El abogado de Zarrías denuncia el «juicio paralelo» con fines políticos

Los exconsejeros Aguayo, Ávila y Zarrías se remiten a sus comparecencias en el TSJAy el Supremo y rechaza declarar ante el juez de los ERE y protestan porque consten las preguntas del fiscal

30 mar 2016 / 13:09 h - Actualizado: 30 mar 2016 / 17:48 h.
"Caso ERE","Gaspar Zarrías"
  • El exvicepresidente de la Junta Gaspar Zarrías llega al juzgado para declarar. / EFE
    El exvicepresidente de la Junta Gaspar Zarrías llega al juzgado para declarar. / EFE

Los exconsejeros de Economía Carmen Martínez Aguayo y Antonio Ávila y el exconsejero de Presidencia Gaspar Zarrías se han acogido a su derecho a no declarar ante el juez instructor del caso ERE, Álvaro Martín, que investiga el presunto fraude en ayudas públicas sociolaborales y se han remitido a las declaraciones que hicieron hace un año ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) -en el caso de Aguayo y Ávila- y ante el Supremo -Zarrías- al estar entonces aforados como diputados.

Durane sus breves comparecencias ante el juez Álvaro Martín, de entre apenas diez y 20 minutos cada una, sus abogados han expresado sus quejas por que la Fiscalía Anticorrupción quisiera dejar constancia de varias preguntas dirigidas a los investigados por presunta prevaricación y malversación de fondosn públicos, si bien el juez ha permitido que el Ministerio Público las formulara y constaran en acta. Especialmente crítico con este tema fue el abogado de Zarrías, Gonzalo Martínez-Fresneda, para quien «todo esto forma parte de un juicio paralelo con una finalidad claramente política» que «perjudica la imagen de los investigados» sin que exista «justificación procesal porque ya ha declarado». El letrado cuestionó «a quién iban dirigidas» las preguntas formuladas. «No pueden ir dirigidas al investigado porque ya ha dicho que no va a declarar, al juez tampoco porque ese silencio no puede acarrear ninguna consecuencia negativa para ellos y yo me pregunto si van dirigidas a público como pudimos comprobar el pasado día 16 que efectivamente todas las preguntas de la Fiscalía aparecieron en los medios», añadió. Martínez-Fresneda subrayó que la jurisprudencia del Tribunal Supremo señala que cuando e investigado ha dejado constancia de que no va a contestar, «no tiene sentido» formular las preguntas y consignarlas.

La Fiscalía sólo formuló una pregunta a Zarrías sobre una carta que consta en el expedientee del ERE de Primayor en la que el comité de empresa alude a la mediación del consejero de Presidencia para arreglar un problema con el pago de las nóminas. A Aguayo y Ávila, Anticorrupción les preguntó si tuvieron conocimiento de los informes de control financiero y ejecutivos enviados por la Intervención General a la Consejería de Economía y al Consejo Rector de IDEA, organismo pagador de las ayudas. Además, a Aguayo le preguntó sí supo que dos ayudas para Pickman y Anovo se retiraron del orden del día de las reuniones de los viceconsejeros previas al Consejo de Gobierno y no se abordaron allí y a Ávila le interrogó por los reparos del interventor a una ayuda para Sandetel en noviembre de 2003 ante los que encargó un estudio a los servicios jurídicos. La Fiscalía preguntó a Ávila si se llegó a hacer ese estudio y si esos reparos habían ocurrido otras veces.

Todas estas preguntas quedaron sin respuestas. Ninguno de los exconsejeros hizo declaraciones dentro de la sala ni tampoco a los medios congregados a las puertas de los juzgados donde, a diferencia de lo ocurrido hace 15 días con las comparecencias de los expresidentes Manuel Chaves y José Antonio Griñán y del exconsejero de Empleo José Antonio Viera, no había manifestantes profiriendo gritos e insultos a los citados. Sí se produjo el lógico tumulto de cámaras y fotógrafos por captar su imagen, especialmente a la salida de Aguayo, lo que propició que Ávila saliera por la puerta de atrás mientras que Zarrías prefirió hacerlo por delante, donde le esperaba un coche. Su abogado insistió en el perjuicio a la imagen que supone el llamado paseíllo al que ya se opuso en un escrito dirigido al juzgado ante la citación. «Al entrar ha tenido que soportar el zarandeo de la gente», criticó, y «empujones, supongo que mañana en los medios esa imagen será noticia de primera página y todo esto sin que haya una justificación procesal porque si hubiera una justificación procesal para llamarle, bueno, qué vamos a hacer, pero es que no hay ninguna justificación procesal porque él ya ha declarado y ha dicho que hoy no iba a declarar».

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