«La vacuna para el VIH podría estar muy cerca»

El doctor Antonio Rivero, jefe de sección de Enfermedades Infecciosas del Hospital Reina Sofía, ha participado en el desarrollo de una nueva terapia contra el VIH que usa menos fármacos

Carlos Soliño carlossolt /
05 mar 2020 / 13:19 h - Actualizado: 05 mar 2020 / 15:53 h.
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  • El doctor Antonio Rivero en su consulta.
    El doctor Antonio Rivero en su consulta.

Andalucía abre camino hacia terapias para el VIH con menos fármacos. Especialistas de diferentes provincias de toda la Comunidad Autónoma andaluza han debatido en reuniones organizadas por ViiV Healthcare sobre el primer régimen de dos fármacos en comprimido único, una vez al día para el tratamiento de la infección por el Virus de la Inmunodeficiencia Humana tipo 1 (VIH-1).

Andalucía ha tenido un papel muy importante en el desarrollo clínico de este nuevo antirretroviral gracias a la participación en los ensayos clínicos internacionales de los siguientes centros: el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, el Hospital Reina Sofía de Córdoba, el Hospital Virgen de las Nieves de Granada, el Hospital Carlos Haya de Málaga, el Hospital Infanta Elena de Huelva, el Hospital Costa del Sol de Marbella, el Hospital Virgen de Valme de Sevilla, y el Hospital Virgen de la Victoria de Málaga.

Este avance abre una nueva opción de tratamiento para las más de 13.000 personas que se estima viven con VIH en la región.

La infección por el VIH continúa siendo un problema de salud pública en la región. El año pasado se registraron más de 500 nuevos casos en toda la región andaluza y, según datos de la Junta de Andalucía, las provincias de Málaga y Sevilla son aquellas con mayor incidencia anual. Por otro lado, el 38,7% de las nuevas infecciones por el VIH en la Comunidad Autónoma fueron diagnosticadas de manera tardía.

El doctor Antonio Rivero, jefe de sección de Enfermedades Infecciosas del Hospital Reina Sofía, ha atendido la llamada de este periódico para esclarecer algunos aspectos sobre este avance y la enfermedad.

Pregunta: ¿En qué consiste este nuevo avance?

Respuesta: Se trata de una nueva asociación de fármacos en un único comprimido. Son fármacos antiretrovirales que tienen actividad frente al VIH y tienen dos métodos de acción. Uno de ellos, el dolutegravir es un inhibidor de la integrasa del VIH; y la lamivudina, un inhibidor de la transcritpasa inversa del VIH. Esos son los dos mecanismos de acción, que ya eran conocidos. El cambio que representa esta nueva asociación es que durante la toda la historia de la infección por VIH, esta se ha tratado con una asociación de tres fármacos, que es la que ha mostrado mayor eficacia y más optima respuesta al tratamiento. Pero en esta ocasión, se ha demostrado que con la asociación de solo dos fármacos la respuesta es tan eficaz y mucho más segura que la anterior de tres fármacos. Esto es importante, porque hay personas que por distintas razones es preferible que tomen dos a tres fármacos porque cuanto más fármacos se tome uno, más efectos secundarios puede sufrir.

P: ¿Cuál es la situación actual de los pacientes enfermos de VIH?

R: Yo soy una persona que tiene más de 60 años, y llevo viendo desde los 80 a personas infectadas por VIH y he pasado por muchos escenarios. Al principio no teníamos ningún tratamiento y teníamos que asistir a que los pacientes fueran poco a poco deteriorándose hasta llegar a la muerte y luego surgieron opciones que eran muy eficaces, pero el paciente tenía que tomar muchas pastillas y el tratamiento resultaba muy tóxico lo que dificultaba que el paciente pudiera seguirlo. Incluso algunos llegaban a dañar al paciente pero como el objetivo era prolongar su esperanza de vida había que usarlos. Hasta que hemos llegado a la situación actual en la que tenemos fármacos que son muy potentes, más potentes que nunca. Es decir, más potentes que en ninguna otra fase de la historia del tratamiento retroviral, que además son muy seguros, producen muy pocos efectos secundarios, prácticamente mínimos y hay que tomarlos solo una vez al día y en la mayor parte de los casos se trata de tan solo una pastilla. Para personas de mi edad, que acostumbran a tomar varias pastillas al día, que la ingesta de un unico comprimido te permita llevar una vida normal y equiparable al de la población general supone un sacrificio asumible.

P: Es prácticamente una cura, entonces.

R: Es una cura funcional. No es una cura como tal, no elimina al virus del organismo. Pero lo elimina de la sangre de los pacientes y así la inmunidad de estos se mantiene en rangos normales e incluso se recupera en los pacientes que tenían el sistema inmune ya debilitado. En definitiva, es una cura funcional.

P: Con toda la evolución que ha experimentado el estudio de la enfermedad, ¿estamos más cerca de esa cura real?

R: Es siempre un deseo, un reto y un esfuerzo, y marca la dirección en la que invertir ese esfuerzo en este momento. Es imprescindible contar con unos procedimientos y unas estrategias de tratamiento que nos permitan, en primer lugar, erradicar el virus en las personas que están crónicamente infectadas, aunque eso no parece que esté aún muy cercano, pero mientras tengamos esta cura funcional, tenemos margen para seguir estudiando esta posibilidad. Por otra parte, lo que necesitamos son vacunas para prevenir el VIH. Esto podría estar más cercano. De hecho, en las próximas semanas se va a iniciar un ensayo clínico para probar una nueva vacuna a nivel mundial, en el que va a participar España, y en concreto, Andalucía.

P: Cuando apareció la enfermedad, los pacientes que la padecían estaban muy estigmatizados. ¿Cómo ha evolucionado la percepción del enfermo por parte de la sociedad?

R: Desde mi punto de vista, y con la perspectiva de todos estos años, hemos mejorado de forma brutal. En los años 80 la estigmatización se daba en todos los niveles y de la forma más profunda. Por suerte esto se ha corregido de una forma drástica. No hemos conseguido eliminar el estigma totalmente, y tenemos que seguir mejorando en ese aspecto, pero realmente estamos en una situación que en comparación a la historia de la enfermedad, los pacientes apenas están estigmatizados. Insisto, aún hay cosas que mejorar, pero con la perspectiva del tiempo la situación actual parece de ciencia ficción, hemos mejorado mucho.