Sampaoli: juicio final a un técnico fugaz

El Sevilla se despide el sábado de la afición con el pase a la Champions en la mano y la sensación de haber podido llegar más lejos. Muchas miradas irán dirigidas al banquillo

17 may 2017 / 08:00 h - Actualizado: 17 may 2017 / 18:26 h.
"Sevilla FC","Sampaoli"
  • Jorge Sampaoli, durante un partido del Sevilla. / Manuel Gómez
    Jorge Sampaoli, durante un partido del Sevilla. / Manuel Gómez

Quedan apenas unos días para despedir la temporada 2016/17, una temporada que deja muchas noticias y, a su vez, muchas lecturas sobre lo acontecido a lo largo de la misma. Si el curso comenzó con lógica incertidumbre por la marcha de Unai Emery y de varios futbolistas de gran peso específico en el plantel, ahora llega a su fin dando paso a una situación de mayor incertidumbre si cabe que entonces.

El adiós de Monchi tras diecisiete años al frente de la dirección deportiva ha provocado un resideño de su área, donde Óscar Arias coge el relevo para dirigir un staff de profesionales de alto nivel y clave en los éxitos. Habrá que ver lo que da de sí la nueva etapa que comienza para este área, de vital importancia dentro del club.

Precisamente, uno de sus cometidos es elegir entrenador. El partido de este sábado contra Osasuna supondrá la despedida de la temporada y, con ella, la de algunos de sus protagonistas, caso de Jorge Sampaoli. El técnico de Casilda prepara ya las malestas para poner rumbo a su país y hacerse cargo de la selección argentina. Pese a que en su día firmó un contrato de dos campañas con el club de Nervión, no lo cumplirá.

Su marcha ha sido aireada por todos menos por el propio técnico y por el Sevilla, que poco ha podido hacer por retenerle. El bajo importe de la cláusula de rescisión permite a Sampaoli rescindir su contrato sin grandes traumas por mucho que aprieten él y la AFA y, aunque continue negando un acuerdo con ésta, el Sevilla trabaja desde hace tiempo en la llegada de su relevo.

Por ello, el del sábado será el último partido del actual entrenador al frente del equipo, que se despide de la afición con el pase a la Champions en la mano y la posibilidad de firmar la segunda mejor puntuación del club en una Liga. En cualquier caso, es innegable que en el sevillismo habita una sensación generalizada: este Sevilla pudo haber llegado más lejos. Su eliminación en los octavos de final de la Champions no puede ser considerada un fracaso, pero sí supo a decepción. Además, el equipo no se ha levantado prácticamente desde entonces. Tres victorias en los trece últimos partidos han dejado escapar el tercer puesto mientras Sampaoli negociaba su marcha.

De todo ello es conocedor el sevillismo, que despedirá a su equipo y a un técnico que fue encumbrado y al final se marcha dejando un sabor extraño en vista de los acontecimientos.