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Contribuyentes presentando su declaración de la Renta en una imagen de archivo. / Javier Cuesta
La crisis no ha azotado a todos por igual y tampoco lo ha hecho con la misma intensidad ni en la misma dirección. Organismos internacionales han puesto el foco en que los pobres son más pobres y los ricos más ricos, lo que ha acrecentado la brecha de desigualdad.
La Agencia Tributaria acaba de dar a conocer los datos sobre la riqueza de los españoles, que se mide según lo que declaran los ciudadanos en el impuesto sobre patrimonio. En el año 2013, último disponible, 18.480 andaluces declararon ante el Fisco una fortuna que se elevaba de forma conjunta hasta los 41.632,35 millones de euros, lo que arroja que, de media, cada uno de estos contribuyentes atesora 2,25 millones de euros de patrimonio. Estos datos reflejan que, en comparación con el año anterior, el número de declarantes de este impuesto ha descendido levemente –un 0,44 por ciento– (eran 18.562 en 2012), mientras que la riqueza media acumulada se incrementó un 1 por ciento frente a los 2,23 millones del año precedente.
¿Pero cómo se distribuye esta riqueza? ¿En qué prefieren invertir ese dinero? Según los datos que obran en poder de Hacienda, casi siete de cada diez euros –el 67,14 por ciento–, es decir 27.950 millones se corresponden con patrimonio en capital mobiliario. Y dentro de este capítulo, la mayor parte (12.869,5 millones) se declaran como acciones y participaciones en entidades jurídicas no negociadas; 5.515 millones en depósitos en cuenta; 4.636 millones en acciones y participaciones en entidades jurídicas negociadas en mercados de valores; 3.813 millones en acciones y participaciones en inversión colectiva; y los 1.116 millones restantes en deuda pública, bonos y obligaciones. El segundo capítulo que acumula más patrimonio es en los bienes inmuebles. El 23 por ciento de la riqueza se concentra en este tipo de inversión, que suma 9.572,6 millones de euros. Los inmuebles de naturaleza urbana (viviendas, locales...) acaparan prácticamente todo el interés, con 8.897 millones, y apenas 675,6 millones lo absorben las fincas rústicas.
El resto se distribuye entre los bienes afectos a actividades económicas (2.110 millones, pero una cantidad de la que el 76 por ciento está exenta de tributación); 1.101 millones en bienes y derechos de contenido económico (entre los que se incluyen derechos de uso y disfrute, concesiones administrativas, derechos de propiedad intelectual o industrial, opciones contractuales y otros); 850 millones en seguros de vida y rentas temporales y vitalicias; y, aunque de forma más anecdótica, 3.022 ciudadanos declararon poseer casi 47 millones de euros en bienes suntuarios, que se desglosan entre los casi 45 millones en vehículos, joyas y pieles, entre otros, y dos millones en obras de arte y antigüedades.
La Agencia Tributaria ofrece, además, el detalle de los tipos medios de IRPF que pagan estos contribuyentes que declaran patrimonio. Así, la base imponible media en el Impuesto de la Renta de estos andaluces se situó en 2013 en 71.174 euros (71.697 euros en 2012), mientras que su cuota íntegra fue de 22.036 euros, con un tipo medio del 29,48 por ciento, un punto y medio inferior a la media del conjunto de España, y también algo por debajo del tipo medio que abonaron los andaluces con más patrimonio en 2012 (30,11).
Madrid, a gran distancia, es donde se localizan las mayores rentas. 256.927 euros fue la base imponible de los madrileños más ricos, con un tipo medio del 34,32 por ciento, y una cuantía de 91.021 euros.