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Otra lección del Valencia de Marcelino al Betis de Setién (2-0)

LA CRÓNICA. El Valencia vence a un Betis plano, poco ofensivo y condenado por dos desaplicaciones, la segunda en un horrible comienzo del segundo tiempo. Hubo polémica por un gol anulado a Bartra

04 mar 2018 / 20:11 h - Actualizado: 05 mar 2018 / 18:12 h.
"Primera División","Real Betis","Crónica Real Betis"
  • Zaza, desatendido por Mandi, bate a Adán para establecer el 2-0 definitivo / Manuel Bruque (Efe)
    Zaza, desatendido por Mandi, bate a Adán para establecer el 2-0 definitivo / Manuel Bruque (Efe)

El Betis de Quique Setién no encajó el 3-6 de la primera vuelta pero recibió una nueva lección del Valencia de Marcelino García Toral, que con el esfuerzo justo y una estrategia que se veía venir a mil leguas de distancia derrotó con comodidad a un equipo sumido en un fútbol intrascendente, lento y plano pese a su exceso de elaboración, esta vez en el mal sentido de la palabra. Pases dio una barbaridad, cientos de ellos, pero la gran mayoría muy lejos de Neto. Y a la hora de defender, la misma historia de casi siempre: dos malas acciones, la segunda como guinda de un esperpéntico principio de segunda parte, y adiós al partido y a una semana en la que ha ido de más a menos: ganó, empató y, al final, perdió.

Con Camarasa como principal novedad de la alineación, el Betis partió con más iniciativa en el juego. No debe extrañar a nadie que suela ver los partidos del equipo verdiblanco... y los del Valencia. El conjunto che no va cuarto por tener un fútbol basado en la posesión, sino por todo lo que genera a partir de las pérdidas del rival. Así que la fórmula de Setién, a priori, venía que ni pintada para Marcelino y sus futbolistas. El presunto control del Betis, además, careció desde el principio de la profundidad imprescindible para ganar un partido. Lo más cerca que estuvo de Neto fue en dos o tres centros laterales que no hallaron rematador.

A partir del cuarto de hora cambió un poco el panorama porque el Betis empezó a ser víctima de las primeras imprecisiones. Creció el Valencia, con la tranquilidad que le proporciona ese muro llamado Kondogbia, y guiado por Guedes se acercó a Adán, al que sólo dio un aviso. El segundo fue el 1-0, fruto de su jugada favorita, un contragolpe fulminante que nació de una imprudencia ofensiva de Mandi en no se sabe qué proyecto con Camarasa. Gayá superó su absurda presión, a 80 metros como estaba de Adán, y Guedes, con todo el espacio y el tiempo del mundo para pensar, envió una pelota que Amat vio pasar por delante, incapaz de girar la cintura a tiempo para interceptarla. Rodrigo recogió el paquete, eludió a Bartra y definió a la perfección.

El Betis desapareció tras el gol. De vez en cuando, muy de vez en cuando, tuvo la posesión, pero no traspasó el círculo central en condiciones amenazantes para el Valencia, cuyo control pasó a ser casi absoluto de ahí al descanso. Cerca de la media hora se produjo el primer y último remate a portería de toda la primera mitad por parte verdiblanca, obra de Junior. Fue la excepción porque el equipo de Setién, aún preso de una circulación torpe, huérfano de Fabián, fue incapaz de horadar la telaraña de Marcelino en el centro.

Setién no hizo ni una modificación tras el descanso y su equipo siguió desaparecido. Su principio de segundo tiempo, de hecho, fue un horror. En un minuto y medio, el Valencia creó dos ocasiones, un cabezazo en un córner y una internada de Rodrigo. A la tercera, en la continuación de la segunda de esas oportunidades, Kondogbia robó el balón a Junior y halló a Zaza solo dentro del área, desatendido por Mandi. El italiano no falló y el partido se acabó ahí.

El 2-0 reforzó el planteamiento inicial del Valencia, que dejó la exclusiva de la posesión a su contrincante y se limitó a taponar cualquier vía de llegada a Neto, algo que no le resultó muy complicado porque el Betis se enzarzó en posesiones tan interminables como planas, carentes de velocidad y verticalidad. Su primera ocasión para remeterse en el duelo, de hecho, fue a balón parado, una falta de Joaquín que desvió Neto. El primer cambio de Setién también resultó significativo: Francis por Barragán. Es decir, lateral por lateral, carrilero por carrilero en el mejor y más ambicioso de los casos. A veinte minutos del final entró Rubén Castro; a siete, Tello.

A pesar de la comodidad con que el Valencia manejó el partido, el desenlace pudo tener un viraje inesperado si el árbitro no hubiese priorizado una presunta zancadilla de Loren al portero che sobre la obstrucción de Paulista al delantero. Teniendo en cuenta cómo estaba el Betis, cuya monotonía sólo cambiaba a mejor si el balón pertenecía a Joaquín o Francis, es complicado pensar que el gol de Bartra habría derivado en un mejor resultado para los verdiblancos, pero quién sabe. El caso es que el equipo de Setién ya no creyó más en una remontada inviable, aunque Junior y Loren dispusieron de dos últimas opciones como broche a una triste noche del Betis en Mestalla.

VALENCIA CF: Neto; Montoya, Paulista, Murillo, Gayá; Soler (Coquelin, m. 74), Kondogbia, Parejo, Guedes; Rodrigo (Ferrán, m. 84) y Santi Mina (Zaza, m. 37).

REAL BETIS: Adán; Mandi, Bartra, Amat (Tello, m. 83); Barragán (Francis, m. 59), Camarasa (Rubén Castro, m. 69), Javi García, Fabián, Junior; Joaquín y Loren.

Goles: 1-0, m. 22: Rodrigo. 2-0, m. 47: Zaza.

Árbitro: Hernández Hernández (Comité Canario). Amonestó a Barragán (44’), Montoya (45’), Fabián (78’), Joaquín (78’) y Bartra (82’).

Incidencias: partido correspondiente a la 27ª jornada de Liga, disputado en Mestalla.