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Reunión en balde: las espadas en alto

José Castro y José María del Nido Carrasco se vieron las caras ayer para intentar limar asperezas. Ninguno cede y la tensión entre ambos sigue de cara a la junta

02 dic 2015 / 11:32 h - Actualizado: 02 dic 2015 / 18:33 h.
"José Castro","José María del Nido Carrasco"
  • José Castro hace un gesto en el palco el pasado domingo en el Sevilla-Valencia, con Del Nido Carrasco justo a su lado. / Manuel Gómez
    José Castro hace un gesto en el palco el pasado domingo en el Sevilla-Valencia, con Del Nido Carrasco justo a su lado. / Manuel Gómez

Ni siquiera la inmediatez de un partido de fútbol, el que esta noche jugará el Sevilla en Logroño, aplaca los ánimos enervados que rodean a los asuntos de despacho del club nervionense. Como informó la pasada semana El Correo de Andalucía, la intención de José María del Nido Carrasco era la de apaciguar la relación con el presidente José Castro a pocos días de la junta de accionistas –prevista para el día 9– y a pocas horas de que el máximo mandatario sevillista tuviera que declarar ante el juez por la supuesta comisión de un delito societario, tras la querella de Del Nido. Pues bien, ayer se reunieron al fin uno y otro, con la noticia ya sabida de que Castro no tendrá que declarar –de momento– por dicho asunto, al encontrar el juez defectos de forma en la querella presentada.

De la reunión, según pudo saber este periódico, apenas se sacó algo en claro. Si acaso, que las posturas están muy enconadas y que no hay que descartar prácticamente ningún movimiento en la asamblea de Los Lebreros. Presidente y vicepresidente se verán de nuevo hoy las caras, en cuanto la expedición del Sevilla ponga rumbo a Logroño –10.30 horas–.

Ayer, Castro estuvo reunido en un restaurante cercano al estadio Sánchez-Pizjuán con varios consejeros y gente afín a sus intereses justo antes de verse con Del Nido por la tarde. Antes, por la mañana, varias pintadas con amenazas al vicepresidente sevillista aparecieron en las inmediaciones del despacho profesional de éste y en el estadio nervionense, con la firma del grupo Biris Norte, alguno de cuyos integrantes no reconocían la autoría y se mostraban extrañados por las mismas.

La situación está planteada como un pulso entre Del Nido Carrasco, que quiere la disolución de Sevillistas de Nervión, sociedad que aglutina más de un 22 por ciento del accionariado del club y donde mantiene parte de las acciones en poder de su familia, y José Castro, obsesionado con que la familia Del Nido le está moviendo el sillón pese a los buenos resultados deportivos y económicos durante su mandato.

El acuerdo entre ambos sólo es posible si Castro deja al fin que la sociedad SdN muera, garantizándose por supuesto que la proclama de Del Nido en cuanto a su «apoyo incondicional al presidente» sea cierta durante un periodo estable de años. Hay que recordar que el mandato de Castro como máximo responsable de la gestión del Sevilla es de seis años. Le quedan cuatro... ¿o menos?