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Jesús Navas, este lunes, en la ciudad deportiva junto a Sandro y Nolito. / Manuel Gómez
Las competiciones de clubes llaman ya a la puerta y el Sevilla se prepara con una buena noticia: Jesús Navas se ejercita como «uno más», según el club, por lo que, salvo paso atrás en su estado físico, estará a las órdenes de Vincenzo Montella este sábado frente al Barcelona
El choque contra el líder del campeonato y rival en la final de la Copa del Rey será el primero de los dos de máxima exigencia que afrontará el Sevilla en los próximos días, dado que el martes se verá las caras con el Bayern en la ida de los cuartos de final de la Champions.
El regreso de Jesús Navas –habrá que ver cómo le dosifica Montella– supone una alegría para el técnico. La lesión de Corchia y el buen rendimiento de Sarabia le llevaron a situar al palaciego en el lateral viendo las posibilidades que podría ofrecerle. Y Jesús Navas respondió no sólo cumpliendo con lo que le pedía sino incluso rindiendo a un nivel muy alto.
El palaciego ha disputado 37 partidos hasta la fecha (26 como extremo derecho y 11 como lateral). Durante la era Berizzo ocupó siempre la demarcación más ofensiva salvo en tres encuentros en los que salió desde el banquillo (Maribor, Leganés y Levante). Con la llegada de Montella, Jesús Navas comenzó a desempeñar otro rol por la citada lesión de Corchia (tercera semana de enero) y la presencia de Sarabia en el costado diestro del ataque.
Poco a poco, el canterano fue haciéndose a esa demarcación hasta el punto de convertirse en uno de los futbolistas más determinantes del equipo. Su lesión ante el Atlético llegó justo después de su auténtica exhibición ante el Manchester United en Nervión. Ahora, el Duende vuelve a pedir paso para tirar del carro en un momento clave de la temporada.