Nexos, un festival con vocación de futuro

Con un presupuesto modesto y una programación de pequeño formato, Nexos logró convocar el pasado fin de semana en Barbate a compañías de reconocida trayectoria y diversas procedencias

13 jun 2016 / 08:21 h - Actualizado: 13 jun 2016 / 08:23 h.
"Danza"
  • Daniel Doña en el festival de Nexos. / El Correo
    Daniel Doña en el festival de Nexos. / El Correo

El Festival de Danza Contemporánea en Paisajes Urbanos, Nexos, nace como extensión de Dantza Hirian, un festival que tiene lugar entre Francia y España, en concreto entre Bayona y San Sebastián, bajo la consigna de indagar el potencial de la danza como elemento de cohesión social.

Con un presupuesto modesto y una programación de pequeño formato, Nexos logró convocar el pasado fin de semana en Barbate a compañías de reconocida trayectoria y diversas procedencias, como la Compañía de Daniel Doña, de Madrid, o la de Carmen Fumero, de Tenerife. Junto a ellos, actuaron también figuras emergentes internacionales, como Gabriel Rodrigo de Costa Rica. Aunque para abrir, y como no podía ser de otra manera, el festival apostó por la representación local, que este año estuvo a cargo de la joven bailaora Ana Florido. Tras la puesta de sol, justo cuando la luz comienza a borrar la línea entre el cielo y el mar, esta joven bailaora se adueñó del Paseo Marítimo con su Porvenir, un solo de baile flamenco cargado de sensualidad que coquetea con la danza contemporánea con deliciosa frescura. Tras ella pudimos disfrutar de la primera propuesta de la compañía de Daniel Doña, A pie de calle, un curioso número de pareja que se atreve, con muchas dosis de irreverencia y dominio técnico, a mezclar el contemporáneo con algunos elementos típicos del clásico español, como el uso de las castañuelas, los saltos y algunos quiebros que hicieron las delicias del público. Aunque cuando de verdad Daniel Doña consiguió impactar al espectador fue con su solo Inestable, representado la mañana del sábado en el Mercado de Abastos, un singular escenario improvisado donde el bailarín y coreógrafo logró recrear una atmósfera tan mística como solemne y abrumadora. Ese mismo día, pudimos disfrutar también de Eran casi las dos, de Carmen Fumero, un pase a dos que derrocha complicidad y virtuosismo. Una cualidad de la que también hizo gala Gabriel Rodrigo con Sordito, que le valió el primer premio del Certamen SoloDos Danza de Costa Rica.

Pero comoquiera que este festival nace con el firme propósito de demostrar el potencial de la danza como un factor estratégico de cohesión social, la noche del viernes se sirvió del poder evocador de la plaza “EL Hoyo de la Tota” para proyectar Las Corales de Barbate, un corto documental del colombiano Elkin Cabarcas que ha triunfado en el Festival de Cine de Cannes. El film gira en torno a la figura de María José Corrales, una bailaora de flamenco que lleva media vida inoculando el veneno de baile en Barbate con su escuela, de la que comienzan ya a salir figuras que son ya toda una promesa, como su propia hija, Coral quien nos regaló junto a su madre una sublime patá por bulerías.