«Contagio»: Predecir el pasado

Las pandemias siempre fueron iguales. Por eso, las similitudes de esta película con lo que está pasando en todo el planeta son obligadas. Que nadie piense que el guionista de esta película es primo hermano de Nostradamus o algo parecido

06 abr 2020 / 18:04 h - Actualizado: 06 abr 2020 / 20:21 h.
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  • Los bulos tienen gran importancia en el desarrollo de la trama de ‘Contagio’. / El Correo
    Los bulos tienen gran importancia en el desarrollo de la trama de ‘Contagio’. / El Correo

Esta película dirigida el año 2011 por Steven Soderbergh tuvo una excelente acogida en el momento de su estreno. Pareció algo alarmista, algo exagerada. Sin embargo, ahora sabemos que no lo era.

El guion es deudor de toda la información que conocemos sobre la conocida como ‘gripe española’ y eso provoca que se manejen cifras aterradoras que, gracias a los adelantos en medicina, se pueden rebajar definitivamente. Y algunos detalles que caracterizaron aquella pandemia de 1918 como, por ejemplo, una visión distorsionada por parte de los enfermos nos hacen pensar en libros como «El jinete palido» de Laura Spinney. Al mismo tiempo, el libreto incluye todo aquello que el ser humano ha ido aprendiendo a lo largo de los años sobre las epidemias de carácter vírico y cómo se pueden controlar los contagios: lavado frecuente de manos, no tocar a otros ni a objetos extraños, distanciamiento social, cierre de colegios, que existen personas asintomáticas que contagian sin saber qué está pasando... Todo eso que estamos escuchando tan frecuentemente durante estos días.

«Contagio» («Contagion», 2011) es una buena película. El tono documental nos acerca al terror de los protagonistas, a la angustia de los que se saben contagiados. Arranca de forma espectacular imprimiendo un ritmo narrativo frenético que no da respiro al espectador. Steven Soderbergh busca los encuadres exactos y dirige con nervio a sus actores y actrices.

«Contagio»: Predecir el pasado
Las pandemias siempre fueron muy parecidas y ‘Contagio’ cuenta una. Elparecido con la realidad, lógicamente, es perturbador. / El Correo

La película no tiene un protagonista claro. En realidad, es el virus. Los personajes son todos secundarios o, al menos, solo crecen desde una sola característica. Kate Winslet es el sacrificio; Jennifer Ehle es la abnegación; Matt Damon el sufrimiento... Así todos. No destaca ninguna de las interpretaciones por ser muy breves y estar al servicio del conjunto. Y esto, que no deja de ser una forma original de enfrentar el desarrollo de la cinta, se convierte en un problema porque el espectador no termina de empatizar del todo con ninguna de las almas que el realizador crea. Todo es frío y distante (el tono documental ayuda a que así sea).

Tampoco queda claro del todo qué mensaje es el que Steven Soderbergh quiere enviar. Tal vez que el hombre es un virus para el hombre, porque durante el desarrollo nos obligan a pensar sobre la letalidad de un ser microscópico comparada con la letalidad de los intereses económicos o la que produce el miedo en el ser humano.

«Contagio» cuenta una pandemia. Lo voy a dejar aquí para no desvelar nada aunque ya adelanto que cualquier telediario de la televisión es un enorme spoiler.

Si alguien es especialmente sensible o si lo que está sucediendo le genera angustia, mejor que no vea la película. Pone los pelos de punta. Pero no por lo que descubre. Ya se sabia todo. Es por lo que nadie ha sabido prever para poder preparar a las sociedades ante una hecatombe de esta envergadura.

La música de Cliff Martinez nos introduce en una espiral casi diabólica. Y el maquillaje es estupendo.

Disfruten. O huyan. Ustedes eligen.