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El secretario general de la CEA, Antonio Carrillo, y el director de la Agencia IDEA, Antonio Clavero. / El Correo
Las infraestructuras, el capital humano y la calidad de vida son los principales atractivos que ven las empresas extranjeras para asentarse en tierras andaluzas, según el Barómetro del Clima de Negocios en Andalucía desde la perspectiva del inversor extranjero que se presentó ayer en la sede de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA). El informe elaborado por la Agencia IDEA, en colaboración con el ICEX y el Internacional Center for Competitiveness (ICC) de la escuela de negocios IESE, a raíz de una encuesta a la que ha contestado en torno a medio centenar de directivos de las más de 400 pequeñas y medianas empresas de origen extranjero instaladas en Andalucía, corrobora los signos de recuperación de la economía y le otorgan un aprobado alto (2,97 sobre 5) a la región como nido empresarial.
De hecho, la buena salud de la región andaluza se refleja en la mejora de las previsiones de las empresas extranjeras no solo de cara a este año, sino para los próximos tres años. Así, el 98 por ciento de los inversores pretende incrementar o mantener sus inversiones este año y los tres siguientes, frente al 80 por ciento del año pasado. De hecho, la inversión foránea durante el primer semestre del año alcanzó los 382,4 millones de euros, por encima del total de todo el 2014, que se situó en los 264,6 millones, según los datos facilitados ayer por el director de la Agencia IDEA, Antonio Clavero.
En términos de facturación, el 96 por ciento prevé mejorar sus cuentas o igualarlas a años anteriores, una tendencia que irá en aumento de cara a 2018, cuando cerca del 80 por ciento espera incrementar solo su facturación. La consolidación de la economía andaluza para las empresas extranjeras también se reflejará en las plantillas, dado que el 90 por ciento asegura que las mantendrá e incluso las aumentará. Por último, el 46 por ciento de los inversores cree que incrementará sus exportaciones este año.
La ubicación de Andalucía la convierte en una «tierra de oportunidades», según destacó Clavero. Su cercanía a África la posiciona como la puerta europea de entrada a una de las economías emergentes y sus puertos son un puente hacia los mercados latinoamericanos, apuntó el secretario general de la CEA, Antonio Carrillo. Una ubicación «estratégica» que unida a la disponibilidad de sus infraestructuras son un valor añadido para las empresas extranjeras, quienes valoran muy positivamente las conexiones del tren de alta velocidad, por carretera o a través de los puertos andaluces. No obstante, los empresarios encuestados opinan que Andalucía todavía tiene que mejorar la disponibilidad de sus estructuras y servicios de telecomunicaciones, desveló la investigadora asociada del IESE Business School María Luisa Blázquez.
Pese a que el capital humano es uno de los aspectos mejor valorados por el inversor foráneo, también es de los que más reestructuración precisa. En este sentido, Blázquez apuntó que los trabajadores andaluces tienen una asignatura pendiente con el idioma, siendo una de las principales preocupaciones de los empresarios. La carente aceptación de responsabilidades y objetivos es otro de los aspectos que los directivos extranjeros echan de menos de los andaluces. Estos dos aspectos implican un hándicap para los inversores a la hora de encontrar candidatos cualificados para sus empresas. En este sentido, la investigadora del IESE apunta que para seguir avanzando en esta materia se precisa de una reforma estructural de la educación, tanto a nivel universitario como en la formación profesional, ya que los empresarios no encuentran trabajadores adecuados a sus necesidades.
Una búsqueda que al final le sale caro al empresario, según las conclusiones del barómetro. Y es que los directivos se quejan del coste de la mano de obra cuando al salario base tienen que sumarle la cuota de la Seguridad Social. Asimismo, para los empresarios la electricidad es un coste que debería revisarse. Según los inversores foráneos, las debilidades de Andalucía para las empresas está en la lentitud y, por tanto, en la eficacia de los juzgados mercantiles, así como en la carga burocrática.