Donde se alumbra el conocimiento

Objetivo ambicioso. El plan de innovación de la Junta hasta 2020 prevé movilizar casi 17.000 millones y aspira a incorporar a 7.000 investigadores, para incrementar el peso de la I+D en el PIB al 2%

22 nov 2016 / 08:02 h - Actualizado: 22 nov 2016 / 08:02 h.
"Investigación","Más recursos para investigar"
  • Detalle de uno de los laboratorios que forman parte del complejo de Cabimer. / José Luis Montero
    Detalle de uno de los laboratorios que forman parte del complejo de Cabimer. / José Luis Montero
  • Instalaciones del Centro Andaluz de Biología Molecular Cabimer, ubicado en el PCT Cartuja. / José Luis Montero
    Instalaciones del Centro Andaluz de Biología Molecular Cabimer, ubicado en el PCT Cartuja. / José Luis Montero

La investigación se ha convertido en uno de los pilares que las sociedades y economías más modernas tratan de potenciar como motor y acelerador de desarrollo. Sevilla es uno de los ejes sobre los que se asienta la investigación andaluza. La iniciativa pública y público-privada en el horizonte de los próximos cinco años (2016-2020) se enmarcan en el Plan Andaluz de Investigación, Desarrollo e Innovación (Paidi), que establece la política científica y de I+D+i en la comunidad para los próximos cinco años. El programa prevé movilizar 16.700 millones entre fondos públicos y privados (al 50 por ciento) y lograr la incorporación de 7.000 investigadores. La nueva estrategia plantea duplicar la inversión anual en innovación y desarrollo desde el 1,03 por ciento del PIB en 2014 (último dato disponible) al 2 por ciento, lo que supondrá unos 3.574 millones en 2020. Plantea también pasos en el camino de trasladar de manera efectiva los resultados al sector productivo y hacer que el conocimiento constituya de verdad un motor económico. Los últimos informes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) apuntan a que esta traslación es una de las carencias de la investigación en España.

Andalucía alberga 11 parques tecnológicos, con más de 1.400 empresas instaladas, 38.800 empleos y una facturación global de más de 4.800 millones de euros, así como 22 centros tecnológicos, 16 fundaciones y centros de innovación y tecnología, y cinco Instalaciones Científicas Tecnológicas Singulares (ICTS). Todo este conjunto se integra en la Red de Espacios Tecnológicos de Andalucía (RETA), encabezada por la tecnópolis PCT Cartuja de Sevilla.

CABIMER
Referencia mundial biomédica

Uno de los campos en los que la ciudad hispalense destaca es en el de la biomedicina, donde sobresale el Centro Andaluz de Biología Molecular y Medicina Regenerativa (Cabimer). Las universidades de Sevilla y Pablo de Olavide, el CSIC, el Servicio Andaluz de Salud, la Fundación Progreso y Salud, y las consejerías de Economía y Conocimiento y de Salud son las instituciones que dan forma a este centro, que cumplió recientemente diez años.

Cabimer ha enfocado su trabajo en la medicina traslacional, es decir, aquella que traslada los desarrollos o hallazgos científicos que se hacen en mesas de laboratorios a productos o metodologías de la práctica médica cotidiana. Cuenta con 19 grupos de investigación que buscan la curación o el tratamiento de enfermedades como el cáncer, la diabetes o algunas enfermedades raras.

Casi 200 personas, entre científicos, investigadores en formación, personal técnico y de administración, trabajan diariamente en alguno de los tres departamentos –Dinámica y Señalización Celular, Regeneración y Terapia Celular, y Biología de Genomas–, así como en las 10 unidades de apoyo a la investigación que prestan servicios a los grupos.

La joya de la corona de la investigación sevillana ha superado más o menos bien los recortes que provocó la crisis económica. El modelo de consorcio del que forman parte dos universidades, dos consejerías y el CSIC permitió paliar las rebajas. Además, consiguió tres grandes proyectos europeos y otros en Estados Unidos que han permitido inyectar recursos. A lo largo de estos 10 años, los grupos de investigación de Cabimer han realizado 381 publicaciones científicas en revistas de alto impacto y de reconocimiento nacional e internacional. Fruto del trabajo de sus profesionales, además, se han registrado 34 patentes, se han realizado seis ensayos clínicos y se han presentado 50 tesis.

El Departamento de Células Troncales, Reprogramación y Diferenciación Celular, al que pertenece el ex ministro de Sanidad Bernat Soria, aguarda la autorización para aplicar una nueva terapia. En unos meses, quizás el próximo año, el equipo de Soria en Sevilla espera además contar con la autorización para aplicar otra terapia celular a diabéticos. En este caso serán células madre de cordón muy seguras y sin efectos secundarios, que podrían detener el avance de la enfermedad. Este experimento se hará con personas jóvenes y, por tanto, con mayor capacidad de regeneración celular, aunque mayores de edad, y que hayan sido diagnosticados en los seis meses anteriores.

