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Javier Vega, Miguel Rivera y César Díaz (de izquierda a derecha) son los tres miembros actuales de la banda sevillana. / Óscar Romero -
Concierto de Maga en la sala Joy Eslava de Madrid para celebrar su 15º aniversario. / Juan Pérez Fajardo
La pulcra, casi impecable, y ascendente trayectoria musical de Maga desde sus inicios con el cambio de siglo y materializada en cinco álbumes y tres epés se vio repentinamente cercenada cuando la banda liderada por Miguel Rivera anunció, un día de diciembre de 2014, que se tomaban un receso. No parecía un adiós sino más bien un hasta luego y, de hecho, sólo pasó un año hasta que sus numerosos fieles respiraron aliviados cuando el combo sevillano confirmó que volvía en 2016 con un doble reto: la regrabación de su primer elepé para celebrar el 15º aniversario de la banda y un nuevo disco de estudio.
Un regreso que, en todo caso, se están tomando con mucha calma. En febrero del año pasado llegó esa revisión del primer disco que publicaran allá por 2002, Maga (Limbo Starr), conocido como el blanco dado que el grupo optó por denominar con el nombre de la propia banda sus tres primeros álbumes, distinguidos así por el color de la portada. Una revisión en la que se dejaron acompañar por once invitados, cada uno de los cuales participó en un tema: Iván Ferreiro lo hizo en Diecinueve y The New Raemon en Agosto esquimal, sus temas insignia de aquel celebrado trabajo.
Más significativa es, si cabe, la presencia de algunos de los más ilustres representantes del pop-rock andaluz, desde coetáneos –considerando que las raíces de Maga alcanzan hasta mediados de los noventa– como el jerezano Julio de la Rosa (en Primer vuelo), Juan Alberto de los granadinos Niños Mutantes (en Como nubes a mi té) y Noni de los lojeños Lori Meyers (en Swann) hasta generaciones posteriores, caso de la ubetense Zahara (en Intentos de color) o de Dani de otros sevillanos, Pony Bravo (en Dormido). Resulta obvio a estas alturas que Maga pertenece a esa pléyade de bandas andaluzas que, como los citados Niños Mutantes y Lori Meyers o Supersubmarina, han logrado trascender los circuitos minoritarios para ganar reconocimiento y público más o menos amplios.
Ese disco con amigos, titulado simplemente 15º aniversario Maga (Warner), tuvo una réplica en forma de concierto un mes después, en marzo de 2016. Para ser exactos, réplica doble, dado que enseguida se agotaron las entradas para la cita fijada el 2 de marzo en la emblemática sala madrileña Joy Eslava y hubo que habilitar otro bolo el día anterior. Otra señal de grupo grande.
Y ha habido que esperar casi once meses para que llegue el momento de rematar esa efeméride –en realidad, los 15 años desde el prístino epé Bidimensional (2001)– con el concierto que Maga ofrece en casa, en el Teatro Central, este miércoles a partir de las 21.00 horas, para el que –otra vez– se han vendido todas las entradas. El trío que integran Rivera (voz y guitarras), Javier Vega (bajo) y César Díaz (teclados), y al que suele añadirse en directo Juan Diego Gosálvez (batería), subirá al escenario cartujano de nuevo con la compañía de artistas invitados como la propia Zahara y puede que alguna sorpresa más.
EN UN MES LLEGA ‘SALTO HORIZONTAL’
La segunda parte de la promesa de regreso de la banda era sacar material nuevo. Por fin ese sexto álbum llegará el 24 de febrero con el título de Salto horizontal, seis años después de su anterior elepé. El disco ha sido avanzado por el tema Por las tardes en el frío de las tiendas, una canción luminosa en la que Anni B. Sweet hace coros. Tanto la portada del álbum como todo el artwork han sido realizados por el ilustrador Francisco Lemos.
BREVE BIOGRAFÍA DE MAGA
Será una ocasión para que sus muchos fans rememoren una carrera que se inició en 2000 y que se resume en cinco álbumes, los tres primeros homónimos por partida doble –el blanco (2002), el negro (2004) y el rojo (2006), respectivamente– y todos ellos con el sello Limbo Starr; y los dos últimos con Mushroom Pillow, a saber: A la hora del sol (2008) y Satie contra Godzilla (2011). A los que cabe añadir los epés Bidimensional (2001), Blanco sobre blanco (2004) y Silencio (2011) y el recopilatorio 2001-2008 que consumó el cambio de label.
En la formación, los cambios se han ceñido a la batería: salieron David García y luego Pablo Cabra; además de la incorporación de César Díaz como teclista.