Ayer hubo sorpresa vecinal en Plaza Espartero (Polígono San Pablo). Un árbol caía a plomo sobre coches aparcados en el lugar. Apenas pequeños daños materiales, que el Ayuntamiento deberá reembolsar, fueron las consecuencias de un suceso que felizmente no registró víctimas humanas. Todo se quedó en un susto, y un video viralizado.
Hacen pocos días en la calle Valparaíso (El Porvenir) una rama gigante se precipitaba a la calle con la esquina de Juan Pablos. No hubo ni heridos ni daños. Pero los viandantes intuyeron la tragedia. El 19 de marzo sí ocurrió una tragedia. Una rama de un ficus ubicado en la confluencia de Pagés del Corro con San Jacinto (Triana) hirió a tres mujeres. Una de ellas, vendedora de la ONCE, salvó la vida en la UVI hospitalaria.
El eucalipto de la chapuza
El acerado y carril bici que discurre entre el Estadio Benito Villamarín y el Hotel Al Ándalus registra más crónica arbórea. Afortunadamente, sólo gastó presupuesto municipal que avala desvaríos y evitará tragedias. Las agraciadas son contratas de Parques y Jardines.
Un eucalipto que desgarró el acerado, elevó el doble carril bici quitó al vecindario de contenedores ‘a mano’, trasladó el carril bici al asfalto de la Nacional IVª y estrechó el acceso y salida de la calle Paraná. El desvarío para salvar al eucalipto, especie invasora que sea acuíferos, bloquea el crecimiento vegetal y sus raíces invaden cimientos, tuberías y acerados, de momento no ha generado accidentes viales en la ahora peligrosa intersección entre Avenida de Jerez y la mentada calle Paraná.
El pasado 23 de septiembre este periódico decano dio nueva cuenta de lo que ha obrado Parques y Jardines sobre este eucalipto. El carril bici que se bifurca en el acerado choca, si lo siguen a dos ruedas, irremediablemente hacia el inmenso eucalipto. Los cientos de ciclistas que usan a diario esta vía se exponen más por el asfalto que comparten con autos y camiones en una de las salidas de Sevilla más circuladas que entraña el acceso para miles de vehículos, viandantes y ciclistas del sur al centro sevillano.
Árbol inclinado, árbol talado
Hoy mismo se han constatado los reflejos municipales para talar un árbol que amenaza lo peor. Si inclinación sobre el acerado, carril bici y el asfalta de la Nacional IVª avizoraba lo peor. Ya bloqueó una puerta metálica colindante y fragmentó un muro privativo de un vecino. Las raíces del árbol buscaban un jardín particular.
Operarios de una contrata municipal plantaron una inmensa cuba que recogió fragmentos los trozos del árbol talado. Informes previos de una ingeniera de EULEN, contrata de Parques y Jardines, y técnicos municipales aconsejaron esa intervención ante la inminente caída de un árbol que no quedará huérfano en el empeño.
No se entiende cómo el Ayuntamiento planta especies que destrozan el acerado con sus raíces haciéndolo impracticable para el calzado humano (véase el estado de la Avenida Concejal Jiménez Becerril), se inclinan peligrosamente hacia la vía pública o sus raíces se enreden con tuberías, cimientos o conducciones de suministros (agua, gas, luz, telefonía). Parques y Jardines debe reformular las nuevas plantaciones arbóreas para minimizar impactos, daños o tragedias que al cabo nos cuestan el dinero. Una de las joyas de Sevilla son sus árboles y jardines. Nunca se olvide.