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Rescatistas realizan el levantamiento del cuerpo del estudiante Manuel Tundidor Cabral. / EFE
La localización del cadáver de Manuel Tundidor Cabral, desaparecido el pasado viernes en un río de la Amazonía ecuatoriana, ha roto las pocas esperanzas que había de hallarle con vida y confirmado los peores presagios.
"Era necesario encontrar su cuerpo", ha dicho a EFE esta noche el alcalde de Trebujena, Jorge Rodríguez, consternado, como todos los vecinos de esta pequeña localidad de la sierra de Cádiz, tras recibir poco después de las once de la noche la noticia de que el cuerpo del joven estudiante de Enfermería había sido localizado.
El cuerpo fue visto desde un helicóptero de la Policía y ha sido identificado por uno de los seis estudiantes de Enfermería que había viajado el pasado 31 de marzo a Ecuador con Manuel Tundidor Cabral, de 30 años, para hacer unas prácticas de un mes antes de graduarse en la Facultad de Ciencias de la Salud de Ceuta.
El alcalde de la localidad decretará mañana una jornada de luto oficial, para expresar el dolor del pueblo por el fallecimiento de este vecino, muy conocido en este pueblo de unos 7.000 habitantes entre otras cosas porque solía colaborar en la organización de actividades culturales y era dj en eventos, fiestas y celebraciones de los vecinos.
Su madre y su hermana permanecían en el pueblo esperando las noticias de la dificultosa búsqueda del cuerpo, mientras que dos tías del joven se habían desplazado a Ecuador para seguir allí de cerca los trabajos.
El director general de Españoles en el Exterior y de Asuntos Consulares del Ministerio de Asuntos Exteriores español, Juan Duarte Cuadrado, había citado mañana en Madrid al alcalde de Trebujena y a su familia, un encuentro que, según el edil, se suspenderá tras el hallazgo del cuerpo del joven.
Manuel Tundidor, estudiante de Enfermería en Ceuta, viajó con otros seis compañeros a Ecuador para hacer unas prácticas de un mes antes de graduarse.
En su primer día libre, el grupo fue a conocer una zona del río Amazonas en la que Manuel Tundidor y otro compañero se bañaron.
Una fuerte corriente se llevó río abajo a Manuel Tundidor, mientras que lanzó a su compañero fuera, con lo que pudo salvarse.