-
Joaquín Caparrós. / SFC
Joaquín Caparrós se ha vuelto a sentar en la sala de prensa del Sánchez-Pizjuán para analizar el primer partido de su nueva etapa en el Sevilla, este viernes ante la Real Sociedad. Para el utrerano la motivación de sus jugadores es altísima: «Les he mirado a los ojos a todos, pero también a los huevos, que los tienen rojo y blanco todos. Les he dicho que son muy buenos, que son unos elegidos y no voy a cambiar demasiado. Tenemos que ser contundentes defensivamente porque la Real es muy buena. Yo estoy muy ilusionado y los jugadores lo han notado, todos queremos enganchar a la gente, que haya alegría».
Muchos recuerdos para Caparrós, que quiso recordar que él siempre está «en deuda con el Sevilla. Es mi equipo y estoy encantado de intentar ayudar ahora. Queda un pequeño esfuerzo en la temporada y tenemos que darlo todo. Estos jugadores tienen que sacar el talento que tienen dentro». De hecho, para que no se le olvide a nadie, el entrenador recordó a su plantel que «hay que estar orgullosos de pertenecer al Sevilla y además estamos en deuda con la afición. Va a ser un partido competido, abierto y es importante que tengamos acierto ofensiva y defensivamente, y que nos mostremos unidos jugadores y todos, mostrar que somos un equipo dentro y fuera, todos».
Le preocupa a Caparrós la falta de gol, pero destacó por encima de todo «fortalecer los aspectos defensivos, tenemos que ser solidarios» porque no quiere seguir con la reciente «dinámica negativa» en este aspecto en el equipo nervionense. En este sentido destacó el compromiso de un veterano como Jesús Navas, al que espera tener para su nuevo debut: «Su madurez, 15 años después, es espectacular. Es muy querido en el vestuario y ha sabido adaptarse a jugar algo más atrás. Es un ejemplo y otro campeón del mundo criado en la ciudad deportiva». Sobre Nzonzi, el técnico señaló que «él es profesional, sabe lo que ha hecho y tiene que asumir todo. Tiene que apretar los puños... ¿Cómo se cambia eso? Con una buena actitud con el balón...».