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Mariano Rajoy y Pedro Sánchez se saludan fríamente en el palacio de la Moncloa. / Sergio Barrenechea (Efe)
Casi ocho después de las elecciones del pasado 20 de diciembre, España sigue sin Gobierno. Ni una sesión de investidura fallida, ni cuatro ronda de contactos del Felipe VI con los representantes políticas, ni otras elecciones (26 de junio) ni el paso al frente, o al lado, que ha dado Mariano Rajoy aceptando el encargado del rey han servido para despejar el futuro político de España y permitir que se pueda formar un Ejecutivo estable. Además, el 26 de agosto es la última fecha para la investidura de Rajoy con garantías suficientes para que haya nuevos presupuestos el próximo año.
Esta semana, Rajoy aceptaba el encargo del monarca de intentar lograr los apoyos suficientes para ser investido presidente –algo que se supone está haciendo desde hace más de siete meses– pero no aclaró si se someterá a una sesión de investidura. Y mientras no lo haga, no comenzará a correr esa cuenta atrás que tiene en su punto y final la guillotina de unas terceras elecciones. Todos los grupos dicen que serían un auténtico disparate, pero ninguno da a torcer el brazo lo suficiente para no tener que llegar a este extremo.
Y mientras tanto, los reproches entre un partido y otro siguen siendo el pan nuestro de cada día. Así, este sábado fue el diputado socialista por Madrid, Rafael Simancas, quien instó a Rajoy a confirmar este martes durante la reunión que tiene prevista con el líder socialista, Pedro Sánchez, a «confirmar que va a cumplir la Constitución» y que se presentará a la investidura.
En una entrevista en Cope, insistió en que el líder del PP debe aclarar que el objetivo no es otro que ir al Congreso a desgranar su programa, y a «exponerse al voto de los representantes de la ciudadanía». Y añadió que el PSOE será respetuoso con los tiempos de Rajoy para recabar los apoyos suficientes, entre los que no estará el de los 85 diputados socialistas. El diputado por Madrid insistió en la línea mostrada ya por el secretario general, Pedro Sánchez: el PSOE se colocará en la oposición. «Una democracia fuerte es una democracia con un gobierno capaz y creíble, pero también con una oposición capaz y creíble; lo que no es de interés para España es que la oposición capaz y creíble durante los próximos años sea el populismo de Podemos», recalcó el parlamentario del PSOE. Por ello, su partido no puede facilitar por ningún medio que haya un gobierno del PP, y así, recalcó que una abstención «mermaría la capacidad y credibilidad del Partido Socialista como oposición».
Y desde la filas del PP, fue el líder del partido en Andalucía, Juan Manuel Moreno, quien apeló a «dejar a un lado el peso de las siglas y las trincheras ideológicas para pensar en lo verdaderamente importante, que es España y los españoles» y lograr un gobierno sólido.
Durante su intervención en la clausura de la Escuela de Verano del PP-A en Torremolinos (Málaga), Moreno manifestó que «algunos están en el tacticismo y no están pensando en lo fundamental», pues «esto no va del futuro de Pedro Sánchez, de Rivera, de Mariano Rajoy», sino de los españoles. Por ello, aseguró que Rajoy, «no ha dejado ni un solo minuto de trabajar por buscar puntos de encuentro» y «puertas al diálogo» con el resto de partidos políticos y está haciendo «lo que tiene que hacer un dirigente serio y responsable».
Por ello, se mostró confiado en que el sentido común «que expresa de manera muy clara la calle llegue e impregne a algunos dirigentes políticos» como los líderes de PSOE, Pedro Sánchez, y de Ciudadanos, Albert Rivera.
Y desde Ciudadanos, el secretario general del grupo parlamentario, Miguel Gutiérrez, aseguró ayer que el trabajo del PP para las negociaciones con su partido «ya lo tiene hecho», y pidió a Rajoy, que trabaje para «lograr la abstención» del PSOE. Así, insistió en que la posición de Ciudadanos ya estaba marcada antes de la reunión de Rajoy con el Rey.