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El congreso del PP de Sevilla como trampolín electoral en Andalucía

La elección de Andalucía para acoger este cónclave tiene un trasfondo importante, ya que es la próxima cita electoral fijada en el calendario

02 mar 2022 / 04:00 h - Actualizado: 02 mar 2022 / 04:00 h.
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  • Alberto Núñez Feijóo (c) junto a Juanma Moreno (i).
    Alberto Núñez Feijóo (c) junto a Juanma Moreno (i).

La elección de Sevilla como sede del congreso extraordinario en el que se cerrará la etapa de Pablo Casado y se lanzará el nuevo PP, previsiblemente con Alberto Núñez Feijóo a la cabeza, pretende ser también un trampolín electoral para el presidente andaluz, Juanma Moreno, y para el gallego.

La elección de Andalucía para acoger este cónclave tiene un trasfondo importante, ya que es la próxima cita electoral fijada en el calendario (como máximo en otoño), por lo que el resultado que obtenga Moreno será también la primera prueba para Feijóo.

Los populares andaluces celebran que desde Sevilla se pueda «lanzar» el nuevo proyecto del partido, lo que consideran una muestra palpable del peso que tendrá la comunidad en esta etapa.

El congreso servirá para reforzar al presidente andaluz ante la próxima cita electoral, ya que Juanma Moreno ha sido uno de los principales apoyos de Feijóo en este proceso interno, siempre le ha mostrado su respaldo público y le tiene como referente de gestión.

Moreno quiere un congreso de unidad, sin «líos» internos que le puedan perjudicar, más aún tras manejar sondeos internos que le dan una bajada de 4 o 5 puntos en intención de voto a causa de la guerra desatada entre Isabel Díaz Ayuso y Pablo Casado.

«Yo he dicho que si el congreso es tranquilito los acojo de par en par, ahora, si vienen a liarla los mando a Santiago de Compostela», dijo el propio Moreno en una entrevista radiofónica.

El jefe del Ejecutivo andaluz tiene la experiencia de noviembre, cuando el congreso de Granada para su reelección al frente del PP-A se vio opacado por lo que calificó como «enredos estériles», también a cuenta de la guerra entre Ayuso y Casado.

La pretensión ahora es hacer un congreso que cierre las heridas del partido, que ponga fin definitivamente la peor crisis del PP y que, a nivel autonómico, permita a Moreno concurrir a unas elecciones con plena sintonía con la nueva dirección nacional, algo que no se daba con el equipo de Casado y Teodoro García Egea.

Moreno cuenta con todos los sondeos a su favor y algunos incluso le sitúan cerca de la mayoría absoluta en el Parlamento andaluz, aunque se prevé que Vox sea elemento clave para gobernar.

La lucha estará sobre todo en el voto de centro, algo en lo que los populares andaluces creen que se van a ver beneficiados por la llegada de Feijóo, quien además dará vía libre a Moreno para confeccionar las listas electorales, lo que aleja otra posible disputa que se atisbaba en el horizonte con la anterior dirección.

Moreno, que siempre vio en Feijóo la solución al problema que vivía el partido, mirará el resultado de este congreso extraordinario a través del cristal electoral, ya que este cónclave y la reacción al posible pacto con Vox en Castilla y León suponen dos piedras de toque decisivas para la convocatoria.

Se espera que Andalucía tenga peso en la próxima dirección nacional y ya suenan nombres del equipo del Gobierno andaluz, como el portavoz, Elías Bendodo, del que Moreno no quiere prescindir, el consejero de Hacienda, Juan Bravo, o las consejeras Carmen Crespo y Marifrán Carazo, además de la exministra Fátima Báñez.

Los populares tendrán que mirarse al ombligo en Sevilla en abril para relanzar el proyecto. Moreno estará al lado de quien, hace ya tiempo, dijo que era «el espejo» en el que se miran muchos presidentes, Alberto Núñez Feijóo.