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Los jugadores del Sporting celebran junto a la afición del Betis el 0-3 en el Villamarín en 2015. / M. Gómez
Los caprichos del destino han querido que en la última jornada del campeonato el Real Betis tenga que visitar al Sporting de Gijón en El Molinón. Enseguida muchos hicieron cálculos sobre cómo podrían llegar los dos equipos a esa cita final, rememorando lo ocurrido en la Segunda División 2014-15, cuando el equipo asturiano ascendió a la Primera en el Benito Villamarín, donde tenía que ganar y goleó sin dificultad (0-3) a un Betis ya ascendido. Las casualidades de este tipo se han sucedido en alguna que otra ocasión desde que en 1997 el cuadro rojiblanco venciera 0-1 en Heliópolis ante el delirio de la afición verdiblanca, que le pedía a gritos a sus jugadores que no mostraran demasiadas ganas por vencer y así perjudicar al Sevilla, el eterno rival, que se jugaba la permanencia contra el Sporting, entre otros. Esta vez el Betis, ya salvado, vuelve a no jugarse nada en el tramo final de la Liga y el Sporting, desahuciado hace tiempo, ve la luz tras su triunfo ante Las Palmas y un calendario en el que precisamente el Betis debe jugar ante ellos y frente a su rival, el Leganés.
Sí que se juega algo, por tanto, el equipo de Víctor Sánchez del Amo este domingo en Butarque, donde puede echarle de nuevo una manita a un Sporting con el que guarda ese pacto tácito de ayuda desde hace dos décadas. Si el Betis vence en tierras madrileñas y cae derrotado en El Molinón, su incidencia en la adjudicación de la última posición de descenso a la Segunda habrá sido notable. El Betis, con nueve puntos aún por disputar, puede acabar, como muy arriba, el 11º, teniendo para ello que ganar este domingo, al Atlético en casa y en Gijón, luego no tiene apenas nada en juego y ya se sabe cómo afrontan los equipos así las últimas jornadas. No en vano, hace unos años el Betis bajó tras vencer el Osasuna en las dos últimas jornadas nada menos que a un Madrid y a un Barcelona sin nada de ímpetu.
Pero, ¿cómo sientan estas incómodas sospechas de final de la temporada en Leganés? El conjunto pepinero no ha logrado cerrarle el paso a un Sporting que está a sólo tres puntos en la tabla y con un calendario que seguirá brindándole rivales en chanclas. «Yo cuento con que el Sporting va a sacar los nueve puntos que quedan», decía Asier Garitano, técnico del Lega, antes de que los asturianos se impusiesen a Las Palmas (1-0). No obstante, el entrenador vasco no le tiró dardos al Betis, protagonista una vez más como juez ante un Sporting hermano: «Nosotros vamos a tener que sacar al menos cuatro puntos. Lo del Betis con el Sporting no me preocupa. Los últimos años han coincidido en últimos partidos y sí que es verdad que el Sporting en las últimas temporadas ha conseguido objetivos muy importantes no dependiendo de ellos. El año del ascenso ganó en el Benito Villamarín, el año pasado, en la última jornada, creo que tampoco dependían de ellos, ganaron al Villarreal y el Betis hizo lo propio con el Getafe... El Leganés ha hecho las cosas como tenemos que intentar hacerlas. No podemos tener miedo». Eso sí, tras la debacle ante el Alavés, el Betis también se juega un poco de amor propio en Butarque.