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Sánchez y Díaz, en el mitin fin de la campaña de las generales de 2016 que el entonces candidato celebró en el Muelle de la Sal. / Julio Muñoz (Efe)
La explosiva campaña de las primarias socialistas guarda aún mucha dinamita. Una bomba para animar el cierre, si es que la cosa no está ya de por sí ambientada. Al ya conocido mitin que Pedro Sánchez ha previsto en Sevilla para el día 19 se une la coincidencia en ciudad y día con su archienemiga Díaz.
La candidata andaluza perfila para ese viernes, apenas dos días antes de la votación de los militantes, un macro acto en su gran bastión hispalense, y que para más inri, tendrá lugar en el Muelle de las Delicias, a escasos 2.000 metros en línea recta y veinte minutos de relajado paseo con el punto en el que Sánchez cita a sus adeptos, también en la orilla del Guadalquivir, en el Muelle de la Sal.
El lugar exacto del gran acto que el equipo de Díaz ya tiene prácticamente diseñado no ha sido confirmado aún por fuentes susanistas, si bien, existe la confirmación oficial por ambas partes que el día 19 los dos grandes rivales coincidirán en la capital sevillana, en el caso de Sánchez, siendo definitivo el emplazamiento referido en el Muelle de la Sal.
Gana peso la idea de que la trianera celebre su mitin mas multitudinario -amén de la puesta de largo de su candidatura en IFEMA, Madrid- en el entorno del Acuario, en este Muelle de las Delicias. Se trata de un espacio diáfano, con amplitud suficiente para concitar un elevado número de asistentes, logrando la deseada demostración de fuerza que lance aún más sus opciones a dos días del decisivo 21M. La hora fijada serápor la tarde-noche, ajustándose al lapso horario tradicional de todo un mitin fin de campaña, con una salvedad: en las primarias no hay jornada de reflexión, con lo que tanto Sánchez como Díaz acabarán su periplo de petición de voto el sábado 20.
Este último axioma, el de que no es exactamente un cierre de campaña, hace que pueda sorprender tal coincidencia, ya que los dos contendientes con opciones de llevarse el gato al gua en el fogoso proceso interno han dejado para el mismo día, y prácticamente para el mismo sitio y misma hora, uno de los actos más simbólicos, a la par que efectistas, de su planificación. Cercanos a Díaz defienden que la sevillana ya tenía previsto de antemano celebrar un gran acto en su ciudad, muy próximo al cierre. Por su parte, los sanchistas sevillanos, candidatura que confirmó hace dos semanas el acto del día 19 en Sevilla, argüyen que para ellos no es competencia, restándole importancia a la sincronía.
Sin embargo, a estas alturas de la película, pocas cosas pueden tratarse de casuales. Por un lado, Díaz tiene en Sevilla su principal granero de votos, la provincia donde con total seguridad sacará más avales y más distancia con Sánchez. Su acto en la ciudad hispalense responde a la búsqueda de la potente foto de un apoyo masivo en su feudo, perfecta para encarar el día anterior a la concurrencia a las urnas.
Por su parte, Sánchez ha fíado a Andalucía gran parte de sus opciones, aún a sabiendas que está ante una región en la que no tiene opciones de arrebatar la hegemonía del aparato. Pese a ello, su estrategia confiere una importancia capital a la capacidad de acechar votos en territorio comanche. Se da también la circunstancia que fue en este mismo entorno, en el Muelle de la Sal, donde el madrileño puso fin a la campaña a las generales, en un acto de cierre en el que estuvo acompañado por Díaz y por los poderes fácticos del socialismo andaluz. Aquella lejana foto, de ambos fundidos en un abrazo, contrasta sobremanera con la situación actual del partido. Esta vez, y a modo de cómico epílogo, ambos estarán en la misma orilla, aunque sea esta la del Guadalquivir.