Entrevista | Antonio Muñoz Portavoz del Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de Sevilla y senador
"A diferencia de otros alcaldes del PP, Sanz ha sido muy cobarde con los pisos turísticos"
El líder de la oposición en el Ayuntamiento de Sevilla hace balance de la gestión de Sanz, "tremendamente pobre", defiende que "no está amortizado" como candidato y la necesidad de mayor pedagogía en los mandos del PSOE en los debates nacionales
La entrevista con Antonio Muñoz (La Rinconada, Sevilla, 1959) tiene lugar el pasado lunes, a última hora de la tarde, en una jornada marcada por la presentación del programa de actos para el centenario de la Generación del 27, en la Universidad de Sevilla. Al día siguiente, el martes, el pleno del Ayuntamiento de Sevilla, debatió las ordenanzas fiscales, que el PP sacó adelante en la mayor con el apoyo de Vox.
Por eso en la conversación con el líder de la oposición en el pleno municipal, senador y alcalde de Sevilla durante un año y medio hasta las elecciones del 28M de 2023, no hay referencias a la devastación que ha provocado la DANA en la Comunidad Valenciana, una tragedia que dimensiona la importancia de la coordinación entre instituciones y el diálogo institucional, aspectos que subraya en su discurso.
PREGUNTA. ¿Qué balance hace de su primer año en la oposición?
RESPUESTA. Somos un partido de gobierno que tiene experiencia en gestionar la ciudad de Sevilla. Somos tremendamente responsables. Hemos votado la mayoría de los asuntos de importancia en materia urbanística, de hacienda o de eventos para la ciudad. ¿Cuál es nuestra vara de medir? Si el interés general está justificado, siempre cuenta con el voto afirmativo del Grupo Socialista.
P. ¿Y el grupo está engrasado para hacer esa oposición?
R. El termómetro de la calle nos indicaba que íbamos a seguir gobernando la ciudad y, por tanto, hay que reconocer que el grupo tuvo que recomponerse. Eso tuvo su periodo que está totalmente superado. El grupo está engrasado y trabajando para recuperar en el 27 el gobierno de la ciudad.
P. ¿Que balance hace del gobierno municipal de José Luis Sanz?
R. Tremendamente pobre porque tenemos un alcalde sin ambición y sin ilusión. Durante mi mandato, Sevilla fue noticia por haber resuelto un tema enquistado como era la continuación de la línea del metro, por haber resuelto temas como la Fábrica de tabacos de Altadis, Gavidia o la algodonera en Alcosa, por promociones inmobiliarias... Nos posicionamos en el panorama internacional y nacional con los Goya, los MTV y los Grammy. Y ahora, con el señor Sanz, estamos siendo noticia por su sonrojante propuesta de cerrar y cobrar en la Plaza de España, por las ratas o porque los coches de la Policía Local no pueden circular porque no han pasado la ITV. ¿Cuál es su proyecto? Es un alcalde que está pecando de adanismo que le lleva a decir que ha sido la mejor Navidad del mundo, la mejor Bienal del mundo y dirá que el Festival de Cine va a ser el mejor de la historia.
P. ¿Y su virtud?
R. Un alcalde que está continuamente sacando conejos de la chistera para intentar ocupar titulares con propuestas que no están habladas con nadie, como la tasa a las cofradías, la Plaza de España, el lío que todavía no ha resuelto de la Feria de Sevilla... pues tengo que reconocerle que, en algunas ocasiones, está rectificando. Venía de Tomares con una etiqueta de buen gestor y la buena planificación brilla por su ausencia.
P. ¿El Grupo Socialista va a presentar enmiendas al presupuesto?
R. Enmiendas con una orientación clarísima de inversiones en los barrios. Es el momento de corregir los desequilibrios que hay en cuanto al equipamiento y a la calidad de vida entre unos barrios de Sevilla y otros. Partimos de una máxima: todo es Sevilla y, por tanto, tenemos que tender a un modelo de ciudad, que defendí en campaña, que es tener en un ratio aproximadamente de 15 minutos una biblioteca, un centro de tercera edad, un gimnasio, una zona verde... Y hay que hacer un poco de autocrítica, el Partido Socialista tiene su parte correspondiente de culpa. Para corregir esos desequilibrios el instrumento para poder hacerlo es el presupuesto.
