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«SDOS es una perita en dulce, aunque no está en venta ahora mismo»

Tras ocho años de vida, esta tecnológica está en pleno crecimiento (en facturación, plantilla e instalaciones). Con importantes corporaciones y administraciones públicas entre sus clientes, demuestra que en Sevilla también se habla de software

23 jul 2016 / 17:31 h - Actualizado: 23 jul 2016 / 22:59 h.
"Tecnología","Empresas","Marcaje al empresario"
  • Javier Pérez, a la derecha, junto a Rafael Selma y Tomás García-Figueras (izq.), socios de SDOS. / José Luis Montero
    Javier Pérez, a la derecha, junto a Rafael Selma y Tomás García-Figueras (izq.), socios de SDOS. / José Luis Montero

SDOS nació hace ocho años, en plena crisis, ¿cómo y porqué?

—En plena crisis financiera y global las empresas de tecnología empezaron a tener dificultades y se abrió un nicho de oportunidad para la especialización y para dar más servicios a los clientes con una sensación real de acompañamiento. Hubo, por desgracia, muchos cierres. Rafael Selma y Tomás García-Figueras fundan la empresa y pretenden renovar este concepto de acompañamiento al cliente haciendo una doble apuesta: la movilización, en 2008 el iPhone sólo tenía un año de vida, y el diseño, que tiene que formar parte de nuestra cadena de valor.

¿Cuáles son los principales clientes de SDOS?

—Un 60 por ciento de nuestros clientes son grandes corporaciones como Mediamarkt, Acciona, Vodafone, Roca, Adif o supermercados Dia, y un 40 por ciento son administraciones pública como la Junta de Andalucía, la Generalitat de Cataluña, el Ayuntamiento de Sevilla, de Barcelona, de Viladecans..., así hasta 30.

¿Tienen sedes fuera de España?

—Tenemos delegación comercial en Perú y el Reino Unido y oficinas en Sevilla, Madrid, Zaragoza y Barcelona.

¿Cómo evolucionó la facturación de 2008 a 2015?

—El grupo cerró 2015 con tres millones de euros aproximadamente, pero en 2016 ya tenemos unas previsiones de cierre de cinco millones de euros. Nuestra estructura se está reinventando ante tal crecimiento. En la parte de tecnología vamos a crecer cerca del 35 por ciento. Estamos en una etapa de profesionalización de la organización.

¿Qué porcentaje facturan en España y en el extranjero?

—A junio de este año, el 25 por ciento de la facturación es en Andalucía, un 45 por ciento en Madrid, un 20 por ciento en Cataluña y el diez por ciento restante es internacional.

¿Cómo se tradujo ese crecimiento en empleo?

—En 2015 éramos 85 trabajadores, pero el grupo acabará el año con 200 personas, 120 sólo en la parte de tecnología. Esta oficina tiene seis meses y ya se nos quedó pequeña, así que estamos preparando una nueva oficina abajo que prácticamente duplica nuestras instalaciones aquí con casi 1.000 metros cuadrados más.

¿Qué perfiles requieren?

—Buscamos tecnólogos, perfiles de movilidad o arquitectos de IT y perfiles de diseño.

¿Tienen problemas para encontrar personal cualificado?

—Está empezando a percibirse que no hay tanta demanda de trabajo como había antes. Ya no se encuentra tan alegremente gente con talento en el mercado. Antes, sí. De hecho, en 2008 y 2009 se quedó mucho talento en la calle y lo pudimos captar, permitiéndonos tener un equipo muy sólido para crecer. Nuestros mandos intermedios son personas que empezaron con nosotros en 2008 y eso es muy importante. Javier González, ahora socio, fue el empleado número tres de la compañía.

¿Cómo será la plantilla el próximo año?

—El grupo debería seguir creciendo en doble dígito y llegar, como mínimo, a los 240 empleados.

¿Acabarán vendiendo la compañía a un grande como IBM o Apple?

—SDOS se está convirtiendo en una perita en dulce, pero ahora los socios no tenemos intención de vender. Es el momento de conseguir más valor dentro de la compañía. Además, nuestro crecimiento es orgánico, no es por la inversión de un tercero, sino que es por lo que nosotros mismos generamos. La empresa no está en venta ahora mismo.

¿Qué les diferencia? ¿Cuál es la clave del éxito?

—Lo primero es el compromiso con nuestros clientes. El nivel de recurrencia de nuestros clientes es muy elevado, muy por encima del 95 por ciento. Nos agarramos a ellos y no los dejamos. No hay clientes, casi, que no sigan con nosotros. Y otra clave es nuestra gran apuesta por el diseño. Creemos que es un valor diferencial, así como hemos sabido leer la importancia de la multicanalidad. El canal móvil es muy importante, pero no es el único. Hay que hacer soluciones cómodas para el usuario.

Dentro de todos los proyectos desarrollados, ¿cuál destacaría?

—Estamos haciendo la aplicación del diario AS y hemos ganado un concurso del Ayuntamiento de Barcelona para gestionar sus 250 webs, un pliego de un millón de euros, más otro si renovamos. 15 personas trabajarán en él. Además, me parece rompedor un proyecto con Vodafone y Huawei para dar wifi embarcado, en autobuses, trenes... y hacer que las películas se vean en la tablet en el idioma que se quiera y al ritmo que se desee. Se comercializará a nivel global y es un indicador de qué tipo de relaciones estamos logrando con partners de enorme envergadura.

¿Fue difícil empezar y lanzarse desde Sevilla?

—No somos cuna de tecnología. Si yo le digo que vengo de Silicon Valley puedo ser un manta pero como vengo de allí se presupone que soy bueno. Nosotros tenemos que vencer prejuicios siempre y es algo que nos encanta hacer, tirar por tierra prejuicios. Yo creo que, por desgracia, eso le pasa a muchas empresas andaluzas. Hay una anécdota que siempre cuento que es que cuando fuimos a Cataluña y empezamos a abrir mercado allí, hace dos o tres años, con una situación política complicada además, la Mobile World Capital nos dio cabida en un espacio de innovación con empresas que no tenían presencia en Barcelona para el Mobile World Congress. Nuestra oficina estaba junto al logo del GSMA y de la Mobile World Capital. Eso fue un indicador del trabajo bien hecho.