CASO KOLDO

Ferraz esgrime las auditorías en la etapa de Ábalos para rechazar la acusación de financiación irregular

En la dirección federal aducen que nunca "se vio nada en especial" en las actividades del exsecretario de Organización y exculpan a Santos Cerdán cuando era su número dos

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto al exministro y ex secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, y la presidenta del partido, Cristina Narbona, en una foto de archivo.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto al exministro y ex secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, y la presidenta del partido, Cristina Narbona, en una foto de archivo. / DAVID CASTRO

Ni nadie sabía nada, ni nadie sospechó nada. Si Moncloa trata de blindar a Pedro Sánchez del caso Koldo para delimitar las implicaciones en el exministro José Luis Ábalos, en Ferraz hacen lo propio para desmarcarse de cualquier responsabilidad in vigilando o conocimiento de las actividades de quien por entonces era secretario de Organización. Niegan así las acusaciones de financiación irregular por las que el PP ha presentado una demanda. En la dirección federal aducen que nunca saltaron las "alarmas" en sus controles internos, ni que tampoco "se vio nada en especial". Ni siquiera en las auditorías internas respecto a gastos que el ex número tres del partido abonaba a la organización. Cantidades elevadas según relatan trabajadores del partido.

Las auditorías, señalan desde la secretaría de Organización, "siempre se hacen" y no arrojaron dudas sobre Ábalos, quien según el sumario de la UCO de la Guardia Civil habría recibido beneficios por parte de la trama, como el pago del alquiler a su expareja o el disfrute de un chalé en Cádiz. En Ferraz señalan que este sentido son "los más transparentes" según los informes del Tribunal de Cuentas.

No hubo “"ingún indicio anterior" que pudiese generar dudas sobre Ábalos o que lo relacionase con la trama. Entonces, su número dos era Santos Cerdán, quien lo sustituyó al frente de la secretaría de Organización, y quien según el sistema de control de Ferraz daba el visto bueno a sus gastos, al chequearse por departamento, y los elevaba a la gerencia. Al frente de esta estaba Mariano Moreno, ahora presidente de la empresa pública Enusa, a nombramiento de la SEPI.

"Nos enteramos a través de los medios", explican fuentes socialistas de la actual dirección para concluir que todos quienes estaban al lado de Ábalos en su momento "están muy tranquilos". Otras fuentes conocedoras llaman la atención sobre el hecho de que el exministro solía desplazarse con su adjunto, Santos Cerdán. Según el informe de la UCO, su expareja, a quien la trama pagó 88.000 euros del alquiler, habría asistido a varios de sus viajes oficiales.

El exministro fue apartado del Gobierno en julio de 2021, en el marco de una remodelación más amplia. Unos días después presentó su dimisión del cargo de la secretaría de Organización. Si tanto en Moncloa como en Ferraz coinciden en señalar su sorpresa por el papel que se le atribuye en el informe de la Guardia Civil entregado en la Audiencia Nacional, algunos excompañeros sí deslizan la vida "desordenada" que mantendría entonces a nivel sentimental, siempre sin sospechar sobre asuntos presuntamente ilícitos. En este sentido, fuentes del Gobierno señalan que no es infrecuente la entrega de informes a Moncloa por parte de los equipos de escoltas.

Querella del PP

Se desvincula así del caso Koldo la destitución de Ábalos del Gobierno. Algo que ya negó Sánchez en su momento y sobre lo que se encargaron de insistir diferentes ministros socialistas estos días. En el PP dicen no tener dudas de que las pesquisas no solo implicarán a otros miembros del Gobierno, sino al propio Pedro Sánchez. De ahí la querella presentada este lunes por financiación irregular, basándose en informaciones en prensa de un empresario anónimo que aseguró llevar "90.000 euros en bolsas a la sede del PSOE. En Ferraz ponen en entredicho su veracidad.

"Ni un solo detalle, ni una fuente ni un dato ni a quien entrega el dinero. Exigimos un mínimo de rigor, también en lo que se publica", lamentaba este lunes la portavoz del partido, Esther Peña. Ante ello, vaticinaba que la querella no será admitida a trámite porque se basa "en recortes de prensa" que según la jurisprudencia "impide iniciar investigaciones de esta manera". Respecto a la denuncia de este empresario anónimo, en la sede federal aducen que no puede comprarse porque el registro de las cámaras de seguridad se borra cada 30 días porque así lo determina la ley de protección de datos.

Moción de censura

No solo en el PP y Vox, quien ya ha avanzado su disposición a apoyar una hipotética moción de censura, buscan apuntar a Sánchez. Entre los socios parlamentarios, desde Podemos han puesto en entredicho que el líder socialista no tuviera conocimiento de lo que ocurría en torno al caso Koldo tras las últimas revelaciones de la UCO. "La corrupción del PP no era ajena a M.Rajoy y es inverosímil que la corrupción del caso Koldo fuese ajena a Pedro Sánchez", señaló el secretario de Organización de Podemos, Pablo Fernández. "El PSOE intenta quemar en la plaza pública a Ábalos, el que fue su ex secretario de Organización, número tres del PSOE y mano derecha de Sánchez, y no es creíble", remachó.

Desde el PNV sí se han desmarcado de la querella del PP, achacándola a un intento de tapar la polémica por apoyar la reforma que rebajaría penas a etarras con condenadas ya cumplidas en cárceles fuera de España. "Parece que va acusando al PSOE de financiación ilegal cuando en el informe de la Guardia Civil no aparece nada de eso", apuntaba el portavoz en el Congreso durante una entrevista en Onda Vasca recogida por Europa Press. Si bien se mostró favorable a que “cuantas más explicaciones mejor” y evitó anticipar "hasta dónde puede salpicar el Gobierno", sí desinfló los números para una moción de censura. Algo que también desdeñar desde Ferraz al asegurar que el único aliado de los populares para ello sería la ultraderecha, sacando a otros partidos de la ecuación.