P. Ya se ha aprobado la limitación de los pisos turísticos. El margen que le queda a la oposición ahora es recurrir la norma al TSJA. ¿Lo está valorando?
R. Lo estamos estudiando, pero no es una decisión que está tomada. El acuerdo para, supuestamente, limitar las viviendas turísticas va a provocar lo contrario. El propio expediente conlleva que se puedan otorgar en el conjunto de la ciudad más de 23.000 nuevas viviendas turísticas. No habrá más en Casco Antiguo y algunas zonas de Triana pero en el resto es como una mancha de aceite que va colonizando otros espacios.
Es una medida que no sirve para nada. El alcalde ha sido muy cobarde, a diferencia de otros alcaldes o alcaldesas de su propio partido que han optado por una moratoria. Con cerca de 10.000 licencias que tiene ahora mismo Sevilla es un número más que suficiente para atender la demanda de viajeros que se mueve por pisos turísticos cuando sale de viaje. Esas 23.000 y pico de licencias que se van a poder otorgar fruto del acuerdo PP y Vox serán viviendas que restaremos al mercado del alquiler.
P. A este escenario se llega con muchas licencias dadas durante mandatos del PSOE.
R. Hay una diferencia entre los instrumentos que tiene ahora mismo el señor Sanz para limitar los pisos turísticos y las que tuve yo como alcalde que es el decreto de la Junta. Esa norma se ha aprobado estando el señor Sanz de alcalde y creo que no está aprovechándolo al máximo. Es el momento de limitar. En una economía de mercado son palabras mayores, pero hay que ser valientes y limitar al máximo ese crecimiento con una moratoria. Yo no lo pude hacer. ¿Y qué hicimos? Una modificación del PGOU, que luego nos han copiado otras ciudades, como Cádiz. Es decir, que todas las limitaciones que tiene un hotel, un apartamento, un hostal o una pensión -por ejemplo, que en determinadas zonas de Sevilla no se puede establecer a partir de la segunda o tercera planta- se extendieron hacia los pisos turísticos. Esa fue el arma que teníamos nosotros.
De seguir así, los turistas van a ver a un sevillano por el barrio de Santa Cruz y le van a hacer una foto
P. Ni Ayuntamiento ni Junta están aplicando la Ley de Vivienda Estatal que obliga a trazar el mapa zonas tensionadas. ¿Qué zonas según usted?
R. Las zonas tensionadas coinciden precisamente donde los pisos turísticos han crecido de manera exponencial. Es ahí donde hay que impedir que los sevillanos no puedan vivir en esos barrios. De seguir así, los turistas van a ver a un sevillano por el barrio de Santa Cruz y le van a hacer una foto igual que hacen con la plaza de las Tres Cruces.
P. Y además de las limitaciones, ¿qué propuestas tiene en materia de vivienda?
R. El Ayuntamiento y la Junta tienen que aceptar el marco jurídico que nos posibilita la ley nacional. Y luego, intentar ampliar la oferta. Hay una oportunidad perdida en las ordenanzas fiscales para establecer incentivos para el acceso a la vivienda de los jóvenes o en las nuevas promociones inmobiliarias, para que se dedique una parte de ellas a protección oficial. Tenemos que ser más agresivos. Si realmente queremos atajar este problema, no podemos confiar solamente en la oferta y la demanda de la economía de mercado.
P. ¿Cuáles son sus soluciones para el Polígono Sur?
R. El Polígono Sur y algunos otros barrios de Sevilla que necesitan una transformación social requieren, en primer lugar, liderazgo del Ayuntamiento. Es verdad que por sí solo no puede desarrollar una política integral en materia de vivienda, educación, recuperación del espacio público, lucha contra el absentismo escolar, formación para el empleo... Ahí hay competencias del Gobierno de España, la Junta y el Ayuntamiento. ¿Qué hemos aprendido después de 20 años de intervención en el Polígono Sur? El modelo de gobernanza del comisionado está caducado, no puede ser solamente un coordinador. Tiene que tener más autoridad de la que han tenido hasta ahora y un presupuesto asignado. Si la situación es excepcional, tenemos que tener políticas excepcionales. No podemos supeditar la intervención en el Polígono Sur a convocatorias ordinarias que ocurren cada 3 o cada 4 años. Para servicios sociales, viviendas, necesitamos una vía mucho más rápida para que realmente podamos torcer el curso de la historia en este barrio.
