El miedo se impone en las bolsas y devuelve al Íbex a niveles de 2013

El selectivo español retrocede un 4,4% en la sesión, su mayor desplome desde agosto de 2015

08 feb 2016 / 20:45 h - Actualizado: 08 feb 2016 / 20:57 h.
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  • Vista de los indicadores de la Bolsa de Atenas, ayer. / Orestis Panagiotou (Efe)
    Vista de los indicadores de la Bolsa de Atenas, ayer. / Orestis Panagiotou (Efe)

Lunes negro en los mercados, que no encuentran la manera de detener la espiral bajista en la que están inmersos. Los expertos consultados consideran que no hay un único factor que explique este miedo, que provocó ayer que el Íbex 35 cerrara la sesión con un desplome del 4,44 por ciento –su mayor caída desde el 24 de agosto de 2015– y que se situara en los 8.122,1 puntos, retornando, de este modo, a niveles de julio de 2013.

A los precios del petróleo, las dudas sobre la economía china, los problemas del sector bancario europeo cuyo origen podría encontrarse en Italia, la desaceleración de la economía americana y la falta de Gobierno en España, se sumó ayer otro foco de incertidumbre: Grecia.

«Los renovados temores sobre la capacidad de Grecia de hacer frente a los compromisos del tercer rescate y las dudas sobre la solvencia de sus bancos» explican los repuntes en las primas de riesgo periféricas y en todo el sistema bancario, considera Felipe López-Gálvez, analista de Self Bank.

Para el analista de mercados de IG Daniel Pingarrón, «da la sensación de que los grandes inversores no quieren participar en un mercado repleto de interrogantes hasta que haya algún elemento que aclare el panorama. Y nadie sabe dónde puede aparecer ese elemento, si en los bancos centrales, en los datos macro, en unos precios más bajos que los actuales...», apuntó. En su opinión, estamos ante «el escenario más complicado y bajista que se recuerda. La mayoría de selectivos está ya por debajo de los niveles de agosto del año pasado, cuando el miedo a un fuerte aterrizaje de la economía china alcanzó máximos», recordó Pingarrón.

Por su parte, el presidente de Renta 4, Juan Carlos Ureta, achaca las caídas a que el ciclo monetario de los bancos centrales y de las bolsas «está agotado», lo que conlleva «un ajuste estructural de los precios de los activos, en parte para corregir la hinchazón artificial que se había producido en los últimos años y en parte para reflejar los efectos laterales que la intervención monetaria masiva ha tenido, creando burbujas y alterando de forma notable los precios de mercado de casi todos los activos».

Según Ureta, el «desorden monetario» creado a lo largo de siete años, pero sobre todo desde 2013 con la etapa del whatever it takes, (algo así como lo que haga falta) «es notable» y afecta desde China hasta la oferta de petróleo, pasando por los bonos soberanos, «que todavía siguen disfrutando de los beneficios de las políticas monetarias no convencionales».

«Si la lectura anterior es correcta, es normal que las correcciones se vayan posando sucesivamente en distintos activos», adelanta el presidente de Renta 4. Pero también hay buenas noticias, según el experto, y es que el precio de las materias primas y del petróleo «empieza a tocar suelo» y el dólar se ha depreciado, ayudando a las materias primas y a los emergentes.

Con este panorama, ningún valor del índice español consiguió aguantar el tipo. Popular lideró los retrocesos con una caída del 7,32 por ciento, seguido de IAG (-7,29), ArcelorMittal (-7,17), Gamesa (-6,97) y Amadeus (-6,94). Los blue chips registraron caídas que oscilaron entre el 6,2 por ciento de Banco Santander y el 1,58 por ciento de Iberdrola. Repsol perdió un 5,9 por ciento, BBVA un 5,6 por ciento, Endesa un 2,98 por ciento, Inditex un 2,97 por ciento y Telefónica un 2,96 por ciento.

En el mercado de deuda, la prima de riesgo se colocó en 155 puntos básicos, con la rentabilidad del bono a diez años en el 1,77 por ciento. Mientras, en el mercado de divisas, el euro se intercambiaba a 1,1176 dólares.

Europa se tiñe de rojo ‘contagiada’ del pesimismo

Las principales bolsas europeas se desplomaron casi un 4 por ciento de media, en una jornada en la que estuvieron pendientes de una nueva bajada del precio del crudo, el empeoramiento de los mercados periféricos de deuda y las dudas que de nuevo despierta la situación económica mundial. Todas estas razones, más el desplome del mercado griego ante la incertidumbre política que vive el país, llevaron a los principales mercados europeos a registrar fuertes pérdidas, lideradas por Milán, que se dejó el 4,69 por ciento. Tras la plaza italiana se situó la española. París se desplomó un 3,20 por ciento; Fráncfort, el 3,30 por ciento; y Londres, el 2,71 por ciento, a pesar de que comenzaron al alza.

Pese a ser una jornada sin referencias macroeconómicas de relevancia, y con los mercados chinos cerrados por festivo, entre los inversores volvió a desatarse el pesimismo acerca de la recuperación de la economía mundial. Dentro de Europa, una de las plazas más castigadas fue la de Grecia, que registró un retroceso de casi el 8 por ciento, hasta niveles de hace casi 20 años, después de situarse de nuevo como foco de preocupación de los inversores ante las incertidumbres políticas que rodean al país. Los acreedores de Grecia –Comisión Europea; Banco Central Europeo, Mecanismo Europeo de Estabilidad y el Fondo Monetario Internacional– abandonaron Atenas la semana pasada sin lograr un avance importante en la primera ronda de negociaciones para la primera revisión del tercer rescate. Ambas partes dejaron sin tratar algunos asuntos como la reforma de pensiones, que centró las multitudinarias protestas de los últimos días, que han despertado el miedo a unas elecciones anticipadas.