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El Puente de las Delicias tendrá un nuevo sistema que evite fallos de apertura. / Efe
En los últimos años han sido varios los cruceros que han tenido que modificar su itinerario al entrar en la dársena del río debido a que una serie de averías en el Puente de las Delicias no permitía levantar sus hojas para posibilitar el paso de embarcaciones. Consciente de este problema, la Autoridad Portuaria ha contratado a la empresa Idom Ingeniería y Consultoría, para la redacción de un proyecto técnico de «adaptación» y mejora del puente basculante, una infraestructura con más de 20 años de antigüedad, con el objetivo de ajustarlo a «nuevos requerimientos» y evitar que estos cortes vuelvan a producirse.
En concreto, y según la documentación recogida por Europa Press, la asistencia técnica para la redacción del proyecto de adaptación ha sido adjudicada a la mencionada empresa, por un precio final de 154.275 euros, después de que fuesen dos las empresas que concurriesen al procedimiento público promovido por la Autoridad Portuaria de Sevilla. El proyecto que deberá estar redactado cuatro meses después de la firma contendrá también un plan de mantenimiento del puente y la documentación necesaria para su contratación.
El presidente del Puerto, Manuel Gracia, aseguró este lunes que la obra se podrá licitar en 2017, para que a final de año ya esté renovado el sistema hidráulico.
Los trabajos consisten en realizar varias mejoras para eludir que se produzcan fallos eléctricos a la hora de levantar sus hojas o en el sistema hidráulico, que suelen producirse por salirse de su base uno de los mecanismos que permitían que se abriera el viaducto.
De hecho, uno de los últimos problemas en el puente móvil se produjo a finales de marzo, cuando una avería eléctrica en el mecanismo de las plataformas levadizas impedía bajarlas para el paso de los vehículos y peatones. La circulación tuvo que ser desviada por la Policía Local durante varias horas. Este incidente no tendría mayor importancia si fuera aislado, pero lo cierto es que en algunas ocasiones el puente ha permanecido inutilizable varios días, lo que ha provocado serios problemas de tráfico.
Este puente se inauguró en 1990 como una de las nuevas infraestructuras con las que contaría la ciudad para la Exposición Universal de 1992. Sustituyó en sus funciones al antiguo puente de hierro de Alfonso XIII (obra de otra exposición, la de 1929) y su tablero se eleva para permitir la llegada de grandes embarcaciones.