P. El alcalde anunció una reforma del ICAS, ¿apoyará la medida?
R. ¿Qué propone? No conocemos la propuesta del Partido Popular. Con el ritmo de actividad que nosotros incorporamos al ICAS, se demostró que era un instrumento que no servía y por eso propusimos reformularlo para modificar los estatutos y la nueva RPT para que el partido que gobernara las elecciones encontrara un camino ya recorrido. En el último momento el PP decidió no apoyarla.
P. ¿Pero ustedes qué harán ahora?
R. En este momento, miedo me da cualquier propuesta a la vista del desmantelamiento de la agenda cultural en este año y medio. Aquí sí que llama la atención la indolencia del sector cultural, que está demasiado callado. Nosotros nos retrasábamos un mes o dos en las subvenciones e inmediatamente había una corriente crítica. Es de agradecer un sector vivo capaz de reivindicar a la administración pero ahora lo veo demasiado apagado.
P. ¿Por resignación?, ¿miedo?
R. Creo que es resignación, que estos cuatro años pasen cuanto antes.
P. Ha nombrado antes la tasa cofrade.
R. Empieza a haber una sensación en toda la ciudad de que hay un exceso de eventos extraordinarios que están provocando, entre otras cuestiones, una devaluación de la propia Semana Santa, sensación que comparte mucha gente del mundo cofrade. Tendrá que ordenarse de acuerdo con el Consejo y el Arzobispado. No es un tema de izquierda o derecha, sino de sentido común.
P. La limpieza fue el ariete de Sanz contra usted en campaña. ¿La solución pasa por ampliar la plantilla?
R. La limpieza es el gran fracaso del señor Sanz, porque efectivamente a mí me hizo mucho daño electoralmente. Dijo que en tres meses iba a resolver este asunto. Ha pasado un año y medio y la situación no es que esté igual, es que está peor. Sevilla está llena de ratas y no puede escudarse en que son heredadas porque la vida de una rata como máximo es de un año y medio o dos años. Que haga la cuenta del tiempo que lleva en el Gobierno.
Sevilla está llena de ratas y no puede escudarse en que son heredadas porque la vida de una rata como máximo es de un año y medio o dos años
P. ¿Cuál es su propuesta?
R. Hemos apoyado la ampliación de plantillas en un acuerdo de pleno. La plantilla ha ido menguando a medida que la ciudad ha ido creciendo. Por condiciones climatológicas vivimos mucho en la calle y tenemos muchísimos eventos deportivos, culturales, religiosos y todo eso hace que tengamos que aumentar la frecuencia de limpieza. Y por último, tiene que haber una colaboración ciudadana. La única medida del señor Sanz se llama un gerente de 140.000 euros brutos al año que hasta ahora no ha justificado para nada ese sueldo.
P. ¿Dónde debe ampliarse el Museo de Bellas Artes?
R. El Grupo Socialista defiende al 100% la propuesta de Monsalves. ¿Con quién ha consultado el alcalde su frivolidad de llevarlo a la Plaza de España o a la Fábrica de Tabacos? Tiene que ponerse manos a la obra para arrancar el compromiso al Gobierno de España.
P. Aquí uno de los ministros del Gobierno que más eco está teniendo es el señor Puente por sus polémicas palabras al alcalde. ¿Entiende que se manifieste en esos términos?
