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El Sevilla se niega a dejar ir gratis a Monchi

El club dice que el de San Fernando ha aceptado quedarse tras exigirle que cumpla lo firmado el verano pasado

31 may 2016 / 22:12 h - Actualizado: 01 jun 2016 / 11:39 h.
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  • Monchi, este martes en los aledaños del Sánchez-Pizjuán. / M. Gómez
    Monchi, este martes en los aledaños del Sánchez-Pizjuán. / M. Gómez

La salida de Monchi del Sevilla todavía no es un hecho. Al filo de las 22.00 horas de este martes el club de Nervión emitía un comunicado que dejaba atónitos tanto a los medios de comunicación como a los aficionados sevillistas: el club se niega a dejarlo marchar gratis y le exige el cumplimiento del contrato, con vigencia hasta 2020 y que refleja una indemnización de cinco millones si el de San Fernando quiere incumplirlo. Una solución tan sorpresiva como la decisión de Monchi de pegar una espantá que nadie había intuido. Por la mañana había esperanzas en hacer recapacitar a Monchi; por la tarde apareció la desolación y desde el club afirmaban a este periódico que el de San Fernando se marchaba con total seguridad; mientras que por la noche el club reaccionó con dureza, reteniendo a Monchi en su despacho.

El del martes fue un día maratoniano: Monchi se reiteró en las oficinas del club, delante de José María Cruz y José María del Nido Carrasco, director general y vicepresidente, respectivamente, en su decisión de irse. No había manera de que se arrepintiera como en amagos anteriores. Visto el panorama, el exportero pidió negociar el finiquito y el Sevilla no solicitó otra cosa que el cumplimiento del contrato, que refleja esa claúsula de indemnización para extinguirlo.

Monchi no tenía otra opción que aceptarlo, pues seguía insistiendo en que no había detrás de su decisión más motivos que los personales y no un club poderoso que pudiera hacer frente a esa cantidad de dinero. El resultado fue el siguiente comunicado del Sevilla: «Tras analizar en las últimas horas la petición presentada por el director general deportivo, Ramón Rodríguez Verdejo, Monchi, para resolver su contrato con el club, la entidad ha decidido requerir el cumplimiento del contrato firmado el verano pasado y que vincula al técnico de San Fernando a la entidad hasta el 30 de junio de 2020, por lo que Monchi se mantendrá en su actual cargo».

Explicaba más cosas el Sevilla de la siguiente forma: «Monchi, en la reunión que tuvo el consejo de administración este lunes, comunicó a los consejeros su deseo de dejar su puesto por cuestiones personales. En el seno del club se ha estado valorando la situación y la decisión final ha sido comunicar a Monchi el deseo de que se respete el contrato, por lo que el director general deportivo del club seguirá en su puesto. Monchi ha aceptado la decisión del club y le ha comunicado su compromiso de seguir trabajando con la misma dedicación y profesionalidad que siempre le ha caracterizado en beneficio de la entidad». Y terminaba la nota así: «El club quiere manifestar su satisfacción con esta solución y su agradecimiento a Monchi, confiando ciegamente en que seguirá desempeñando sus funciones con la misma intensidad, calidad y eficacia con la que siempre ha actuado».

No hace falta ser un malpensado para intuir que no es un acuerdo amistoso y que, probablemente, esto no haya acabado aquí. Aunque desde el Sevilla se sospecha que Monchi sí que tiene una oferta importante encima de la mesa –por la urgencia en esta decisión y la falta de síntomas previos, como en otras veces–, lo cierto es que si como asegura el director deportivo sólo hay razones personales –el agotamiento por la fuerte vinculación sentimental que le une al Sevilla–, estas acabarán dando la cara en un futuro no muy lejano.

No es la mejor forma de afrontar un verano importante en el Sevilla, que ya tuvo que superar una crisis similar hace justo un año cuando Unai Emery estuvo a punto de marcharse al Nápoles y hubo mucha tensión en su relación tanto con Monchi como con José Castro. Finalmente, el tiempo curó esas heridas. Ahora con Monchi hay incertidumbre por cómo acabará todo. Más tarde o más temprano, el Sevilla tendrá que decirle adiós al arquitecto de una década prodigiosa que en Nervión se esmeran en alargar. Incluso un Monchi que si se queda, como parece, tratará de seguir agrandando su leyenda con el enésimo proyecto lleno de ambición, el mismo que presentó el lunes y que en breve va a cristalizar en varios fichajes que se anunciarán en pocos días.