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Una década prodigiosa

A un día de otra cita mágica en Europa, Pablo Alfaro, Joaquín Caparrós, Manolo Jiménez y Antonio Álvarez rememoran los diez años del famoso gol de Puerta en otro jueves de Feria.

13 abr 2016 / 08:30 h - Actualizado: 13 abr 2016 / 13:13 h.
"Europa League","Unai Emery","Joaquín Caparrós"
  • Manolo Jiménez, en un Sevilla-Zaragoza. / Antonio Acedo
    Manolo Jiménez, en un Sevilla-Zaragoza. / Antonio Acedo
  • Antonio Álvarez, junto a Javi Navarro durante un entrenamiento de pretemporada. / Paco Cazalla
    Antonio Álvarez, junto a Javi Navarro durante un entrenamiento de pretemporada. / Paco Cazalla
  • Pablo Alfaro fue técnico del Recreativo. / El Correo
    Pablo Alfaro fue técnico del Recreativo. / El Correo
  • Joaquín Caparrós dirigió al Sevilla entre 2000 y 2005. / Efe
    Joaquín Caparrós dirigió al Sevilla entre 2000 y 2005. / Efe

Antonio Puerta asumió la categoría de mito el día que anotó el gol que clasificaba al Sevilla FC para su primera final de la UEFA. El 27 de abril de 2006, jueves de Feria y rebujito en Los Remedios, la Zurda de Diamantes marcaba el tanto que suponía el hasta entonces mayor hito continental de la escuadra del Ramón Sánchez-Pizjuán. Hoy, una década después de aquella hazaña, el cuadro de Unai Emery se ha conjurado para certificar en apenas 24 horas otro pasaporte para una nueva semifinal de la Europa League. Una década prodigiosa que rememoran en un alarde de nostalgia para El Decano Deportivo cuatro hombres que ejercieron un papel relevante en la historia moderna del SFC: Antonio Álvarez, Joaquín Caparrós, Manolo Jiménez y Pablo Alfaro.

El precursor de la época dorada del Sevilla fue Joaquín Caparrós, que asumió los designios de la escuadra blanquirroja en Segunda División para, tras un lustro de oro –de 2000 a 2005–, sellar la clasificación para la Europa League. El de Utrera, que aquel jueves de Feria presenció el partido en La Coruña –entonces entrenaba al Dépor–, recuerda cómo fue aquella etapa. «El Sevilla creció de una forma espectacular en unos años», ensalza antes de emitir su pronóstico para otra noche de farolillos en el Sánchez-Pizjuán. «No soy dado a resultados, pero creo que va a ser un partido intenso y pasional», recalca. Y para cerrar su discurso, el ex del Sevilla FC, ahora sin equipo después de su periplo en el Granada, valora de forma superlativa la labor de Unai Emery. «Le doy una nota muy alta a la temporada que está haciendo. El Sevilla es un club grande que ha ido creciendo y ahora es muy respetado no sólo en España, sino a nivel europeo», se congratula.

Otro de los nombres propios en el Sevilla del XXI es el arahelense Manolo Jiménez, que entrenó al primer plantel entre 2007 y 2010. Jiménez recuerda con nostalgia cómo celebró aquel gol de Puerta. «Yo estaba en la grada del estadio y desde que Antonio tiró me di cuenta de que en ese balón iba el alma para hacer algo grande», relata. El exsevillista, libre tras su periplo en el Al-Rayyan catarí, no duda en señalar cuál es una de las claves del espectacular crecimiento firmado por la entidad. «Gracias al magnífico trabajo de Roberto Alés, José María del Nido y ahora Pepe Castro se ha conseguido crear un nivel de responsabilidad que ayuda al crecimiento», desvela. Además, el otrora técnico blanquirrojo asegura sobre la cuota de exigencia del entorno en la última década que «a mí me chocaba que en mi época estuviera el tercero en Liga y en una final de Copa y que no hubiera euforia por ello».

Antonio Álvarez es otra de las voces autorizadas del Sevilla, una entidad en la que acumuló 350 partidos oficiales como jugador. Además, el de Marchena ejerció de asistente de Juande Ramos entre 2006 y 2007 y alzó una Copa del Rey como primer entrenador. Álvarez rememora cómo vivió aquel zapatazo del malogrado canterano. «Yo estaba en el banquillo y cuando Antonio iba a golpear el balón dije ‘no’ porque no lo veía claro. Aquel gol cambió para siempre la mentalidad del sevillismo», apunta. El exjugador asegura que «la afición del Sevilla siempre ha sido exigente, pero ahora se ha acostumbrado a los éxitos y ve raro no jugar una final», advierte.

De una opinión similar es Pablo Alfaro, un central que perteneció a aquella plantilla de Juande Ramos hasta que en diciembre emigró al Racing. «Aquel título también está en mi curriculum», dice sonriente. Sobre las claves del éxito del SFC, el de Zaragoza subraya que «los perfiles económicos y deportivos de la plantilla son diferentes y la exigencia también ha subido». «Las últimas temporadas del Sevilla son para enmarcarlas», opina antes de reconocer la impoluta trayectoria de Unai Emery en Nervión. «Después de Juande Ramos es el segundo entrenador más exitoso en la historia del club», zanja.