El PP mantiene la tensión con sus CCAA para cerrarle a Sánchez toda brecha por la financiación

Las primeras reuniones de presidentes autonómicos en el Palacio de la Moncloa -han pasado seis ya- no dan síntomas de que el debate de la financiación autonómica esté nada claro. Tampoco cómo se abordará ni si se abrirá realmente. Los barones del PP que ya han desfilado por el complejo presidencial evidenciaron una cierta sorpresa al ver que Pedro Sánchez apenas abordaba el asunto. Tampoco mencionó la quita de deuda que el Gobierno llevaba tanto tiempo agitando, consciente de que para algunas autonomías gobernadas por los populares es un tema muy sensible. “No ha habido trampas porque no se ha llegado a hablar. No hemos llegado a la posible trampa”, decía un presidente del PP hace unos días. Este viernes, el presidente de Asturias, el socialista Adrián Barbón, también reconoció que no vio ninguna concreción sobre la futura propuesta.

En todo caso, al menos por ahora, la alerta que había mandado Isabel Díaz Ayuso a sus compañeros de filas semanas atrás -y que sentó tan mal en algunos casos- se volvió algo excesiva. La exhibición de unidad que antes había buscado Alberto Núñez Feijóo, convocando incluso una cumbre de barones y buscando una escenografía similar a la de la Moncloa, también quedó sobreactuada en vista de que el presidente del Gobierno no ha buscado divisiones dentro del partido conservador. “Por ahora no ha intentado la grieta. Ya veremos. No va a hacerlo al principio de las reuniones, no tendría ningún sentido. Y tampoco todas las comunidades están en la misma situación”, resumen en la cúpula popular, evidenciando la desconfianza que mantienen con el jefe del Ejecutivo.

Esa posición está extendida en el partido, especialmente en la dirección nacional. En el entorno de Feijóo insisten en que el presidente es “un experto” en “crear y generar debates y polémicas cuando le interesa” para neutralizar otros asuntos. En las semanas de más tensión por el concierto económico pactado con ERC para Cataluña, que implicaría la salida de esa comunidad del régimen común, el Gobierno se lanzó a ofrecer una especie de café para todos. Como ya hizo el otoño pasado con la quita de deuda, desde Hacienda insistían en que la negociación de “una financiación singular” se extendía al resto de territorios.

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En la dirección nacional del PP recalcan que el hecho de que Sánchez no hablara de quita de deuda, fondos adicionales y otras fórmulas de financiación con comunidades como Andalucía hace dos semanas, “no significa” que no vaya a hacerlo en próximas citas. Y, sobre todo, “no significa” -recalcan- que no lo vaya a hacer más adelante cuando finalice la ronda de presidentes completa.

El viernes que viene está señalado en el calendario por varios motivos. Sánchez recibe al único presidente autonómico crítico del PSOE, Emiliano García-Page. Pero también a dos autonomías populares que denuncian -con Andalucía- la mayor infrafinanciación: Murcia y la Comunidad Valenciana. El president de la segunda, Carlos Mazón, es muy claro con su reivindicación de que la singularidad que merece su autonomía -emplea la palabra “singularidad”- responde a años acumulados de infrafinanciación que deben ser reparados “para empezar a mirar de tú a tú al resto”.

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La Comunidad Valenciana es también la autonomía que más deuda acumula tras Cataluña, y el Gobierno siempre la ha tenido presente a la hora de plantear una extensión de la condonación de deuda a otros territorios. 

Es también la que más tensión genera en algunos sectores del PP, hasta el punto de que algunos dirigentes ven posible que en la reunión de la Moncloa el viernes que viene Sánchez pueda abordar ese asunto aunque no lo haya hecho antes con otros presidentes. “Existe ese riesgo” dicen algunos dirigentes de la cúpula y algún otro presidente regional.

Conferencia de Presidentes y orden del día

En lo que coinciden todos los barones regionales -y también la cúpula del PP- es que más allá del pacto con los independentistas (que le han pedido a Sánchez que anule) todas las comunidades deben sentarse a hablar de financiación. Distintos presidentes del PP asumen abiertamente que tendrán “choques” con compañeros de su partido. Una realidad que todos conocen de sobra, empezando por Feijóo, que tenía una posición como presidente de la Xunta y otra como líder nacional.

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Pero el Gobierno no parece dispuesto a acceder a esa petición. Todo apunta que el encuentro de Sánchez y todos los presidentes tendrá lugar a principios de diciembre en Cantabria. Pero la batalla todavía deberá librarse y apunta al orden del día. Como publicó este diario, tanto la financiación autonómica como la política de inmigración son las prioridades, aunque la propuesta de Moncloa es que se centre en la Vivienda.

El propio reglamento de las Conferencias de Presidentes sostiene en su artículo 5 que el orden del día se fija con la conformidad del ministro y diez comunidades autónomas. El PP preside once, dos ciudades autónomas y tiene presencia en otra más, que es Canarias. Por lo que su visto bueno es esencial y pueden forzar los temas que se tengan que abordar.

Varias comunidades autónomas han llevado a la justicia la "inacción" del presidente por no convocar la Conferencia. El Tribunal Supremo ha admitido ya varios de esos recursos.