Se encuentra en órbita en torno a una enana roja y son dos «mundos de agua». Están a 218 años luz de la Tierra en la constelación de Lyra y no tienen ninguna similitud con ningún otro planeta del sistema solar.
Caroline Piaulet, del Instituto Trottier de Investigación sobre Exoplanetas (iREx) de la Universidad de Montreal, publican en la prestigiosa revista «Nature Astronomy» la información del equipo de Björn Benneke, en observación de los dos planteas con los telescopios Spizer y Hubble, en el que indicaba que podrían «estar compuestos solo de agua».
Fue el también telescopio de la NASA, el Kepler, el que los descubrió y, posteriormente, cuando se inició el trabajo de información sobre su composición.
De esta forma se llegó a la conclusión que debía estar formado por materiales más ligeros que la roca pero más pesados que el helio o el hidrógeno -que es de lo que se forman los planetas gigantes-. Así la conclusión es que el principal candidato era el agua.
Benneke indicaba a los medios de comunicación: «Antes pensábamos que los planetas un poco más grandes que la Tierra eran grandes bolas de metal y roca, como versiones a escala de la Tierra, y por eso los llamábamos supertierras. Sin embargo, ahora hemos demostrado que estos dos planetas, Kepler-138c y d, son de naturaleza muy diferente: una gran fracción de todo su volumen está probablemente compuesta de agua. Es la primera vez que observamos planetas que pueden identificarse con seguridad como mundos de agua, un tipo de planeta cuya existencia fue teorizada por los astrónomos durante mucho tiempo”.
El tamaño sorprende: sería tres veces superiores a nuestro planeta y con masas dos veces mayores aunque con densidad más baja que la Tierra. No se trata de mundos rocosos sino mundo de agua, con más similitudes con la lunas del sistema solar que con otro elemento rocoso.
“Imaginemos versiones más grandes de Europa o Encélado, las lunas ricas en agua que orbitan Júpiter y Saturno, pero acercadas mucho más a su estrella”, indica Piaulet. “En lugar de una superficie helada, Kepler-138 c y d albergarían grandes envolturas de vapor de agua” decía al respecto el investigador.
Por su parte Piaulet finalizaba sobre este descubrimiento: “La temperatura en las atmósferas de Kepler-138c y Kepler-138d está probablemente por encima del punto de ebullición del agua, y esperamos una atmósfera densa y espesa hecha de vapor en estos planetas. Sólo bajo esa atmósfera de vapor podría haber agua líquida a alta presión, o incluso agua en otra fase que se produce a altas presiones, llamada fluido supercrítico”.