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Palmas Altas, sede de Abengoa en Sevilla. / Manuel Gómez
El hundimiento y largo proceso de reestructuración posterior en el que aún permanece inmerso el que fuera buque insignia de la ingeniería sevillana, Abengoa, ha provocado un redimensionamiento de actividad que ha llevado aparejado un fuerte varapalo sobre el empleo. Desde mediados de 2015, cuando la situación se tornó insostenible, la compañía ha perdido un 60 por ciento de su plantilla. Un grupo que por entonces contaba con 28.000 trabajadores repartidos por todo el mundo bajo su paraguas ha pasado a una nómina de 12.468 personas al cierre de 2017.
Se trata de una cifra un 22 por ciento inferior a la que tenía un año antes. Y de esas casi 12.500 personas, apenas quedan en España –fundamentalmente concentrados en Sevilla, en sus oficinas de Palmas Altas– un total de 2.805. A pesar de la magnitud de este adelgazamiento, la sangría laboral parece no haber tocado fondo. En los primeros días de este año Abengoa anunciaba un nuevo reajuste, con la previsión de que afectase hasta 150 empleados de las áreas corporativas y de apoyo.
La compañía destacó ayer en la presentación de los resultados de 2017 a analistas remitida a la CNMV que uno de los logros cosechados en línea con su plan de viabilidad es la reducción en un 72 por ciento de los gastos generales de estructura desde 2015, al pasar de 452 millones a 125 millones el año pasado. En este capítulo, junto al recorte de plantilla, la empresa mencionó el adelgazamiento de su estructura, la mejora de eficiencias operacionales y la venta de activos y de actividades no estratégicas.
La nueva Abengoa, centrada en ingeniería y construcción, registró unos ingresos por estos conceptos de 1.317 millones, el cuatro por ciento menos. De hecho, estos negocios concentran el 90 por ciento de los proyectos que la compañía tiene identificados como potenciales –el 60 por ciento concentrado en las regiones de Suramérica y Oriente Medio– frente a un 10 por ciento de peso de las concesiones. En total, los proyectos sumarían 36.000 millones.
Además, continuó con el plan de desinversiones previsto, entre las que destaca el acuerdo de venta del 25 por ciento de Atlantica Yield a Algonquin, que está previsto que se selle en los próximos días.
Negociando un préstamo de 77 millones por Palmas Altas
Abengoa cerró 2017 con una deuda financiera de 5.475 millones, que se divide entre los 3.644 millones de deuda corporativa y 1.723 millones de deuda de otras empresas en venta que prevé cerrar en un periodo breve. En el desglose al detalle de la deuda, la compañía revela que negocia con las entidades financieras un préstamo por importe de 77 millones del centro tecnológico de Palmas Altas que vence este mismo año.