Subidón del Betis en La Rosaleda (0-2)

LA CRÓNICA. El conjunto verdiblanco, guiado por Joaquín y Fabián, asciende a la octava plaza y espanta fantasmas gracias a su primera victoria después de dos meses de sequía. Los verdiblancos fueron muy superiores al Málaga y apenas sufrieron para dejar su portería a cero, otra importante noticia

18 dic 2017 / 20:35 h - Actualizado: 19 dic 2017 / 15:40 h.
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  • Los jugadores del Betis, con el novedoso uniforme negro, celebran el 0-1 / Efe
    Los jugadores del Betis, con el novedoso uniforme negro, celebran el 0-1 / Efe

El Betis se ha asegurado unas Navidades más o menos tranquilas a la espera de su partido contra el Athletic, que ya es decir después de dos meses sin ganar y con la zona de descenso aproximándose a un ritmo inquietante. El equipo verdiblanco espantó algunos de esos fantasmas en La Rosaleda, donde se impuso con justicia al Málaga en un buen encuentro ofensivo y, sobre todo, defensivo, quizá la mejor noticia de todas con permiso del subidón, literalmente hablando, que representa el triunfo, porque esos tres puntos lo mandan de la decimoquinta plaza a la octava, de nuevo a tres puntos de Europa. Y nueve por encima del antepenúltimo.

Quique Setién introdujo una extraña sorpresa en el once: Amat de mediocentro. Podría haberse previsto que al Betis le costaría organizar el juego, pero el Málaga le cedió la pelota sin pedir nada a cambio. La noticia es que esta vez los verdiblancos la trataron con mimo, orden y paciencia, más o menos igual que al principio de la temporada. El míster, además, no dejó solo a Amat, sino que le puso la inestimable compañía de Fabián. El canterano está ganando jerarquía a marchas forzadas y a día de hoy, sinceramente, es uno de los líderes futbolísticos del grupo. El palaciego no se cansó de moverse, ofrecerse y hallar las mejores soluciones, casi siempre escorado a la derecha, por donde se alió con el otro gran protagonista de la noche, Joaquín, que celebró su entrada en el accionariado del club con un fenomenal encuentro. Los dos jugadores formados en la casa aportaron ese punto de lucidez (que diría Setién) que tanto añoraba el equipo.

Una vez descrito este punto de partida, hay que consignar que el Betis, hasta el 0-1, hizo poco o nada en ataque y en cambio sufrió las veces que el Málaga se aproximó a su área. Dos saques de esquina lanzó el conjunto blanquiazul y dos veces los cabeceó, primero Baysse y después Recio. El central repitió más tarde en una falta lejana. Con el balón jugado, el Betis se ordenó bien y no pasó apuros salvo en un derechazo cruzado de Keko en una jugada embarullada que contó con cierta aquiescencia defensiva. Por primera vez en mucho tiempo, esa blandura bética fue la excepción y no la regla.

El Betis no encajó ningún gol en los acercamientos de su oponente y sin embargo marcó en su primer remate a portería. La jugada llegó por el flanco diestro. Queda dicho que por allí encauzó casi todo su ataque. Joaquín esperó hasta ver el desmarque de Sergio León y le envió un bonito pase que el delantero convirtió en el 0-1 con una pequeña ayuda de Roberto. La ventaja no generó una reacción instantánea del Málaga, aunque Peñaranda aprovechó un mal marcaje de Durmisi en un saque de banda para pisar el área con peligro; el lance acabó en nada porque Borja Bastón no creyó en su compañero. Pero la rutina del choque no varió. De hecho, el Betis agravó su dominio, pasó mucho más tiempo en la parcela malaguista y mereció irse al descanso con otra renta. Es más, la materializó, pero el asistente no advirtió que un gran lanzamiento de Joaquín en una falta lateral entró del todo antes de que Roberto lo palmease hacia fuera. No cabe polémica: el gol fue tan claro como el error del linier.

El final de la primera parte había sido injusto con el Betis, pero el principio de la segunda reequilibró las cosas. A los cuatro minutos, una buena apertura de Fabián permitió a Barragán asistir a la primera a Camarasa, que cabeceó el 0-2 casi a placer. Quedaba una eternidad por delante, así que era el momento de saber si un conjunto tradicionalmente poco fiable sería capaz de madurar y contener a un rival al que en teoría se le presuponía que aumentaría la carga ofensiva. La primera parte del planteamiento se cumplió; la segunda, no. Excepto un cabezazo de Borja Bastón que se marchó fuera por poco y un buen remate de Ontiveros próximo a la escuadra, la verdad es que el Málaga no encontró por dónde hacer daño al Betis, bien aplicado en defensa desde el mismo círculo central. Y cuando los locales recurrieron al juego directo, emergió la figura de Feddal.

El Betis, alumbrado en todo momento por el quehacer de Joaquín y Fabián, tampoco necesitó volver a saber de Roberto, que no intervino en todo el segundo tiempo. Las únicas ocasiones del parcial fueron un córner que Feddal cabeceó alto, una buena jugada de lado a lado que culminó Durmisi con un peligroso centro chut y, ya en la propina, otra internada de Nahuel que Aitor no remachó por centímetros.

MÁLAGA CF: Roberto; Rosales, Luis Hernández, Baysse, Diego González; Keko (Ontiveros, m. 54), Recio, Adrián (Rolan, m. 39), Chory Castro; Peñaranda (En-Nesyri, m. 66) y Borja Bastón.

REAL BETIS: Adán; Barragán, Mandi, Feddal, Durmisi; Amat (Javi García, m. 73); Joaquín (Aitor Ruibal, m. 85), Fabián, Camarasa (Nahuel, m. 76), Tello; y Sergio León.

Goles: 0-1, m. 24: Sergio León. 0-2, m. 49: Camarasa.

Árbitro: Alberola Rojas (Comité Castellano-Manchego). Amonestó a Rosales (41’), Barragán (71’), Joaquín (83’) y Ontiveros (93’).

Incidencias: partido de la 16ª jornada, disputado en La Rosaleda ante 22.488 espectadores.