Oportunidad desaprovechada (1-1)

Un autogol del granadinista Mainz rescata un punto para un Sevilla demasiado fallón y que no da caza al Valencia

19 abr 2015 / 17:49 h - Actualizado: 20 abr 2015 / 12:07 h.
"Crónica Sevilla","Unai Emery","Bacca","José Antonio Reyes","Vitolo","Diogo","Krychowiak"
  • Sucess se tira en el área buscando el penalti. / EFE
    Sucess se tira en el área buscando el penalti. / EFE
  • El defensa del Granada Diego Mainz (i) celebra con sus compañeros el primer gol que ha marcado ante el Sevilla. / EFE
    El defensa del Granada Diego Mainz (i) celebra con sus compañeros el primer gol que ha marcado ante el Sevilla. / EFE
  • El entrenador del Granada, Abel Resino (d), saluda al del Sevilla, Unai Emery, durante el partido de la trigésima segunda jornada de la Liga de Primera División que se juega hoy en el estadio Los Cármenes. / EFE
    El entrenador del Granada, Abel Resino (d), saluda al del Sevilla, Unai Emery, durante el partido de la trigésima segunda jornada de la Liga de Primera División que se juega hoy en el estadio Los Cármenes. / EFE
  • Un momento del partido entre el Granada y el Sevilla. / EFE
    Un momento del partido entre el Granada y el Sevilla. / EFE
  • Celebran el gol sevillista en el Nuevo Los Cármenes. / EFE
    Celebran el gol sevillista en el Nuevo Los Cármenes. / EFE

El Sevilla ha desaprovechado en Granada varias ocasiones de gol claras que le hubieran dado un triunfo valiosísimo en su remontada hacia la Champions. Las falló todas y sólo ha podido rascar un punto de su visita a Los Cármenes gracias a un autogol de Mainz que al menos le sirve para no tirar todas sus opciones de dar caza al Valencia en la cuarta plaza. Los de Emery tienen dos puntos menos que los de Nuno, por lo que necesitan sumar tres más que los che de aquí al final de la Liga para ser cuartos y regresar a la Champions. Papeleta difícil.

El Sevilla ha hecho en Granada lo que pudo, teniendo en cuenta el tremendo esfuerzo del jueves pasado ante el Zenit. Unai rotó: descansaron Gameiro, Tremoulinas, Iborra (sancionado), Coke y Banega. Pero las sensaciones fueron de falta de fuerzas en algunos momentos, pese a que el Sevilla encerró en la segunda mitad al Granada en su propia área. Cansado o no, los de Emery tuvieron muchas ocasiones y llegadas al área como para haber ganado, pero la falta de precisión se paga. Y eso que empezó el Sevilla avisando de su potencial. Reyes teledirigió un pase en largo a Vitolo que éste falló al no soportar la carga al límite de Nyom, que evitó así el 0-1. No llegó tampoco el canario, por centímetros, a un pase de Denis.

El Granada le tenía mucho respeto al Sevilla, pero encontró una vía abierta en la banda de Fernando Navarro y Kolo, donde Isaac (Sucess) mostraba sus habilidosas condiciones y por donde llegó el córner que originó el 1-0. Mainz se deshizo de la marca de Krychowiak en el área y cabeceó al segundo palo casi sin oposición. Premio a la primera para un Granada al que le cuesta la misma vida hacer un gol. Así es el fútbol. Y no hizo dos porque Robert Ibáñez ajustó demasiado un tiro con la derecha tras nueva internada por la banda de Sucess y porque Diogo, en su regalo de todos los días al rival, despejó de forma horrible a córner y golpeó el palo de su propia portería. No fue hasta pasada la media hora cuando se rehizo el cuadro de Emery, que agarró la posesión y empezó a tocar buscando las mismas vías que el jueves pasado ante el Zenit. Así volvió a crear peligro de varias maneras. Por alto lo intentaron Bacca, cuyo cabezazo se quedó muerto cerca de la línea de gol, y Kolo, que peinó para Denis pero éste llegó algo tarde. Y por bajo de nuevo Bacca, que disparó cruzado rozando el poste y realizó un centro-chut que Roberto casi se la mete dentro. No obtuvo premio la reacción sevillista, pero parecía que había encontrado el camino para buscar la igualada.

Tanto, que Emery casi calcó el plan del jueves, dando entrada a Banega para asociarse con Denis y Reyes. Dominó con descaro el Sevilla, generó ocasiones de todos los colores, pero faltó la precisión de casi siempre. Denis tuvo dos muy claras de cabeza nada más reiniciarse el juego: primero la salvó Insúa casi en la línea de gol y después calculó mal sin oposición y cabeceó al aire. Banega probó desde lejos como ante el Barça y casi obtiene el mismo premio. Gameiro, que entró al final, la tuvo y también falló, aunque Estrada Fernández había señalado fuera de juego. El empate llegó de la forma más tonta, aunque premió a la insistencia del Sevilla, que entró por ambas bandas. Mainz quiso despejar un centro de Aleix a Mbia y la alojó en sus propias redes. Los de Abel apenas crearon peligro en la segunda parte, salvo un peligroso disparo dentro del área Candeias que atajó Rico. No tuvo el día el Sevilla en ataque, no siempre lo va a tener. Quizás haya guardado munición para San Petersburgo, pero la Champions está un punto más cerca... y una jornada más lejos.