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Joaquín celebra un gol en la histórica temporada 2004-05 / Antonio Acedo
El culebrón del verano en el Betis ha tenido un final feliz. Joaquín Sánchez, casi una década después de su marcha, vuelve a ser jugador verdiblanco. El club de Heliópolis y la Fiorentina, con la que el portuense tenía contrato hasta 2016, han alcanzado por fin un acuerdo y el jugador pondrá fin a su etapa en Italia para volver a casa. A las 23.35 horas hizo oficial la Fiorentina el traspaso del portuense en su página web.
Joaquín firmará un contrato de tres temporadas, según explicó el propio Betis en su web al filo de la media noche, y viajará a primera hora de este martes desde Italia a España. A las ocho de la tarde está prevista su presentación en la sala de prensa del Benito Villamarín y posteriormente a los aficionados en el terreno de juego. El Betis pagará ahora 500.000 por el traspaso y deberá afrontar en el futuro unos bonos por objetivos que pueden elevar la cifra del traspaso hasta 1,5 millones. Joaquín cobrará 1,7 millones brutos por temporada.
Tras salir de las oficinas de la Fiorentina, Joaquín ha dicho sus primeras palabras a los medios allí congregados. «Estoy muy feliz, vuelvo a casa, al equipo que me ha dado todo en el fútbol», ha confesado. «Todo ha acabado de la mejor manera, tanto para mí como para el club. Han sido dos semanas difíciles, pero siempre tuve sentimientos positivos. Quiero dar las gracias a Andrea y Diego Della Valle y a todos los aficionados por estos dos años fantásticos. Estoy contento pero también triste, dejo mi segundo casa. Es una decisión personal, para ser feliz y acabar mi carrera en el equipo que me ha dado todo», ha repetido Joaquín.
«La última temporada fue muy buena, creo que hice una buena campaña y voy a echar de menos la Serie A. Dejo una ciudad y una afición que seguramente voy a extrañar. Como ya he dicho, quiero dar las gracias a los tifosi por estos dos años y por el apoyo que me han dado en los últimos días. Florencia permanecerá siempre en mi corazón», admitió también el portuense, que dio un cariño a su entrenador y el resto de la plantilla: «Todavía tengo que hablar con todos, desde el entrenador a los compañeros: Quiero saludar a todos antes de irme. Han sido dos semanas difíciles, la cabeza no era la de un profesional y no jugué, también por respeto a mis compañeros y mi entrenador», explicó.