A la espera de que el Gobierno central apruebe el adelanto a julio de la segunda fase de la reforma fiscal –se prevé para el Consejo de Ministros de la próxima semana– y cómo quedan las nuevas retenciones en las nóminas, instituciones de diversa índole realizaron ayer sus propios cálculos de ahorro para el bolsillo del contribuyente.
En el caso de Andalucía, su Consejería de Hacienda difundió una tabla –anexa a esta información–, no sin antes criticar el oportunismo electoral de este anticipo –los comicios generales serán en otoño– y que la rebaja fiscal debería entrañar mayor progresividad –más carga tributaria para aquellos que cobren más–.
La tabla del departamento de María Jesús Montero indica que, como mínimo, el ahorro fiscal anual sería de 308,85 euros (30,18 corresponderían al segundo semestre) para un soltero y sin hijos con ingresos de hasta 15.000 euros, mientras que para unas retribuciones de 60.000 –a partir de los que rige el tipo impositivo mayor, el 47 por ciento hasta junio y un 45 desde julio– estaríamos hablando de 934,5 (537,72 acumulados desde enero). En el primer caso, el 2,05 por ciento de reducción, y en el segundo, el 1,55. Sin embargo, en los últimos estadios de la tabla, los de quienes perciben importes de 250.000 y 500.000 euros, los porcentajes se elevan al 2,83 por ciento y el 4,3 por ciento, respectivamente.
Cojamos ahora una segunda casuística: un contribuyente casado y con dos hijos. Pare él, el ahorro mínimo ascendería a 326,40 euros en la parte inferior de la tabla, la de 15.000 euros brutos, es decir, un 2,17 por ciento. Con 60.000 euros, el porcentaje escala al 1,58 por ciento, equivalente 952,15 euros al año. Y para importes de 250.000 y 500.000 euros, un 2,84 por ciento (7.116,20 euros) y un 4,31 por ciento (21.562,30), respectivamente.
El 72 por ciento de los contribuyentes declara rentas por debajo de 24.000 euros. De la tabla de la Consejería cojamos dos importes más: el de 20.000 y el de 25.000. Para el soltero, 1,55 por ciento de ahorro anual (310,3 euros, de ellos 55,92 del segundo semestre) en el primer caso y el 1,63 por ciento (409,50 euros, con 79,32 desde julio) en el segundo. Y para el casado con dos hijos, 1,63 por ciento (327,95 euros) y 1,7 por ciento (427,15 euros), respectivamente.
Por tanto, para la mayoría de los contribuyentes el ahorro medio estaría entre los 30 y los 80 euros adicionales de aquí a diciembre.
Al margen de la Junta de Andalucía, también el Colegio Oficial de Gestores Administrativos de Sevilla publicó sus cálculos, que hablan de 25 euros al mes (300 euros al año) como media por contribuyente, aunque para las «clases medias» la factura tributaria podría rebajarse en 720 euros .
Será en el próximo Consejo de Ministros cuando se aprobarán las nuevas tablas tributarias y de retenciones, si bien las nóminas de julio notarán ya un aumento al retenerse menos. El Ejecutivo calcula que serán 1.500 millones los que se inyectarán al bolsillo y, por tanto, al consumo y al conjunto de la economía –9.000 millones entre 2015 y 2016–.
Ahora bien, ¿cómo trasladar técnicamente las escalas de gravamen a un ejercicio que, en principio, tendría dos aplicaciones de IRPF distintas? Por ejemplo, el 20 por ciento del 1 de enero al 30 de junio y el 19 por ciento para lo que resta de año. Quid que han de resolver en la Agencia Tributaria.
No es tarea fácil y, de hecho, el Consejo General de Colegios de Gestores Administrativos de España señaló ayer que el adelanto engendrará «desconcierto administrativo».
Desde el sindicato Técnicos de Hacienda (Gestha) sostuvieron que será «muy difícil» aplicar esta nueva rebaja del IRPF con fecha 1 de julio. Así, su presidente, Carlos Cruzado, recordó a la agencia Efe que no existen precedentes de que en un mismo ejercicio se hayan aplicado dos escalas.
María Jesús Montero tachó ayer de «improvisado, electoralista y hecho a la desesperada desde la perspectiva electoral de Mariano Rajoy» el anticipo fiscal, al tiempo que lamentó que no haya una mayor progresividad en la reforma del IRPF para que beneficie más a las rentas medias y bajas.
Montero se preguntó cómo compensará a las comunidades por la menor recaudación esperada. El PP le pidió, por su parte, que baje el tramo autonómico del IRPF.