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Spider-man: espectáculo visual para estar más cerca de una agriada Michelle

La película se sustenta en tres ideas básicas; el desarrollo de un viaje, la aparición de un peligro y el objetivo de una conquista

06 jul 2019 / 13:12 h - Actualizado: 06 jul 2019 / 13:18 h.
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  • Spider-man: espectáculo visual para estar más cerca de una agriada Michelle

Spider-man: Lejos de casa *

Estados Unidos 2019 129 min.

Dirección Jon Watts Intérpretes Tom Holland, Jake Gyllenhaal, Marisa Tomei, Zendaya, Jon Favreau.

Fántástico

En 2017 las productoras Columbia y Marvel resucitan con éxito comercial al hombre araña en Spider-man:Homecoming. A ello ayudó la interpretación de Tom Holland y el carisma de Peter Parker, un joven estudiante, despistado y enamoradizo que se convertía en superhéroe si la ocasión lo merecía. Dieron en el clavo ya que consiguieron contentar a fieles de la saga y a esas mareas de jóvenes millennials y zetas enganchadas a las nuevas tecnologías y a los canales multipantalla.

Esta nueva aventura tiene lugar justo después de los sucesos ocurridos en la excesiva Vengadores: Endgame. La tragedia que en ella ocurrió no es fácil de superar, la vida sigue, pero los problemas del mundo y las amenazas para su dominio y destrucción no se detienen. En Lejos de casa, el viejo continente necesita ayuda para combatir a varias criaturas, que de arena, agua y fuego están creando el caos y la destrucción. El antiguo director de S.H.I.E.L.D. Nick Furia, contacta con Peter para que luche contra el nuevo peligro. Lamentablemente lo hace en mal momento. El chaval más ilusionado que nunca, sale de vacaciones con compañeros y compañeras de clase por Europa, las mismas que quiere aprovechar para conquistar a la inaccesible Michelle.

La película se sustenta en tres ideas básicas; el desarrollo de un viaje, la aparición de un peligro y el objetivo de una conquista. A priori y con talento, sería suficiente para que Watts arme una historia fresca, misteriosa, entretenida, sugerente, divertida, sentimental y con sus dosis de emoción. No lo consigue, se queda en la epidermis. Sus dos horas construyen el relato de un viaje de vuelo corto, el justo y necesario para explorar las cualidades del elegido y enfatizar el porvenir del futuro superhéroe. Porque el salto de la ingenuidad a la madurez que requiere el personaje se ha reducido a la superación de un reto; el de resolver entre ciudad y ciudad quien está detrás de la fabricación de un enigma compuesto por realidades paralelas. Así, se pasa de Venecia a Londres como de nivel en un videojuego, en el que cada salto de ciudad implica más ruido, más golpes de efecto y más fuegos de artificio. Un recorrido poco edificante, simple y forzado que solo ofrece espectáculo y un alarde pirotécnico para que el bobalicón y jovial Peter siga siendo el mismo aprendiz con traje nuevo. Hacer crecer al lelo, mostrar sus miedos e insuflarle una dosis de malicia le quitaría gracia. Eso sí, tras esta agotadora aventura está un poco más cerca de la agriada Michelle.