Restaurada la imagen titular de la ermita de San Miguel de Villanueva del Ariscal que se ha devuelto al culto

La talla, de finales del XVIII y escuela sevillana, se encontraba muy desgastada y manipulada

24 feb 2020 / 09:42 h - Actualizado: 24 feb 2020 / 12:06 h.
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  • Escultura de San Miguel de Arcángel. / Rosa Cárcela
    Escultura de San Miguel de Arcángel. / Rosa Cárcela

La imagen titular de la Ermita de San Miguel, en Villanueva del Ariscal, vuelve a su lugar de origen, después de un laborioso proceso de restauración debido a que la talla barroca se encontraba muy desgastada y manipulada. Ahora, se ha devuelto al culto y luce con todo esplendor en el altar de San Miguel Arcángel. Se trata de una escultura de buena hechura, tamaño académico, de madera policromada y estofada en oro. Es escuela sevillana, de autor anónimo y fechada hacia finales del siglo XVIII. El arcángel goza de gran devoción en el pueblo y procesiona junto a la patrona el 25 de junio, con motivo de las fiestas en honor a Santiago y el Corpus Christi; además se celebra anualmente su festividad el 29 de septiembre con una misa en la ermita.

La Hermandad de la Pureza de María, San Miguel y San Francisco de Asís tiene su sede canónica en dicha ermita. Su hermana mayor, Teresa Estanco, indica que la imagen se encontraba deteriorada y por este motivo se ha acometido un complejo proceso de restauración que ha finalizado recientemente, permitiendo que se exponga la imagen con todo su realce. El viernes 21 de febrero los hermanos han celebrado una misa de acción de gracias, oficiada por el párroco y director espiritual, José J. Sierra Silva, con motivo de su restauración y el domingo la imagen estuvo expuesta en el presbiterio. Desde ahora se puede devocionar y contemplar su imagen en el altar de San Miguel. El arcángel viste de soldado romano con rica coraza, túnica corta con faldellín y casco con cimera de plumas. Porta en la mano izquierda una balanza en la que figuran dos ánimas orantes mientras que con la derecha mata al demonio con una lanza rematada en una cruz. Los expertos consideran que se trata de una talla muy bien plantada.

La imagen de San Miguel, antes de ser restaurada, se encontraba muy desgastada y manipulada. Históricamente se repolicromó en la segunda mitad del XVIII y, parece ser, que se le cambió la cara original. Posteriormente, la figura elaborada con madera de pino fue atacada por los ácaros y la polilla común y se le tapó con telas encoladas para tapar el deterioro de la madera. Por este motivo, la actual restauración llevada a cabo ha sido delicada y se ha conseguido darle una fortaleza estructural a la escultura, la cual estaba llena de clavos que se han sustituido por espigas especiales y se le ha inyectado insecticida. También sufría de desprendimientos de policromía en las manos que se han arreglado convenientemente.

Otra parte importante de la restauración realizada ha sido la del estofado y dorado, ya que estaba muy fregado y el oro se encontraba repintado, sin barnices. Se le han añadido casi 24 quilates de oro para reintegrar su volumen y también se le han añadido a los estofados los necesarios pigmentos de los que carecía. En este sentido, al haber conservado todo lo que había y haber reintegrado con oro fino de la misma cantidad, la imagen ha quedado muy bien.

Según indica la citada hermandad, en sus orígenes el altar mayor estaba presidido por una pintura de San Miguel -de la que se desconoce el paradero-, pero posteriormente se sustituyó por la imagen de la Inmaculada Concepción, patrona de este municipio del Aljarafe sevillano.

En el interior de la ermita también se conserva en el altar de San Francisco de Asís una magnífica escultura de su titular y, en el ático, está situada una pequeña pintura sobre tabla de San Gabriel. Está muy deteriorada, pese a la calidad y belleza de la composición; el arcángel, de estilo barroco, viste con doble túnica de colores marianos (blanco y celeste) y vaporoso manto rojo sobre los hombros. Porta en la mano derecha una vara de azucenas y en la izquierda un cetro con la filacteria Ave María Gratia Plena.

El Aljarafe es, después de La Campiña, la comarca de la provincia de Sevilla con más representaciones artísticas de San Miguel Arcángel, prevaleciendo las pinturas frente a las esculturas. Villanueva del Ariscal, junto a Bormujos, Espartinas, Olivares, San Juan de Aznalfarache y Sanlúcar la Mayor son los pueblos que exhiben una mayor abundancia artística. Las imágenes más antiguas están localizadas en Sanlúcar y Santiponce y son de la segunda mitad del siglo XV, reflejan a San Miguel y están realizadas por Lorenzo Mercadante de Bretaña y Juan Sánchez de San Román. Además se han localizado arcángeles provenientes de los talleres de Roldán y Zurbarán, del XVII. Se constata que de los más de cien arcángeles identificados, la mayoría son de estilo barroco y obra de artistas anónimos sevillanos, si bien también figuran nombres como Manuel García de Santiago, Marcelino Roldán o Felipe Fernández del Castillo, todos del XVIII.

En cuanto a las advocaciones, diversas iglesias y ermitas de los pueblos sevillanos tienen bajo su protección a los santos arcángeles. A San Miguel no sólo en Villanueva del Ariscal, sino también en Castilleja del Campo, Lora de Estepa, Marchena y Morón de la Frontera. Isla Mayor es el único municipio de la provincia donde figura como titular San Rafael en la iglesia parroquial, siendo también su patrón. Con respecto a San Gabriel, no aparece registrada ninguna advocación, pero sí con la denominación genérica de la Encarnación en los conventos de Fuentes de Andalucía y Osuna, en la ermita de Gerena y en las iglesias parroquiales de Bormujos y Constantina.