de algunos toreros que ya acusan su desgaste. Pero hubo un recadito más después de reiterar -¿y por qué no Garcigrande?- el titular de la jornada: “A veces nos miramos mucho el ombligo como sevillanos pero hay que ser un poquito más prudentes; lo que ha pedido se le ha dado pero no se puede llegar y empujar a los que están...”. Que cada uno saque sus conclusiones. Nos vamos, cambiando de tercio y enviando todos los ánimos del mundo al nuevo capítulo de la Fundación del Toro de Lidia que va a echar a andar en la ciudad de Córdoba, tan necesitada de estos impulsos. El caso es que algo se está moviendo 138 kilómetros río arriba.... Sevilla, plaza fuerte, aún sigue en el debe. Dentro de una semana más...