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Neymar lanza una falta hacia la portería del Sevilla. / Efe
Decía Unai Emery la pasada semana que su equipo debía ajustar una serie de cosas en defensa. Tiene razón el preparador vasco, que sabe perfectamente que el éxito de su Sevilla –como el de casi todos los equipos– pasa por la solidez atrás, por evitar encajar el mayor número de goles posible. Así reaccionó a finales de 2015 y principios de 2016 el conjunto nervionense. Sin embargo, el Sevilla es el equipo de la Liga que más disparos recibe a su portería: nada menos que 463, lo que equivale a una media de más de 14 tiros por encuentro.
Los nervionenses han encajado 40 goles en 33 partidos (1.21 por partido), algo incompatible con las alturas y con tener un buen balance fuera de casa, donde todavía no ha conseguido ganar en el campeonato liguero. El Sevilla no deja la portería a cero desde la visita europea del Basilea al Sánchez-Pizjuán (3-0). En la Liga, concretamente, no lo hace desde la jornada 27, cuando ganó en Nervión al Eibar (1-0). El Sevilla se codea en las alturas de esta clasificación de disparos recibidos con equipos que luchan por evitar el descenso o que en todo caso están en la mitad baja de la clasificación: Sporting (457), Valencia (455), Betis (448), Espanyol (428), Getafe (413), Las Palmas (402), Levante (399) y Rayo (394).
Un dato que complementa al anterior es el que se refiere al número de paradas. Sergio Rico, titular en la Liga en el Sevilla, es el cuarto portero que más detenciones ha realizado (114). Lejos de ser un dato positivo es otro fiel reflejo de que el equipo de Unai Emery tiene que ajustar su sistema defensivo si quiere tener mayores opciones de triunfar en las tres competiciones en las que está inmerso, aunque en la Liga ya pocas aspiraciones tiene...