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Otra ronda: trago amargo, molesto e indigesto

10 abr 2021 / 14:17 h - Actualizado: 10 abr 2021 / 14:19 h.
"Críticas"
  • Otra ronda: trago amargo, molesto e indigesto

En gran parte de las películas que nos vienen de la idílica Dinamarca, además de los dramas que los conflictos provocan en la colectividad, realizadores daneses como Lars von Trier, Susan Blier o Thomas Vinterberg han cuestionado en sus películas el papel moral y ético de las acciones individuales. Actos que con sus consecuencias nos han permitido reflexionar, unas veces solidificando nuestras convicciones y otras cuestionándolas. Y es precisamente sobre la liquidez de los principios éticos contemporáneos en los que se fundamenta Vinterberg para construir la tesis de su película Druk, Otro ronda en castellano.

Druk está protagonizada por hombres maduros, heterosexuales blancos, casados y con hijos salvo uno. Bien situados profesional y económicamente, entran en una situación de crisis. La misma que les lleva a investigar retando al sistema porque la fatiga de su clase y su enorme carga social, moral y ética, ha terminado por paralizarles, por excluirles. Caminan bordeando la asfixia. Por otro lado andan las mujeres, muletas invisibilizadas, eternas cuidadoras, fantasmas que sólo sirven para darles problemas y perpetuar a la especie.

Nos siguen haciendo creer una y otra vez que el que tenemos es el mejor de los mundos posibles. Esta idea es falsa y nociva, porque nos ha hecho comulgar con todo tipo de religiones y nos ha sometido a dos dictaduras; a la del machismo y a las del capitalismo y los finos sedales que los sustentan. Y para airear el baño de desidia y aburguesamiento que nos invade en este primer mundo, viene Vinterberg con teorías como las del filósofo y psiquiatra noruego Finn Skaårderug y su déficit de alcohol en la sangre, para donde no la hay, ofrecer luz y alegría – falsa y efímera-, a estos cuatro desgraciados y a quienes celebran sus encuentros, les ríen las gracias o empatizan con sus grados de excitación. Para ensalzar de nuevo la amistad masculina y la familia o mostrar crueldad con quienes son diferentes o deciden vivir sin compromiso con nadie.

Así, termina por validar unos servicios creados por el mercado, aceptados por la mayoría y que sólo consiguen alienar y construir un ideario falso por contradictorio. Por eso choca y asusta bastante que se alabe y censure al mismo tiempo el uso de sustancias tóxicas o que se celebre o castigue su uso dependiendo de la edad y del momento. O se premie al machismo más rancio dando el protagonismo sólo a los hombres.

Vintenberg podía realizar un análisis de los cimientos, las imposiciones y las estructuras del sistema. Criticarlas en alguna medida y cuestionar esas dictaduras. Pero ha preferido doblegarse, aceptar e intentar convencernos con esa doble moral de que todo vale. No es así. Bailar y lanzarnos al aire nos consuela un momento, poco más. Una vez que hemos tomado conciencia de que andamos dentro de la jaula necesitamos encontrar alguna puerta o algún hueco por el que poder escapar. Ha obtenido multitud de premios en Festivales y gusta a la mayoría de la crítica y del público, llamativo.

Otra ronda *

Dinamarca 2020 116 min.

Dirección Thomas Vinterberg Intérpretes Mad Mikkelsen, Thomas Bo Larsen, Magnus Millan, Lars Rauthe, Susse Wold, Maria Bonnevie.

Drama