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Juan Eslava Galán.
«Lujuria» es uno de esos libros que resulta curioso y divertido. Es uno de esos libros que escribe Juan Eslava Galán para deleite del que se quiere acercar a la Historia sin tener que sumergirse en grandes profundidades, sin exigencias que causan rechazo.
El sexo en España siempre ha sido un tabú. El sexo en España durante la dictadura franquista fue pecado mortal en muchas de sus formas. El sexo ha sido ejemplo de rebeldía, de hombría, de deshonra, de felicidad (las menos de las veces), de vida pecaminosa, de gusto, de diversión y de represión. En España todo es posible. Y si los obispos se colocan entre el sexo y los que tienen que disfrutar de él, lo rocambolesco se impone a cualquier otra cosa.
Eslava Galán repasa la relación del pueblo español con el sexo desde mediados del siglo XIX hasta los años setenta. Y nos muestra una realidad casposa y casi siniestra dependiendo del tiempo histórico.
Es muy divertido todo lo que cuenta que sucedió en la España nacionalcatólica alrededor del sexo. Más tontería y más represión era imposible. Y el resultado, llegada la década de los 70, con esa España que quería ganar el tiempo perdido, resulta una locura. Algunos personajes de los que aparecen como coleccionistas de porno (Alfonso XIII) o como enormes consumidores de sexo de pago o de gratis (la lista es muy extensa) hacen pensar en que, al final, todos transitamos la misma zona si de sexo hablamos.
El libro es muy entretenido. Algunas repeticiones sin justificar hacen pensar que el libro no se corrigió todo lo necesario cuando se escribió. Algunos asuntos se revisan con excesiva rapidez y otros con demasiado detalle teniendo en cuenta su importancia. Pero, en general, es curioso lo que se cuenta y no deja de ser un repaso que le puede venir más que bien al joven que quiera echar un vistazo al infierno que han vivido las mujeres españolas durante muchos años, al infierno vivido por el colectivo de gais y lesbianas, lo absurdo que era un mundo en el que todo era pecado salvo rezar a media tarde el rosario.
Calificación: Entretenido.
Tipo de lectura: Amena. Nada de exigencias.
Tipo de lector: Cualquiera.
¿Dónde puede leerse?: Sentado en un banco del parque para imaginar algunas escenas de las que se da cuenta en el libro.
