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Juan Cornejo, ayer en la sede del PSOE-A. / El Correo
No fueron los últimos tiempos sinónimo de sintonía entre las dos federaciones más potentes del histórico partido de la rosa. PSOE-A y PSC evidenciaron profundas diferencias de fondo en el contexto, primero, de adhesiones enfrentadas en el sangrante proceso de primarias –sobradamente conocidas, tanto la posición susanista del sur, como el empuje que en Cataluña se dio a la victoria de Sánchez– y, posteriormente, en la cuestión territorial, perpetua caja de pandora en el seno socialista, concretada en la ambigua «plurinacionalidad» emanada del último congreso. Sin embargo, ha sido el conflicto territorial más severo que ha vivido la democracia española el que a su vez parece fomentar la sutura de la herida abierta entre andaluces y los «compañeros del partido hermano de Cataluña».
Así lo atestiguó en su conferencia semanal de prensa el secretario de organización del PSOE-A, Juan Cornejo, que elogió con ímpetu la labor que sus camaradas catalanes han ejercido al respecto de la crisis catalana. El número dos de los socialistas andaluces, más allá de romper una lanza por sus homólogos del nordeste, avanzó la «total disposición» de su federación para «ayudar» al PSC de cara a las «importantes» elecciones convocadas por el 155, a celebrar el jueves 21 de diciembre.
La alocución de Cornejo repicó apenas horas después de lo que puede considerarse como una reconciliación en toda regla. La masiva manifestación unionista de Barcelona, donde por primera vez los socialistas tomaban parte del clamor en la calle contra la independencia, provocó una cascada de mensajes de camaradería socialista de Ayamonte a Creus y de Carboneras al Finisterre. Piropos a Iceta y Borrell –principalmente a este último, erigido en lider moral contra la independencia–, alegatos de reconocimiento al trabajo del PSC y chute colectivo ante la inminencia de una nueva cita electoral.
Cornejo, al paso de esta suerte de subidón en un partido que ha sabido coserse ante un asunto de estado del calado de la secesión, aprovechó para lanzar la alfombra roja que lleve a Díaz a la campaña del 21D. «Estaremos encantados de ayudar», repitió, aunque reconoció que aún no se ha concretado la participación de la secretaria general del PSOE-A en actos de campaña junto al PSC. «Ellos harán su planificación, estamos a su disposición para lo que podamos ayudar. Allí hay miles de ciudadanos que se sienten tan andaluces como catalanes», añadió, postulando a la líder de su federación en una batalla electoral que se antoja decisiva, donde, a juicio de Cornejo, los ciudadanos «van a reconocer el buen papel que ha jugado el PSC».
Podemos está «roto»
El número dos de los socialistas andaluces incidió también con énfasis en la situación actual que vive Cataluña, donde se vive «una nueva etapa», referido a la aplicación del artículo 155. Cornejo calificó de «carrera de despropósitos y huida al vacío» la actuación de los «ya cesados», en clara referencia a Puigdemont y Junqueras, «responsables de la fractura social y del desgarro de la sociedad catalana».
En este sentido, y pese a reconocer las grandes diferencias que mantienen con el PP, Cornejo exhibió el perfil más estadista del PSOE-A al considerar que su partido «no tiene matices», en relación a cómo está ejecutando el gobierno de Rajoy las medidas. «Esperamos la vuelta a la normalidad, unas elecciones con garantías democráticas», añadió, antes de vanagloriar la manifestación unionista «que reivindica la Constitución y el Estado de Derecho».
Aprovechó también el lugarteniente de Díaz para lanzar un dardo a Podemos, a quiénes acusó de tener el problema «desde el principio», en su opinión, porque «no han lanzado un mensaje claro a los ciudadanos». Cornejo acusó a la formación morada de «falta de compromiso y vaivenes sobre Cataluña. Según el territorio, un mensaje distinto, Podemos está roto», ahondó, en una crítica feroz al partido que Rodríguez lidera en Andalucía.