R. Yo lo que no entiendo es que el alcalde cada vez que ha venido un ministro o una ministra se haya escondido y que haya preferido el regate corto de un tuit, de una carta antes de acudir a la cita del ministro. Vino la ministra de Ciencia para presentar el logo de la Agencia Espacial, la de Vivienda para un proyecto de intervención de rehabilitación de la Iglesia de la Anunciación junto con la Universidad, la de Inclusión Social un congreso de Deporte e Inclusión en Fibes, el ministro Puente a un tema vinculado a la SE40 de una rotonda de Espartinas... y en todos los casos ausencia del alcalde. Podría seguir.
La visita de un ministro a Sevilla es una oportunidad, pero parece que al señor Sanz le interesa mucho más la confrontación con el Gobierno que intentar arrancar una negociación. La visita de un ministro es una oportunidad y lo está desaprovechando en aras de actuar de tobillero.
P. ¿Pero le gusta el tono del ministro Puente?
R. La gente está harta de confrontación, de ruido político y por tanto bien haríamos en un lado y en otro intentar llegar a acuerdos. Me da pudor ponerme de ejemplo pero hubo mucha costura detrás del convenio que se firmó en el Alcázar entre el Ministerio y la Junta para firmar 1.300 millones de euros para la línea 3 de Metro. Ahí le puedo asegurar que si hubiera habido un alcalde tobillero, más interesado en meterle el dedo en el ojo a la Junta que en llegar a un acuerdo, hoy no estarían las obras iniciadas. Pero, sin embargo, creo que es lo que quería la gente.
Ahora mismo el Ministerio de Fomento tiene el estudio de la conexión de Santa Justa y el aeropuerto que está en marcha, el tema de la SE40, guste o no les gusta a los señores del PP con la opción del puente, significa desbloquear una situación. La ampliación del propio aeropuerto, del Quinto centenario son de este ministerio. Por tanto, interesará tener un buen clima de entendimiento más que estar en la guerra de los tuits. Con esta estrategia de Sanz, ¿quién gana? Sevilla pierde.
P. ¿En el Gobierno de España son conscientes del problema de movilidad que tiene Sevilla?, ¿le escuchan cuando llama?
R. Indudablemente. En el periodo que estuve como alcalde, se produjo el desbloqueo de la línea 3 del metro, del estudio de la conexión de Santa Justa con el aeropuerto y el puente de la SE-40, guste o no. ¿Cuál era mi argumento cuando hablaba con la ministra de turno o con Moreno Bonilla? No se nos puede estar recordando las inversiones que tuvimos en el 92, porque ya hace más de 30 años. ¿O acaso, si miramos a Barcelona se le seguía respondiendo que ya tuvieron bastante con las Olimpiadas? Pero para eso hace falta un alcalde que negocie, que dialogue y que intente llegar a acuerdos. Y desgraciadamente tenemos un alcalde que está más interesado en el regate corto y en pegarle patas en las espinillas al Gobierno de España.
P. Se ha confirmado como candidato a las municipales de 2027. ¿Temió en algún momento no serlo?
R. No, yo lo que tenía claro desde el minuto uno es que me iba a presentar. No me siento amortizado, ni muchísimo menos, y recibo muchísimos inputs positivos, no solamente de la militancia, sino de la gente anónima en la calle. Y eso me anima a volver a intentarlo.
P. ¿Habrá primarias?
R. Las primarias están recogidas en los estatutos y por tanto puede haber algún compañero o compañera que decida, si recoge los avales suficientes, presentarse. Yo lo que estoy diciendo es que voy a ser candidato. Y una cosa muy clara: se presente quien se presente.
P. Pero a qué se refiere. ¿De su partido o por el PP?
R. De mi partido.
P. ¿Ah, sí?, ¿pero intuye que se quieren presentar otros?
R. Yo no intuyo, lo digo sinceramente, no tengo información, ni me han dicho nada.
P. Usted no procede del mundo orgánico, que es una de las críticas que se le ha hecho desde dentro. ¿Quién es su principal aliado en su partido?
R. Yo tengo el apoyo de María Jesús Montero, vicesecretaria general, de Juan Espadas y el apoyo de Javier Fernández. ¿Qué más puedo pedir? Y cuando he tenido la posibilidad de hablar, aunque sea de una manera breve, con el secretario general y presidente del gobierno, he sentido su apoyo.
