En algún lugar una pareja y su hija se dispone a salir de viaje para celebrar la navidad junto a los padres de ella, que viven en una urbanización de un pueblo de Huelva cercano a la costa. Una vez allí se pierde su perra. Es el punto de partida de esta obra, un drama revestido de comedia que destila frescura y autenticidad.
Así, la historia gira en torno a la búsqueda de una perra perdida, a la que el personaje de una de las hijas, que está embarazada, se empeña en encontrar a toda costa. Y aunque al principio toda la familia la apoya, no tardará mucho en quedarse sola en su búsqueda. Eso generará toda una suerte de conflictos, emociones y sentimientos con los que todos podemos identificarnos y que, en realidad, surgen de la necesidad, y lo que es más interesante, de la dificultad que tienen los personajes para sentirse atendidos, aceptados y, en definitiva, amados.
Cabe destacar que, al hilo de la búsqueda, la dramaturgia despliega en escena toda una nómina de personajes que definen el ámbito social y cultural en el que se mueven los personajes subrayando el corte naturalista del texto. La puesta en escena, en cambio, a manera de contraste reproduce un espacio escénico cargado de símbolos que se vuelcan la escenografía de Alessio Maloni y la banda sonora, mientras la dramaturgia delimita una curiosa y atrevida secuencia temporal.
Por desgracia el montaje abusa un tanto de la reiteración y la duración de algunas escenas y el ritmo se resiente, pero se salva gracias al potencial emotivo de la historia y, sobre todo, a la versatilidad y frescura de los cinco intérpretes, que a lo largo de la obra se multiplican hasta dar vida a 15 personajes, todos ellos interpretados con maestría y vis cómica.
Obra: La Perra (o la necesidad de ser amado)
Lugar: Teatro Central, 21 de noviembre
Compañía: Tenemos gato
Texto y dirección: Cristina Rojas
Intérpretes: Cristina Rojas, Raquel Mirón, Mónica Mayén y Chema del Barco
Calificación: ***