Lo acaba de publicar hoy mismo el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA): el legado de Federico García Lorca que se encuentra depositado en el centro que lleva su nombre en la ciudad de Granada, dedicado a la figura del poeta y dramaturgo español más universal, es ya Bien de Interés Cultural (BIC), una medida que busca preservarlo y facilitar la reconstrucción de su trayectoria vital y artística. Se trata de piezas de un valor excepcional como manuscritos autógrafos de su obra poética, dramática o en prosa, libros, dibujos, cuadros y grabados, cartas y fotografías, partituras y discos, documentos personales, administrativos, carteles y programas o invitaciones, entre otros, que abarcan desde 1909 a 1936, “año en que le fue arrebatada violentamente su vida”, señala el BOJA de hoy, que reconoce asimismo al autor de La casa de Bernarda Alba como “el de mayor proyección universal de nuestras letras”.
Con la protección de este legado se preserva además la biblioteca personal del escritor, compuesta por ediciones de sus obras editadas en vida, ediciones de época y revistas literarias que reflejan su quehacer intelectual, su trayectoria creativa, sus inclinaciones y gustos estéticos, las influencias y el ambiente en el que vivió. A este patrimonio se suman otros bienes muebles como decorados, bocetos para carteles o figurines realizados por Salvador Dalí, Manuel Ángeles Ortiz, José Caballero, Benjamín Palencia, Emilio Grau, Ismael González de la Serna o Ramón Gaya, entre otros. Los bienes que forman parte del legado lorquiano han sido inventariados por la Fundación que lleva el nombre del poeta y destacan los ocho volúmenes del Catálogo General de los Fondos Documentales (1992-2008).
Desde 1982
Mucho antes de la llegada a Andalucía de este legado, la resolución de la Junta de hoy reconoce que ya había sido tratado por su titular con un modélico carácter patrimonial, “todo ello fruto de la dedicación e interés de la familia y herederos del poeta, constituyentes de la Fundación que lleva su nombre, creada en 1982 como centro de estudios para facilitar el acceso del personal investigador al universo lorquiano y proteger el legado del escritor”. Aquella Fundación se inscribió como tal en 1984 y estuvo ubicada en la Residencia de Estudiantes de Madrid, “lugar simbólico para generaciones de la cultura española y en la que Federico llegó a ser la figura que hoy reconocemos”. El centro de la Fundación Federico García Lorca se ubica hoy en la Plaza de la Romanilla de Granada.
Puntal del 27
“Su cruel asesinato cortará de raíz una de las trayectorias creativas más sólidas de las acontecidas en nuestro país, y se convertirá en referente de la sinrazón de la contienda civil española, creando, su muerte, no poca conmoción dentro y fuera de nuestras fronteras”, reconoce la resolución del BOJA, que hace un repaso asimismo por la trayectoria del poeta granadino, desde sus clases con su maestro de escuela Antonio Rodríguez Espinosa en Almería hasta su paso por la Residencia de Estudiantes de la Institución Libre de Enseñanza en Madrid, pasando por la Tertulia del Rinconcillo, “a la que acudía Manuel de Falla, junto a con otras personalidades de la talla de Melchor Fernández Almagro, José Mora Guarnido, Joaquín Amigo, Hermenegildo Lanz y Manuel Ángeles Ortiz”, y, por supuesto, su participación en el homenaje a Góngora que tuvo lugar en Sevilla en diciembre de 1927 que da lugar a la Generación más famosa de la Literatura española, “junto a Dámaso Alonso, Gerardo Diego, Jorge Guillén, José Bergamín, Rafael Alberti y Juan Chabás; Luis Cernuda, Fernando Villalón y Joaquín Romero Murube y el torero –mecenas- Ignacio Sánchez Mejías”.