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Integrantes de la ópera Samson y Dalila
El Teatro de la Maestranza presenta la conocida ópera ‘Samson y Dalila’, una vuelta a la historia de odio que nada tiene que envidiar a ‘Romeo y Julieta’ de Shakespeare. Escrita por Camille Saint-Saëns hace casi dos siglos e inspirada en relatos bíblicos, su contenido aún tiene mucho que decir y aportar a nuestra época actual. Y no es todo: en esta ocasión, la historia de estos dos amantes cuenta, además, con un valor añadido: la inclusión.
En el «más potente y creíble» Samson y Dalila que Jacques Lacombe, director de música, dice haber hecho y donde se esconde mucho más que una obra convencional. De las 200 personas que componen el elenco de la obra, unas 70 pertenecen a colectivos de «plena inclusión» o, como sus propios miembros lo presentan, un equipo con «capacidades diversas» entre los que no sólo han participado los más pequeños, también sus familias, que ven en la obra una oportunidad para que sus hijos sean tratados como «un profesional más» de la actuación.
Tras el escenario también se oculta Pedro Azorín, que asume la dirección de la escena de uno de los proyectos más «importantes y especiales» que han dirigido, como indicaba el director del teatro, Javier Menéndez.
Gregory Kunde y Nancy Fabiola serán las caras visibles de una historia de amor entre dos personas que no deberían estar juntas por culpa de un odio entre familias cuyo origen ya nadie recuerda. «Es un producción potente, diferente y muy actual que a veces revuelve porque nos enfrentamos con la oscuridad más grande del ser humano», una lectura con la que «el público se va a identificar», explica la actriz.
Ahora, el elenco deja atrás las ruinas romanas del Teatro de Mérida para situarse bajo los focos de un nuevo escenario, el de la Maestranza, que acogerá a este gigantesco equipo de profesionales y amateurs que danzarán al son de la Orquesta Sinfónica de Sevilla.
Los días 14, 16 y 18 de noviembre se abre el telón del teatro sevillano en una obra de dos horas y media cuyo objetivo, además de entretener, es el de romper barreras. Y no sólo una: los estereotipos hacia las personas con diversas capacidades intelectuales estarán en el punto de mira, así como la idea de que la ópera puede y debe disfrutarse por «todos los públicos» y no sólo por una pequeña élite cultural.
Las entradas, que podrán adquirirse en la página web del Teatro de la Maestranza, serán el primer paso para sentarse a disfrutar a partir de las ocho de la tarde del teatro, la música... y del trabajo en equipo.