ICMS
El desarrollo de nanomateriales

Los nanomateriales son materiales con propiedades morfológicas más pequeñas que una décima de micrómetro en al menos una dimensión. Los nanomateriales funcionales son ampliamente utilizados en sectores estratégicos como, por ejemplo, el desarrollo de células fotovoltaicas, catalizadores para las industrias de energías sostenibles, la producción de recubrimientos protectores y películas delgadas para diferentes funciones, y el desarrollo de sensores y otros materiales fotónicos, entre otros.

El Instituto de Ciencia de Materiales (ICMS) fue creado en 1986. En 1996 se trasladó a unos nuevos locales en la Isla de la Cartuja, integrándose, junto con otros dos Institutos Mixtos, en el Centro de Investigaciones Científicas Isla de la Cartuja (Junta de Andalucía, CSIC, Universidad de Sevilla). El ICMS se estructura en cinco unidades de investigación ubicadas en el edificio de la Isla de la Cartuja y una unidad externa en el campus de Reina Mercedes, Facultad de Física. En la actualidad, el Instituto está formado por grupos de investigación del CSIC y de la Universidad de Sevilla. Más de un centenar de personas componen actualmente el equipo científico del ICMS, entre investigadores del CSIC, profesores universitarios, estudiantes de máster e investigadores posdoctorales.

El centro publica unos 130 artículos anuales en revistas científicas de alcance internacional, de los que se extraen en torno a 4.000 citas por año. Y cada curso la media de estudiantes que se doctoran en el ICMS ronda la docena.

CATEC
Tecnología aeroespacial para empresas

60 ingenieros y doctores trabajan en el Centro Avanzado de Tecnologías Aeroespaciales (Catec) que se creó en 2008, promovido por la Junta a través de la Fundación para el Desarrollo Espacial (FADA), para desarrollar tecnologías aeronáuticas y de fabricación avanzada para el Grupo Airbus, sus suministradores principales o tier one y para las pymes que integran la cadena de suministro andaluza. Porque también tiene entre sus misiones actuar como departamento de I+D+i externo de las pymes de la región. De esta manera, tiene actualmente en marcha más de 60 proyectos con las empresas tractoras y pymes.

El Catec se ha convertido en referente europeo en investigación en áreas como los sistemas y aviones no tripulados, la automatización y robótica avanzada o las nuevas tecnologías y materiales de fabricación aeronáutica, todas englobadas bajo el concepto de la factoría del futuro.

Fuentes del centro reseñan la fabricación aditiva (impresión 3D) como una de las líneas de acción más destacadas en la que llevan nueve años trabajando. ¿Con qué objetivo? En breve, estiman, la producción de las piezas pequeñas y más complejas de un avión serán más fáciles y rentables de producir a través de esta técnica que utilizando el mecanizado tradicional. Pero además ya ha alcanzado varios hitos en el ámbito espacial fabricando componentes para los lanzadores espaciales Vega y Ariane 5 de la Agencia Espacial Europea gracias a una iniciativa conjunta con Airbus Defence and Space.

Los conocidos como drones son otro de los puntos fuertes de este centro, con la participación en más de 25 proyectos de este tipo y 20 personas dedicadas a este campo. En la robótica también tiene nicho de negocio, dadas las oportunidades de mejorar la competitividad, así como los costes y tiempos de entrega a través de robots colaborativos o humanoides compatibles con el 80 por ciento de los procesos de la industria auxiliar andaluza.

CTA
Ejemplo de alianza público-privada

Corporación Tecnológica de Andalucía ha cumplido diez años de vida, que han dado como fruto casi 600 proyectos de I+D+i financiados con más de 150 millones y más de 450 millones de inversión privada en innovación movilizada, que han generado patentes, nuevas líneas de negocio, empresas, y otras maneras de producir más eficientes y sostenibles. CTA, iniciativa a la que se han adherido 155 empresas, es ejemplo de la alianza público-privada para impulsar la I+D+i a partir de un modelo pionero basado en la cooperación y la transferencia universidad-empresa. Este clúster también ha desarrollado una serie de servicios avanzados de apoyo a la innovación para ayudar a transformar en riqueza los resultados de la I+D+i como asesoramiento estratégico, evaluación de ideas o iniciativas emprendedoras, apoyo en procesos de compra pública de innovación o internacionalización de la I+D+i.

IAT
Más de dos décadas de trabajo

El Instituto Andaluz de Tecnología (IAT) es un centro tecnológico especializado en ingeniería y gestión de la innovación que desarrolla su actividad de investigación desde dos prismas: I+D propia para nutrir los productos y servicios del instituto, e I+D bajo contrato con otras empresas y organizaciones. Es una fundación privada de interés público que ha lanzado productos propios como un ciclomotor eléctrico, una bicicleta eléctrica y una moto miniaturizada, también eléctrica, además de trabajar para numerosas empresas y de contar con presencia internacional en Guadalajara (México) y Antofagasta (Chile).