Aire puro a base de sufrir y sufrir (2-1)

El Sevilla vence al Celta con goles de Muriel y Nolito tras remontar el tanto inicial de Maxi Gómez. El equipo de Berizzo se dejó la piel pero vuelve a dejar dudas

18 nov 2017 / 20:45 h - Actualizado: 18 nov 2017 / 23:08 h.
"Sevilla FC"
  • Festejo del primer gol de Muriel. / Manuel Gómez
    Festejo del primer gol de Muriel. / Manuel Gómez

El Sevilla retomó la Liga con una victoria sobre el Celta fruto de su persistencia y de su mayor acierto puntual en una noche de desaciertos, tanto en ataque como en defensa, que acentúan la necesidad de dar un paso al frente cuanto antes. Los goles de Muriel y Nolito remontaron un encuentro que se puso cuesta arriba tras el tanto inicial de Maxi Gómez pero que el conjunto de Eduardo Berizzo logró sacar adelante con más ganas que argumentos sólidos. Se sigue esperando más de este Sevilla, es innegable, abonado a resoplar y a exprimirse hasta lo indecible para marcar y tener así posibilidad de ganar los encuentros. Y el martes llega el Liverpool. Palabras mayores. No quedará otra que ver al mejor Sevilla de la temporada si quiere amarrar el pase a los octavos de final de la Liga de Campeones y no jugarse el ser o no ser en la última jornada de la fase de grupos.

Aprovechar las ocasiones ante la portería rival se ha convertido en todo un hándicap para este Sevilla, tan capaz de zarandear a sus adversarios como de derrumbarse por falta de concentración y ajustes defensivos. Y es que, un día más, el equipo de Berizzo tuvo que gastar mil balas antes de acertar en la diana. Para entonces, sin embargo, ya iba a remolque en el marcador. Una falta sacada por Pione Sisto permitió a Maxi Gómez cabecear a gol aprovechando que David Soria no estuvo acertado (12’).

Pero, más allá de aprovechar ese error defensivo, el Celta había aprovechado los enormes problemas del Sevilla a la hora de ver puerta. Franco Vázquez, titular en la demarcación que suele ocupar Banega, suplente al inicio este sábado, firmó un auténtico recital de ocasiones claras desperdiciadas: mano a mano con Rubén Blanco en el que éste saca con su cuerpo el balón tras el disparo del argentino con todo a favor (3’); remate de volea en el segundo palo que se marcha alto tras centro de Escudero (20’); disparo dentro del área que tapa Jonny (24’); rosca que se pierde cerca de la escuadra por poco (33’)... Toda una sucesión de uys y de manos a la cabeza en las gradas de un Ramón Sánchez-Pizjuán que no se creía lo que estaba viendo y que, además, resopló al ver cómo el colegiado anulaba un gol de Pione Sisto en jugada ensayada por ayudarse con el brazo cuando el Celta mandaba peligrosamente en el marcador (30’).

Lejos de cambiar, el Sevilla siguió a lo suyo: lo intentó por las bandas, por el centro... y allí andaba Muriel. Berizzo le dio la titularidad y el colombiano respondió asistiendo a sus compañeros y, sobre todo: haciendo goles. Suyo fue el del empate, nacido en una falta que sacó Geis y que Muriel cabeceó adelantándose a todos (36’).

Geis y Muriel fueron precisamente dos de las novedades del once inicial, donde Sarabia se situó en la derecha y volvió a demostrar que hay que contar con él. No hubo más que ver su jugada en la acción que dio origen al 2-1, obra de Nolito al cabecear en el segundo palo un centro del madrileño (48’). Le puso ganas el sanluqueño, marcó y se retiró entre aplausos.

La buena puesta en escena tras el descanso pareció cambiar el decorado. No fue así. En realidad, el Celta perdonó el empate en dos ocasiones clarísimas, una de Maxi y otra de Hernández en pleno desconcierto defensivo cuando el conjunto de Unzué se plantaba con velocidad en tres cuartos de campo. No queda otra que mejorar en defensa porque, si bien es cierto que el Sevilla falló lo infallable ante la portería rival, el Celta hizo lo mismo en la segunda parte. Además, los gallegos reclamaron penalti por mano de Corchia en otra llegada peligrosísima.

Y así, a base de intentarlo y de sufrir, el equipo de Berizzo intentó hacer bueno el 2-1. Banega entró por Franco Vázquez para intentar aportar algo de luz y de fuerza a un Sevilla nada sobrado.

David Soria sacó con una gran parada un cabezazo del Hernández; Corchia se retiró lesionado, entrando al campo Kjaer y pasando Geis a jugar de lateral derecho; Guidetti y Wass pusieron también a prueba al portero con sendos disparos envenenados; Krohn-Dehli entró por Nolito para reforzar el centro del campo... Y llegó el pitido final para alegría de una afición, eso sí, volcada con su equipo pese al enorme sufrimiento que padeció en sus carnes. Y ahora, el Liverpool. Todo un desafío.

2 - Sevilla: David Soria; Corchia (Kjaer, m.74), Geis, Lenglet, Escudero; Nzonzi, Pizarro; Sarabia, Franco Vázquez (Éver Banega, m.65), Nolito (Krohn-Dehli, m.83); y Muriel.

1 - Celta: Rubén Blanco; Hugo Mallo, Cabral (Brais, m.78), Sergi Gómez, Jonny; Pablo Hernández, Wass, Lobotka (Radoja, m.69); Aspas, Pione Sisto (Guidetti, m.78) y Maxi Gómez.

Goles: 0-1, M.12: Maxi Gómez. 1-1, M.36: Muriel. 2-1, M.48: Nolito.

Árbitro: Carlos del Cerro Grande (Comité Madrileño). Expulsó al segundo entrenador del Celta, Robert Moreno, por protestar en el minuto 36. Además, amonestó a los locales Corchia (m.18) y Pizarro (m.86) y a los visitantes Aspas (m.62) y Jonny (m.89).

Incidencias: Partido de la duodécima jornada de LaLiga Santander disputado en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán ante unos 35.000 espectadores.