El «sacrificio» de un líder que toma el bastón de mando

Iglesias ha ofrecido su «sacrificio» con el argumento -admitido por el líder socialista- de que su presencia en un ejecutivo de coalición causaba un «profundo rechazo» en el PSOE

30 mar 2016 / 16:58 h - Actualizado: 30 mar 2016 / 17:08 h.
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  • El líder de Podemos, Pablo Iglesias, durante la rueda de prensa que ha ofrecido hoy tras la reunión con el líder del PSOE. / EFE
    El líder de Podemos, Pablo Iglesias, durante la rueda de prensa que ha ofrecido hoy tras la reunión con el líder del PSOE. / EFE

Hasta Pedro Sánchez ha reconocido que el Pablo Iglesias de hoy era muy distinto al que hace no mucho se postuló para una vicepresidencia que nadie le había ofrecido y a la que ahora «renuncia» en aras de que Podemos esté en el Gobierno.

Iglesias ha ofrecido su «sacrificio» con el argumento -admitido por el líder socialista- de que su presencia en un ejecutivo de coalición causaba un «profundo rechazo» en el PSOE.

Despeja, por tanto, el «obstáculo», y con él deja al PSOE sin esa excusa para negociar un gobierno compartido con Podemos al estilo valenciano, pero al tiempo toma las riendas de un equipo negociador que hasta ahora encabezaba la voz más pausada de Íñigo Errejón, con quien ha mantenido diferencias en las últimas semanas.

Hoy Iglesias ha asumido el papel conciliador y el talante dialogante que muchos en el PSOE atribuyen a Errejón, a quien más de un diputado socialista define como una persona muy «razonable».

Ha sido Errejón quien ha mantenido en las últimas semanas esas negociaciones ‘discretas’ que han conducido a algunos avances en la relación con el PSOE, algo deteriorada tras las duras acusaciones de Iglesias a los socialistas durante el debate de investidura de Sánchez y sus menciones a la «cal viva» de los GAL.

Será Iglesias ahora el que sostenga el ‘bastón de mando’ en las negociaciones que se abrirán en los próximos días, también con Ciudadanos, otro cambio en la posición de Podemos, que se levantó de la mesa de diálogo «a cuatro» cuando el PSOE firmó su acuerdo con el partido de Albert Rivera.

Ese es el verdadero paso adelante que ha dado hoy Iglesias, según Sánchez, quien no ha perdido la oportunidad de recordarle que «él se propuso solo» y que también «él se excluye solo» de una vicepresidencia que nadie le había ofrecido.

Para Sánchez no hay cesión en ese gesto del líder de Podemos sino un ‘error’ que ahora corrige, y al escuchar a Iglesias que ahora le toca ceder al PSOE también le responde: «Llevo cediendo 101 días y estoy dispuesto a ceder más».

Lo que nadie parece querer es asumir la responsabilidad de que haya una convocatoria electoral y si uno cede, el otro dice que él más.

Puede que el cambio de actitud de Iglesias ayude a que no recaiga sobre él como una losa el peso de unas nuevas elecciones. Podemos no las desea, pero tampoco las teme, advierte.

Y en esta escenificación que dura ya meses, hoy además Iglesias ha visto cumplido uno de sus deseos. Dijo en una rueda de prensa que le gustaría mantener una relación asidua y natural con el líder del PSOE y que fuera normal verles «pasear juntos».

Pues hoy se ha producido el paseíllo. Eso sí, con cientos de periodistas expectantes en la Carrera de San Jerónimo para captar esa imagen de Pedro y Pablo dándose un apretón de manos en plena calle antes de reunirse en el Congreso.

«El tono ha sido cordial, muy cálido», ha reconocido Sánchez, que ha explicado que también han tenido tiempo para hablar de series de televisión y de literatura, cuestiones ajenas a la política y de las que no habían podido hablar desde el 20D.

No ha faltado ni el regalo. El libro «Historia del Baloncesto en España», que Iglesias le ha entregado a Sánchez.

«Es bueno empezar por lo que nos une», le ha escrito en la dedicatoria.

A empezar entonces, aunque sean cien días desde las elecciones. Hasta el 2 de mayo tienen tiempo para lograr un acuerdo.