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Foto de familia del primer Foro de Empresas Responsables de Sevilla. / El Correo
Sumar responsabilidad social multiplica. Eso indican los estudios. La empresa que apuesta por potenciar sus efectos positivos en su entorno y en minimizar los negativos gana competitividad. Pero no todas saben cómo hacerlo y tampoco todas están de acuerdo con que es rentable invertir en responsabilidad social. Por eso ayer se inauguró el primer Foro de Empresas Responsables de Sevilla, organizada por la CES en colaboración con Endesa, acto que el alcalde de Sevilla, Juan Espadas, aprovechó para reivindicar que se oriente la responsabilidad social corporativa a las necesidades de los barrios más desfavorecidos de la ciudad.
Las cláusulas sociales introducidas en la contratación pública o la incorporación de las pymes a estas estrategias fueron protagonistas de un foro de debate con importantes asistentes: desde el presidente de la Autoridad Portuaria de Sevilla, Manuel Gracia, a representantes de Ángel Camacho, AGQ, Adeco Iberia y América Latina, Aljarafesa, Airbus Defence and Space, City Sightseeing, Cobre Las Cruces, Endesa, Estudios y Ejecuciones, Grupo Lappi, Grupo Rusvel, Heineken, Instituto San Telmo, Isotrol, Mapfre, Mercadona, Persán, Prodetur, Randstad Fundación, Refractarios Alfrán, Sovena y Tecade.
El director general de Forética, Germán Granda, pronunció la conferencia que dio lugar al debate, subrayando cuatro principios básicos de la responsabilidad social empresarial: el liderazgo (a la cabeza tienen que estar los equipos más relevantes de la compañía y la estrategia debe aprobarse en el consejo de administración), la gestión (se deben marcar objetivos), el diálogo y la transparencia. A los que añadió, como básico, el compromiso con los empleados.
Según Granda, turismo, agroalimentación, infraestructuras, salud y biotecnología, así como energía son los sectores en los que la responsabilidad social añade más competitividad. Eso sí, hay, según dijo, «grandes retos» como la resiliencia del mercado laboral, la lucha contra la corrupción y la adaptación al cambio climático.
Con todo, el avance de la responsabilidad social es indudable para Granda, quien recordó que antes de final de año más de 6.000 empresas europeas deberán presentar su informe sobre su contribución activa y voluntaria al mejoramiento social, económico y ambiental.
No obstante, el principal reto sigue siendo incorporar a las pymes a esta estrategia. Así lo subrayaron el presidente de la CES, Miguel Rus, y el presidente de la comisión de Responsabilidad Social Empresarial de la CES, Diego Ortiz, quien advirtió que no se trata de una política de comunicación, sino de un pilar central para ser más competitivos.
Rafael Sánchez, de Estudios y Ejecuciones, pyme de Morón, subrayó que el empresario debe entender que hay que cuidar el entorno y que los pliegos de condiciones de los concursos no deben primar cuestiones que sólo las grandes compañías pueden atender.
Y precisamente en esta línea se manifestaron los representantes municipales. Tanto el alcalde, Juan Espadas, como la directora general de Empleo, María Paz Lagares, defendieron que las cláusulas sociales acercan a las pequeñas y medianas firmas al sector público «con transparencia». «Si me vas a dar puntos por contrataciones, pues despido para contratar después. No, eso no vale, valoramos el mantenimiento del empleo y después, sí, cómo es la contratación», explicó Lagares tras recordar que hay muchos barrios en Sevilla con dificultades y estas cláusulas sirven «para trabajar en ellos».
Por ello, el alcalde apostó por orientar la responsabilidad social empresarial a las necesidades locales e incluso recordó que en Estados Unidos los concursos públicos no buscan una obra, sino la solución de un problema, de las necesidades sociales. «Necesitamos una inyección colectiva, pública y privada, para actuaciones integrales que impliquen educación, alimentación, hábitos de conducta, empleo, etcétera», dijo en alusión a barrios como el Polígono Sur o Tres Barrios.
Para Espadas, quien avisó de que hay una «dispersión» sobre lo que es responsabilidad social empresarial, es importante «incentivar a los que van más allá de las obligaciones legales», así como es importante que se tengan en cuenta a los ayuntamientos a la hora de elaborar políticas nacionales.
Y, para concluir, el director general de Endesa en Andalucía y Extremadura, Francisco Arteaga, puso el acento en la importancia de que las empresas que trabajan con las grandes apliquen políticas de responsabilidad. Así como en la importancia de ahorrar en «lo más preciado»: el tiempo, por eso arremetió contra la burocracia y «los activos improductivos».
Endesa es una de las más de veinte compañías, de las más representativas de Sevilla en sus sectores, que firmaron en enero el Decálogo de Empresas Responsables de Sevilla para promover buenas prácticas.