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Invocando a los dioses de Nervión

El Sevilla se agarra a su espíritu inquebrantable para remontarle al Madrid

12 ene 2017 / 06:59 h - Actualizado: 14 ene 2017 / 22:42 h.
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  • Imagen del Sánchez-Pizjuán, escenario del partido de esta noche. / Manuel Gómez
    Imagen del Sánchez-Pizjuán, escenario del partido de esta noche. / Manuel Gómez
  • Posibles alineaciones.
    Posibles alineaciones.

Es dificilísimo, pero no imposible. La manida frase utilizada para describir cualquier empresa casi imposible también es la elegida por Nervión para afrontar el partido de esta noche en el Ramón Sánchez-Pizjuán ante el Real Madrid. Es la vuelta de los octavos de final de la Copa del Rey, tras un 3-0 en la ida y ante uno de los mejores equipos del planeta en la actualidad. Pero el Sevilla, fiel a su idiosincrasia y a su espíritu irreductible, acompaña esa consciencia de la tremenda dificultad con dos palabras esenciales para que los milagros ocurran: «Yo creo».

Así reza el lema elegido por la entidad blanquirroja para invocar a todos los dioses de Nervión, donde todo es posible si el Sevilla cree. También es una manera de enganchar a la afición, resarcida de la debacle del Bernabéu entre críticas a Mateu Lahoz y gozo por el 0-4 de Anoeta. Con el sevillismo metido en la búsqueda de la hazaña los de Sampaoli tienen un pasito más ya andado. Le quedan, eso sí, una barbaridad. Tanto que un 4-1 como el conseguido en 2003 ante el Madrid de los galácticos no daría el pase.

Sampaoli dice que cree, pero en su rostro se atisba un gesto de incredulidad. Y en la lista de convocados una buena dosis de cierta cordura, al reservar a tres hombres clave –Mariano, N’Zonzi y Franco Vázquez– para la cita liguera del fin de semana. Además, el argentino admitió ayer la tremenda ilusión que le genera el partido del domingo, con el Sevilla segundo y recibiendo de nuevo al Madrid, líder de la clasificación.

El caso es que el técnico sevillista hará cambios. No muchos, porque irá en busca de ese milagro, sobre todo con una primera parte en la que irá a por todas, pero sí que apostará por un esquema distinto al puesto en práctica en Madrid. Jugará con tres defensas y dos delanteros, con carrileros muy avanzados y seguramente un solo pivote defensivo –Kranevitter–. Lenglet dará descanso a Pareja y dice Jovetic que él está en condiciones para hacer lo propio con Vietto o Ben Yedder, aunque partirá desde el banquillo. Sarabia apunta a carrilero zurdo de nuevo y el incombustible Vitolo es capaz de no resentirse el domingo.

Si en el Bernabéu el Sevilla cometió el capital pecado de cierta soberbia, esperando a un Madrid relajado y plagado de suplentes, ahora es Zidane, cuyo planteamiento en la ida cogió por sorpresa a Sampaoli, quien trata de que sus pupilos no salten al Sánchez-Pizjuán creyéndose ya clasificados. Volverá el francés a disponer un once plagado de suplentes. Cristiano Ronaldo y Modric lo verán desde Madrid, como los lesionados James, Isco, Bale y Pepe. Zidane sí recupera a Sergio Ramos, en su enésimo regreso a Nervión, aunque estará inicialmente en el banquillo.

Dice la historia que nunca ha perdido el Real Madrid una eliminatoria que empezó ganando por 3-0. Dice la historia que lo suele pasar muy mal en sus visitas al Sevilla, como en aquella semifinal de 2004 en la que los nervionenses casi igualan el 2-0 del Bernabéu con una salida en tromba como la que esta noche quiere poner en práctica Sampaoli. Mezclen la magia de la Copa, el espíritu del Sevilla y los dioses de Nervión e invoquen al milagro.