Rubén Castro quiere ser como Rincón y Alfonso

Son los únicos jugadores del Betis que acabaron una temporada de Liga como máximos goleadores españoles. El canario está empatado a 17 tantos con Aduriz (Athletic) y Borja Bastón (Eibar) a seis jornadas del final

14 abr 2016 / 09:00 h - Actualizado: 14 abr 2016 / 21:48 h.
"Real Betis","Rubén Castro"
  • Rubén Castro se besa el tatuaje en honor a su hijo tras marcar ante el Levante / Manuel Gómez
    Rubén Castro se besa el tatuaje en honor a su hijo tras marcar ante el Levante / Manuel Gómez
  • Poli Rincón celebra un gol en aquella temporada 82-83 / Archivo de El Correo de Andalucía
    Poli Rincón celebra un gol en aquella temporada 82-83 / Archivo de El Correo de Andalucía
  • Alfonso, en el Sporting-Betis de la 96-97 / El Correo
    Alfonso, en el Sporting-Betis de la 96-97 / El Correo

La importancia de llamarse Rubén Castro en el Betis es tan patente y tan brutal que el conjunto verdiblanco sería colista destacado de la Liga si no contase con los goles que ha marcado el canario. Son 17, lo que supone más de la mitad de los 29 que ha conseguido en total su equipo (el 59% para ser exactos). Eso significa dos cosas. La primera, que el protagonista se encuentra a sólo un tanto de igualar su récord como futbolista de Primera. Y la segunda, que es uno de los mejores delanteros españoles de esta campaña. De hecho, puede acabar siendo el número uno.

A falta de seis jornadas para el final del campeonato, el pichichi del Betis está igualado a 17 goles con Aritz Aduriz (Athletic) y Borja Bastón (Eibar). A una diana de distancia aparece Lucas Pérez (Deportivo, 16). Y a cuatro, Agirretxe (Real Sociedad, 13). El título de máximo goleador de esta Liga es imposible para todos ellos (Cristiano Ronaldo lidera la estadística con 30 tantos), pero ahora se disputan el Trofeo Zarra, que desde 2006 distingue al mejor artillero español de cada campaña. Rubén sería el primer bético en conseguirlo porque en toda la historia de las trece barras sólo hay dos precedentes de pichichi nacional, pero ambos lo lograron antes de ese año.

El primer jugador del Betis que se proclamó máximo goleador español en Primera fue también el único que ha logrado el título de pichichi de la categoría: Poli Rincón. Alcanzó el honor en la temporada 82-83, con 25 años, en su segundo ejercicio como verdiblanco. Marcó más goles que nadie y alcanzó la que acabó siendo mejor marca de toda su carrera: 20 tantos. Se impuso al zaragocista Raúl Vicente Amarilla, paraguayo de nacimiento pero nacionalizado español en 1982, que anotó 19; y a un histórico del balompié español, Dani, que con 31 años hizo 18 dianas para el Athletic.

El segundo de la lista, y último por ahora, fue Alfonso Pérez Muñoz en la 96-97. Madrileño como Rincón, el mago de las botas blancas fue capaz de marcar 25 goles en una temporada récord para su equipo desde el punto de vista ofensivo. Ningún futbolista verdiblanco ha anotado nunca tantos goles y nunca ningún Betis de Primera igualó la plusmarca de aquel curso: 81 dianas.

Alfonso superó a un grande entre los grandes, el madridista Raúl, que se quedó en 21 goles; y a otro delantero muy de moda en aquellos años, Oli, entonces en el Oviedo, que llegó a 20. Como curiosidad, el bético ganó a uno con quien compartió vestuario y a otro con quien lo compartiría después, en concreto durante los tres años siguientes. Los 25 goles, sin embargo, no le bastaron para proclamarse pichichi de la Liga porque aquel año se topó con el mejor Ronaldo de la historia: 34 tantos consiguió el delantero brasileño del Barcelona.

Otros jugadores emblemáticos del Betis estuvieron a punto de ser los mejores entre los españoles, pero les faltó un poco más de puntería. El ejemplo más reciente es el propio Rubén, que en la 2011-12 marcó 16 goles y se quedó a uno de Soldado (Valencia). En la 2002-03, Fernando hizo 15, uno menos que Raúl. En la 94-95, Cuéllar sorprendió a toda España con 14 dianas, a dos del pichichi absoluto, Esnáider (Zaragoza, 16), y a una del español más goleador, Pizzi (Tenerife, 15), que se había nacionalizado en octubre de 1994. En la 90-91, Mel consiguió una muy meritoria marca de 14 goles en el peor Betis de la historia en Primera hasta entonces y quedó tercero, detrás de los 19 de Butragueño y los 16 del atlético Manolo. En la 86-87, de nuevo Rincón rozó la cumbre con 17 tantos, pero lo mejoró Magdaleno (Mallorca) con 19. Y en la 63-64, Ansola (17) habría disfrutado de ese privilegio si el madridista Puskas (21) no se hubiese nacionalizado español en 1961.