P. ¿Cómo nota el ambiente de cara al congreso federal?
R. Los acontecimientos de la política nacional se están precipitando y van a condicionar bastante, supongo, el congreso. Bajo mi punto de vista, lo importante es que tenemos un gobierno que está consiguiendo el crecimiento económico de España sin olvidar una red social de apoyo a los más débiles como nunca ha existido en este país. El congreso debe servir para rearmarnos ideológicamente y marcar el programa de la socialdemocracia en España. Lo que pasa es que hay un ruido ambiental que intenta devaluar todos esos logros que en otros momentos de la democracia española hubieran sido suficientes como para garantizar que el gobierno de turno revalidara ganando las elecciones. Ahora mismo los árboles no nos dejan ver el bosque y habrá que reflexionar por qué.
P. ¿Por qué?
R. Creo que es carne de análisis.
P. Está teniendo mucha actividad orgánica, mucha agenda por agrupaciones en los barrios. ¿Qué opinan del Gobierno?, ¿del cupo catalán, de las concesiones a los independentistas?
R. Yo sé cuáles son mis déficits, que era un anclaje orgánico que tenía que mejorar. Y por eso desde el minuto uno estoy haciendo una ruta por todas las agrupaciones para explicar qué es lo que estaba haciendo el Grupo Socialista en el Ayuntamiento. Y cuando salen los temas de política nacional, en su momento la amnistía, el acuerdo con ERC para el gobierno catalán, lo que piden los militantes de base es información. Y creo que los mandos del Partido Socialista, de Madrid, Andalucía y de Sevilla, tenemos que duplicar los esfuerzos para explicar las políticas que se están desarrollando como las subidas del salario mínimo o de las pensiones o la ley ELA, uno de los momentos más orgullosos que he tenido en el año y medio que llevo como senador.
P. ¿Y en esos encuentros sigue siendo un tema sensible hablar de la corrupción? ¿Le hablan de la sentencia del Supremo de los ERE a Chaves o a Griñán?, ¿del caso Ábalos?
R. En el caso de Manolo Chaves, hay una satisfacción porque había una opinión muy generalizada favorable a él. Y luego en los casos más recientes, pues habrá que verlo. Yo aquí tiro de manual en el sentido de la diferencia, es decir, casos de corrupción que están muy incrustados en la condición humana de todos los partidos cómo estamos reaccionando unos partidos y cómo están reaccionando otros, aunque suponga un mazazo en la moral de los militantes.
P. ¿Cómo ve a Juan Espadas?, ¿entiende las voces críticas?
R. Me recuerda cuando estábamos en el Ayuntamiento de Sevilla, frente a una mayoría absolutísima, como no la ha tenido nadie, de Zoido con 20 concejales. Había editoriales, opiniones críticas, externas e internas, que no le daban crédito a la tarea de oposición de Juan Espadas. ¿Y qué ocurrió? Que al siguiente mandato fue alcalde de Sevilla. Podríamos recuperar la hemeroteca. Es un corredor de fondo, hay que dejarle trabajar. Me resulta impensable que el deterioro de la sanidad y la dependencia o la educación, no le vaya a pasar factura a Moreno Bonilla que, dicho sea de paso, es un presidente al que ha sido muy difícil, hasta hace bien poco, hacerle un rasguño político. Pero creo que el maquillaje empieza a agrietársele.
P. ¿Y se sigue llevando tan bien con él?
R. Cuando estuve de alcalde, tuvimos una visita mía a San Telmo y una visita suya a Plaza Nueva. Establecimos una máxima y era que, en la medida de lo posible, el alcalde de Sevilla y el presidente de la Junta teníamos que intentar llevarnos bien y, sobre todo, intentar resolver las diferencias con el diálogo y la negociación. Cuando yo tenía algún problema, alguna discrepancia con algún consejero o consejera, tenía siempre la puerta del presidente y eso me funcionó. Y, por tanto, siempre distingo que en el terreno personal puedo seguir llevándome bien y me llevo bien, y otra cosa es las discrepancias. Los señores del PP no son mis enemigos, son mis adversarios políticos. Y con un adversario político, yo me puedo tomar una cerveza.
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