Un chasco en toda regla

No hay manera. Cinco minutos de desconcierto al inicio de la segunda parte dieron al traste con lo que parecía podía ser el primer triunfo tranquilo de la temporada. Pero la tranquilidad no se estila por Heliópolis, ni ganando un partido por 2-0 al Rayo

28 feb 2016 / 00:19 h - Actualizado: 27 feb 2016 / 23:56 h.
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  • Rubén Castro, doble goleador de la tarde, junto al meta Juan Carlos. Foto: Manuel Gómez
    Rubén Castro, doble goleador de la tarde, junto al meta Juan Carlos. Foto: Manuel Gómez

El Betis hizo la mejor primera parte del curso, con un Musonda metiendo alto voltaje a su fútbol y un Rubén Castro que volvía por sus fueros con dos goles a la media hora que debían haber dejado el partido resuelto.

Pero este Rayo de Paco Jémez nunca vuelve la cara, como ya pudo comprobar la semana anterior el propio Sevilla FC con otro 2-0 a su favor, en ese caso en Vallecas. Se la jugó el técnico cordobés al descanso con dos cambios muy ofensivos, pasando a defensa de tres y con Manucho en lugar del lesionado Miku. Y en cinco minutos el congoleño volvió locos a los centrales béticos y dio la vuelta al partido ante el estupor de una hinchada bética que no gana para disgustos.

El Betis dejó pasar el doble turno casero ante Sporting y Rayo -dos a los que ganó en la primera vuelta a domicilio- y vuelve a meterse en líos clasificatorios, pues tras la victoria de Las Palmas en Ipurua tiene el descenso a solo cuatro puntos, cuando de haber repetido triunfo en las dos últimas comparecencias del Villamarín tendría la permanencia prácticamente encarrilada y la posibilidad de atisbar, incluso, metas mayores, pues el séptimo clasificado solo suma 36 y equipos como la Real Sociedad que hace bien poco coqueteaban con el descenso ya lo tiene a tiro. Y el séptimo tiene casi todas las posibilidades de ir también esta temporada a Europa tras ser Barcelona y Sevilla los finalistas de la Copa del Rey.

El caso es que el Betis no encuentra la manera de sumar de tres en tres. En los tres últimos meses solo lo ha hecho ante el Valencia y así, claro, no hay manera de vivir tranquilo ni de aspirar más que a una sufrida permanencia.

Lo de este sábado fue un chasco en toda regla, pues a una primera parte ilusionante sucedieron cinco minutos de zozobra, luego muchos de desconcierto y un arreón final en el que por faltar, hasta faltó la suerte, pues ya en tiempo añadido estrelló el utrerano Dani Ceballos un remate en la cruceta que podía haber supuesto el triunfo que se les vuelve a negar a los de Juan Merino, con cinco empates, una de cal y otra de arena.