Cosmicómic

La ciencia, a veces tan alejada del común de los mortales, más cerca que nunca gracias a este cómic que busca explicar uno de los descubrimientos más importantes y alucinantes de la Historia.

24 jun 2017 / 12:34 h - Actualizado: 21 jun 2017 / 00:11 h.
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  • Portada de ‘Cosmicómic’. El Correo
    Portada de ‘Cosmicómic’. El Correo
  • Página de ‘Cosmicómic’. El Correo
    Página de ‘Cosmicómic’. El Correo

Acercarse a la física o a la cosmología, provoca cierto vértigo para toda aquel que no sepa una palabra sobre esas ciencias. Parecen lejanas e inaccesibles para el común de los mortales. Y lo son. Pero siempre hay alguien que se apiada o que siente la necesidad de compartir y acerca lo difícil de forma que se convierta en fascinante, atractivo y divertido. Es el caso de la obra firmada por Amadeo Balbi y Rossano Piccioni, un cómic estupendo con afán divulgativo que explica más que bien el proceso que se vivió para descubrir lo que conocemos como Big Bang.

Cosmicómic cuenta cómo dos radio astrónomos se encuentran con un problema en la antena que tratan de construir. Un ruido les genera dudas, no comprenden de dónde puede proceder, les estanca en un territorio que les impide avanzar con su trabajo. Es el año 1964. Amadeo Balbi nos lleva a conocer cómo científicos famosísimos y otros apenas conocidos fueron avanzando con sus teorías. Algunas de ellas preciosas aunque sin una evidencia que las hiciera posibles; otras dudosas que fueron tomando forma a partir de descubrimientos posteriores que las redondeaban. Todo desemboca en el descubrimiento más apasionante de la historia de la ciencia. Albert Einstein, Alexander Friedmann o Gerges Lemaître (un sacerdote católico que, además, era astrónomo; que defendía la separación entre ciencia y fe y que llegó a proponer a Pio XII usar el modelo del Big Band para complementar el relato bíblico) son algunos de los personajes que pasean por las páginas de Cosmicómic.

El tebeo de Balbi y Piccioni es un descubrimiento para todo el que quiere entender de qué va eso del origen del universo. Balbi logra un texto minucioso que trata de ser accesible para todo tipo de lector. Piccioni traza el dibujo con gusto, sin buscar el detalle innecesario, pero sin olvidar lo fundamental. Los personajes son perfectamente reconocibles (los conocidos por el gran público, claro) y genera viñetas llenas de movimiento. El dibujo que representa el universo desde distintos prismas es evocador.

Poco a poco, viñeta a viñeta, se va componiendo un relato que aunque nos lleva de un lado a otro, de un personaje a otro, es sólido.

Muy recomendable para jóvenes estudiantes. Los expertos en ciencias también disfrutarán con este tebeo puesto que no se aleja del lenguaje exacto y de las ideas concretas. Aunque los autores lo hacen universal, no traicionan, en ningún caso, ni la verdad de lo que ocurrió ni la verdad de las teorías que fueron apareciendo con el tiempo.

Calificación: Bueno.

Tipo de lectura: Entretenida, curiosa.

Tipo de lector: Jóvenes estudiantes. Y todo el que se quiera enterar de las cosas del universo. Por encima, eso sí.

Argumento: El principio de las cosas.

Personajes: Reales.

¿Dónde puede leerse?: Mirando las estrellas.